EL ASESINATO DEL BLANDENGUE
El investigador López Batista no buscaba un crimen, pero se llevó una sorpresa
Un crimen, varios sospechosos y un investigador que lleva adelante los interrogatorios para develar el enigma es hoy un escenario común. Pero trasladar eso a la época cuando José Artigas todavía era un blandengue y el Río de la Plata asolado por las guerras napoleónicas (invasiones inglesas), puede resultar desconcertante. Cabe preguntarse qué haría un detective en ese mundo de facones, sables y hombres que comenzaban a dudar, sin saberlo, de su lealtad al rey de España.
Ese escenario no transcurre en una novela. El caso existió y lo llevó a libro el investigador rosarino Daniel López Batista en Asesinato en una pulpería de la Villa del Colla. La villa, la Real Estancia y la justicia a fines de la época colonial. El relato es una detallada y ambiciosa crónica de un crimen ocurrido en la tarde del domingo 9 de agosto de 1807 en la cual murió asesinado por cuchillada el blandengue Bartholomé Gómez.
Lo curioso es que el autor no buscaba un crimen; sólo quería investigar sobre la fundación de la Villa del Colla, hoy ciudad de Rosario en el departamento de Colonia. Su periplo por los archivos de época sobre todo en Argentina (la zona dependía administrativamente de Buenos Aires, era pleno virreinato) lo puso frente al caso ocurrido en la pulpería de Don Josef Pérez. El libro describe de forma clara y tensa todo el proceso, transcribiendo citas de los interrogatorios a los 13 testigos directos e indirectos. El caso tuvo en vilo a la villa de 500 almas durante dos semanas.
Visto en perspectiva pudo ser un asesinato más de una época violenta, en el típico alboroto que se armaba en una pulpería por hombres que siempre iban armados, tanto civiles como militares, y en el que "a la violencia verbal le continuaba, casi sin mediación, la física" relata el autor. Pero a 200 años de distancia, y conociendo lo fermental de esa época, todo cobra otro sentido. Esos hombres y mujeres fueron testigos involuntarios de hechos decisivos en el plano social, económico, militar y político. Eran blandengues, húsares, patricios, vecinas y vecinos que se enfrentaron a los casacas rojas británicos, que luego sintieron el llamado de la libertad y la necesidad de independizarse de España, pero que también confrontaron entre sí durante dos semanas en ese pueblo perdido de la frontera del virreinato. Sus vidas privadas y acciones, por lo tanto, aportan un conocimiento invalorable.
El personaje principal es Eusebio Valdenegro, sargento del cuerpo de Húsares encargado de llevar adelante la investigación como detective y en nombre del Rey. Los interrogatorios permiten entrever que todos le mintieron en función de lealtades que, poco a poco, el libro va develando. López Batista pone especial énfasis en la biografía de cada uno de los implicados, una tarea descomunal por la cantidad de archivos que debió consultar para develar el rastro de seres casi anónimos. Así supo, por ejemplo, que los blandengues interrogados estaban destacados en la Real Estancia cercana y que, un par de años antes, dicho establecimiento había sido pedido por José Artigas con ánimo de dirigirlo, sin éxito (el virrey designó a otro, proveniente de Buenos Aires). A su vez un peón de esa misma estancia, Bentura Goldman (interrogado por Valdenegro) será años más tarde beneficiario del Reglamento de Tierras artiguista de 1815 al obtener una estancia. El lector toma contacto con un protagonista directo de las consecuencias de la famosa frase de Artigas, "los más infelices serán los más privilegiados", que pasó de peón a estanciero.
Bien narrado, muy ilustrado y con mapas de gran utilidad, ordena la información de manera didáctica, algo necesario dada la cantidad de personajes. Está bien corregido, con abundantes citas y profusa bibliografía. Y un dato curioso: es una edición de autor. Es decir, no lo publicó ninguna editorial.
ASESINATO EN UNA PULPERÍA DE LA VILLA DEL COLLA, de Daniel López Batista. Edición de autor, 2017. Montevideo, 142 págs. Distribuye Gussi.