Nuevamente me encuentro escribiendo sobre la reforma previsional. Sin dudas, este es de los pocos temas de fondo que están acaparando la agenda del país. En estas líneas quiero abordar una faceta de la discusión que está emergiendo más o menos explícitamente: ¿tiene un costo hacer la reforma de la seguridad social? ¿Es oportuno avanzar en este contexto político?. Mi respuesta corta es que si hay un costo, pero que no votar solo agravaría el mismo.

El gobierno ya puso en la mesa su reforma. Ya todo el Uruguay se enteró de que la solución propuesta implica elevar la edad de retiro a los 65 años, lo cuál es el elemento probablemente más impopular de la reforma. En este contexto supongamos dos escenarios, uno en que se vota la reforma y otro en el que no se consiguen los votos, ¿cuál es peor políticamente para la coalición? ¿Y para el país?

Si la reforma se vota en abril, tal como está previsto, faltará más de un año y medio para las elecciones nacionales. El tema no es ahora, ni mucho menos lo será en 18 meses, un elemento central en la discusión electoral. Será probablemente la evolución de la seguridad y, sobre todo, del poder adquisitivo los grandes temas y determinantes de la próxima contienda electoral. No olvidemos que los cambios propuestos son muy graduales y que recién en el año 2040 regirá el mínimo de 65 años como edad de retiro.

Si se aprueba, la interrogante es qué nivel de responsabilidad asume la oposición. De acuerdo a la historia uno pensaría que gritan mientras son oposición pero luego no cambiarán nada sustancial si les toca gobernar. Esto es lo que hicieron con las AFAP, con la ley portuaria, con el marco regulatorio energético y tantas otras cosas. Sin embargo, preocupa como importantes dirigentes se están “entrampando” en dichos de los que les costará salir. El Presidente del FA Fernando Pereira con habilidad y poco pudor dijo que recién en marzo de 2025 dirán lo que ellos harían con este tema. Tal como dijo el Presidente muchos están esperando que este gobierno resuelva el problema para no tocar nada sustancial luego.

El peor escenario para todos, en especial para la coalición de gobierno, es llegar con esta propuesta en la mesa pero sin ser votada. Esto si será costoso para el oficialismo, en ese caso en las elecciones de 2024 este sí será un tema central de la campaña, una campaña en la que se diga lo que se diga todo el Uruguay sabrá que aumentar la edad jubilatoria es el plan de la coalición. ¿Qué dirá la coalición entonces? ¿Que los voten para que hagan eso el siguiente gobierno? ¿O van a entrar en el festival de demagogia que está planteando la oposición y dirán que esto no es necesario? Buena parte del sistema político puede llegar a decir y asumir compromisos incumplibles o tremendamente dañinos para el país si llegamos con este tema en la mesa a las elecciones.

Como todo es perfectible, pero en sus trazos gruesos esta reforma es lo que hay que hacer. Homogeneizar condiciones de retiro, reducir privilegios (militares, bancarios, etc.), concentrar los subsidios en los sectores bajos y aumentar la edad de retiro.

Lo que deben entender los que están con una calculadora política dentro de la coalición es que ya están jugados, ya pusieron propuesta en la mesa. Votar esto puede tener algún costo, que no será determinante a mi juicio. Pero sin dudas políticamente será mucho más costoso llegar a las elecciones con este tema en el centro del debate.