En la "Colección discos" de Estuario

Alfredo Zitarrosa, el oriental que fue todo a través de su canto, tiene nuevo libro biográfico

Sobre las canciones del disco "Zitarrosa en vivo", su estilo, origen y circunstancias.

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ALFREDO ZITARROSA
Alfredo Zitarrosa
(Archivo El País)

por José Arenas
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Cantor, poeta, intérprete, cuentista, periodista, locutor, amigo, militante, exiliado, censurado, creador, compositor, voz de otro, criollo —nunca folklórico, criollo—, joven, popular, melancólico, pesimista, esperanzado, referente.
Irrepetible.

La figura de Alfredo Zitarrosa tiene muchos flancos por los cuales ser atacada a la hora de mencionarlo, su obra es extensa e impecable, sus discos son muchos, sus influencias son claras y consulares, sus contemporáneos han sido amigos y admiradores, su militancia política lo ha hecho ir de aquí para allá siendo perseguido por la dictadura del 73. Al mismo tiempo se ha convertido en una figura célebre en toda América y en España, un compositor único, un poeta fino y una voz privilegiada, marcada por el temple indiscutiblemente oriental que lo volvió el cantor más uruguayo de todos.

Desde Zitarrosa no han existido cantores que llevaran en ese cantar claro, grave, con seducciones de melancolía, una impronta más uruguaya que la del autor de “Adagio en mi país”. Nadie se ha parado con una estampa más estéticamente oriental; las guitarras gardelianas que tomara, antes que él, su admirada Amalia de la Vega, su traje impoluto de negro invariable, su gomina tanguera, su gesto de incomodidad ante las ovaciones recibidas y, por sobre todo, un repertorio sin fisuras, ya sea en las canciones de autoría propia o ajena, cuando canta Zitarrosa canta el mineral más íntimo de esta tierra caprichosa que no es Brasil ni Argentina. Cuando él canta se produce un momento de alquimia y los candombes son repertorio criollo, las zambas son uruguayas y no tucumanas, las polcas y las chamarritas no se bailan sino que se meditan, la oscuridad de su impronta termina en una luz inexplicable y la milonga viene en su garganta atravesando la Edad Media, cansina y épica, para contar las desventuras del ser humano, para despertar “el alma dormida” y acercar los mundos más lejanos en dos tonos. La vorágine incómoda de la ciudad vuelta acorde dominante, descansa sobre la base tónica y terrestre de lo rural. Zitarrosa es todo a través de su canto.

Zitarroseando. No son pocas las semblanzas que se han escrito acerca del cantor criollo. En el panorama de las letras uruguayas hay varios libros que abordan la vida y la obra de Zitarrosa en diferentes aspectos, desde lo biográfico, lo musicológico, lo político o algunos libros de entrevistas que le realizaran amigos y personas allegadas —esas pocas que el hombre de traje negro permitía entrar al irrompible círculo de querencias. Sin embargo, obras que se dediquen al estudio periodístico de un disco en particular y sus circunstancias son casi inexistentes. Sí es verdad que hay algunos trabajos exegéticos sobre la lírica de Zitarrosa, pero nada sobre discos.

La “Colección discos” de la Editorial Estuario ha ido permitiendo que diversos autores se encarguen de investigar sobre discos de la música uruguaya, desde diferentes improntas. Si bien el llamado “Canto popular” uruguayo ha ocupado varios de esos libros con figuras como Eduardo Darnauchans, Jaime Roos o Fernando Cabrera, faltaba una visión rigurosa sobre el cantor criollo

“Hago falta”. El periodista y escritor Mauricio Rodríguez realiza un trabajo exhaustivo acerca de un disco fundamental de Zitarrosa titulado Zitarrosa en Vivo, una grabación que resultara de los míticos conciertos que dio el cantor en Buenos Aires en 1983 en el Estadio Obras, un lugar consagratorio para la música popular rioplatense. Si bien el disco se editó primero a través del sello EMI en Argentina bajo el título Zitarrosa en Argentina, en Uruguay se conoció con el nombre que da título al libro a través del sello Orfeo.

Rodríguez ya había colaborado en esta colección con Brindis por pierrot (2019), un libro sobre el disco homónimo de Jaime Roos que tuvo éxito de crítica y público y recibió el premio Libro de Oro de la Cámara del Libro. El disco Zitarrosa en vivo, al igual que sucede con Brindis por pierrot, es de carácter compilatorio, es decir, contiene obras del repertorio zitarrosiano de diversas épocas, desde sus primeras composiciones y sus primeros temas escogidos de otros autores, hasta obras más contemporáneas a la época compositiva en la que el disco se graba. Esta condición le permite al autor ir y venir en el tiempo y develar, detrás de cada uno de los temas, la coyuntura que rodeaba al cantor en el momento de la escritura o el canto. Así, cada título es una excusa para ir detrás de un Zitarrosa por partes: la canción, su historia, la historia que rodea al tema en diversos momentos del eje histórico y, de a ratos, el anclaje que tiene hoy la canción en los nuevos intérpretes y compositores de diferentes géneros como Malena Muyala o Emiliano Brancciari, entre otros mencionados.

Si bien el autor no se mete en aspectos puramente musicales —más que lo estrictamente necesario— destaca que las canciones tienen una ubicación en estilo, origen y época. Así se explica de dónde viene “El camba”, un célebre taquirari que estuvo desde las primeras actuaciones de Zitarrosa, o por qué “Si te vas” está enmarcada en el ritmo argentino de la zamba. Mauricio Rodríguez va tras un rastro de artículos, libros y testimonios que ayudan a construir la silueta de ese hombre tan lejano por brillante y tan cercano por semejante.

La vida cantando. El libro tiene la estructura clara y prolija del buen trabajo periodístico, no solo en las elaboraciones propias de una interpretación posible de lo que es la figura de un icono popular, sino en el rastreo de claves que el autor ha hecho para enriquecer su libro, agotando así la posibilidad del detalle en fuga. En su libro Rodríguez plantea un verdadero “más allá” de un trabajo discográfico y se encuentra con la parte de la historia que acarrea cada una de las canciones y su voz, esa de carencia que, paradójicamente, lo llena todo.

ZITARROSA EN VIVO, de Mauricio Rodríguez. Estuario, 2023. Montevideo, 260 págs.

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