En tiempos de crisis
El francés Éric Sadin es una buena opción.
Para entender este mundo caótico hay que apoyarse en los buenos filósofos, más allá del acuerdo o el desacuerdo. Éric Sadin, uno de los críticos más agudos de la mutación tecnológica en curso, es uno de ellos. Con un estilo fluido, sin conceptos “difíciles” y con una erudición seductora —tira datos de la política, la economía, la historia, el cine o el jazz— va desarmando la viralización de las teorías conspirativas, la polarización de la opinión pública, o el ascenso de figuras de la política que se alimentan del humor de las redes sociales. Para Sadin la clave se halla dos siglos atrás en el individualismo liberal de John Locke, en Tocqueville, y en el mito del self-made man. (Caja Negra)