Once Presidentes y expresidentes fundaron el foro “Libertad y Democracia”. Dijo el expresidente chileno Piñera al respecto: “Mucho de los retrocesos que ha tenido la democracia no es tanto por quienes odian la democracia, sino más bien por la falta de defensa de quienes somos sus partidarios…”
Y en estas épocas donde florece tanto caudillo populista y además Jefe de Gobierno, es bueno poner el tema en blanco sobre negro.
Estuvo presente el expresidente de España Aznar quien señaló a los populistas y a los falsos profetas (nos suena, no?), como los grandes enemigos de la democracia.
La autocracia es lo opuesto a la democracia. Autocracia es auto investidura, es proclamarse jefe uno mismo. Seguramente lo quiso hacer Pedro Castillo en Perú, hoy preso por inmoral. Lo del nicaraguense Ortega, se comenta solo. Nicolás Maduro o tiene lagunas mentales o es una persona dañina para su propio pueblo. La señora Cristina supera todos los epítetos porque además es inteligente (visto de cierta manera…). Y así seguimos…; no se salvan ni Trump ni Bolsonaro..., esto no es un tema de izquierdas o derechas.
Es sentido común, es respeto por la libertad de la gente, es rodearse de gente avezada y sana, es escuchar al otro que piensa distinto, es dar marcha atrás cuando ello es pertinente. Sucede que muchas veces el político tiene mala fe y habla para la tribuna. Destella cantos de sirena y el pueblo, como decía el finado periodista Enrique Yanuzzi, “se come la pastilla”. Entonan cantos sin sentido, van detrás de un circunstancial líder más talentoso que muchos y con una oratoria dúctil y que luce conmovedora, van como manada sin un ápice de pensamiento propio. Lo vemos y lo hemos escrito hasta el cansancio.
La democracia supone pluralismo y éste debe concebirse como una creencia de valor; además el pluralismo presupone e implica tolerancia y por tanto, se consolida negando el dogmatismo y el fanatismo.
En muchos países gobiernan fanáticos, se creen poseídos por un don sobrenatural y lo único que hacen es enriquecer sus propios bolsillos y de sus adláteres y empobrecen y más que eso, embrutecen al pueblo. Lo irónico es que se dicen de izquierda…
¿Cómo puede concebirse que Fidel Castro haya dejado una enorme fortuna a sus herederos? Tiene una sola lectura. Una sola. Y aquí fracciones del Frente Amplio siguen rindiéndole pleitesía a ese gobierno dictatorial, hambreador, homofóbico y ominoso. En Cuba encarcelan a los homosexuales; es raro que aquí nunca haya habido una manifestación contra dicha actitud.
De raro no tiene nada; es coherente. No se animan a decir las cosas como son. El Presidente Mujica ahora de veterano, está actuando con sensatez y diciendo algunas verdades sobre dictaduras de izquierda. Y también de derecha.
Bien dice el ilustre Giovanni Sartori que la democracia “es una gran generosidad” porque para la gestión y la creación de la buena ciudad, confía en sus ciudadanos.
Y claro que lo es: ya lo hemos mencionado n veces. Se necesita título para cualquier profesión u oficio. Pero paradojalmente para dirigir los destinos de un país, no hace falta nada, excepto superar la franja etaria marcada por la Constitución. Ni para eso, ni para ser Ministro o legislador o director de un ente público.
La honestidad va de suyo en cualquier ser humano (o iría de suyo). ¿Cómo hacemos para que un precandidato a ser Presidente, ofrezca cierta versación sobre lo que es gobernar un país? ¿Cómo sabemos que es ilustrado? Un buen discurso, el ser “gaucho” con la gente, tener carisma, no es patente de idoneidad y conocimiento en los problemas del país y además en tener sus soluciones.
Pero surge un problema: estudios sobre la opinión pública manifiestan que los ciudadanos a menudo carecen de interés en los temas nacionales y que muchas veces ni a votar, van.
De allí y como también afirma Sartori es buena cosa distinguir entre la máquina y los maquinistas. La máquina (democracia) es buena, la mejor máquina que se ha inventado para permitir al hombre ser libre y no estar sometido a la voluntad tiránica de los hombres.
El problema son los maquinistas…vaya que sí. Dados los retos duros que se nos avecinan, es imperioso sopesar quién será el maquinista que robustecerá la máquina sin caer en atavismos o impúdicas demagogias.
Ojo con el inicuo ideologismo que habitúa a la gente a no pensar siendo el opio de la mente. Eso hace al bombardeo de los epítetos que proliferan y contaminan, intentando en definitiva erosionar la democracia. La descalificación ideológica no necesita explicación ni motivación.
El pan y el circo florecen en muchos países del mundo. Obnubilan la mente y la masa obedece sin cuestionarse. Tenemos que ser necesariamente contestatarios, con decoro, pero hurgando el por qué de las cosas.
Para qué quieren llegar al poder todos los precandidatos? O es llegar por el poder en sí mismo…
El tema es más grave de lo que parece.