Heridas abiertas de la colonización

La violación de América Latina

La limeña Gabriela Wiener encuentra en un museo de París los objetos que su tatarabuelo explorador se robó del Perú.

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Gabriela Wiener
(foto Daniel Mordzinski, detalle)

por László Erdélyi
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El saqueo de objetos arqueológicos es un género narrativo en auge, uno de restitución y recuperación donde no faltan policías, criminales o mafias. El ejemplo hoy es el posible retorno de los mármoles que el Earl de Elgin robó del Partenón griego en el siglo XIX, luego expuestos en el British Museum, que estarían volviendo al Museo del Acrópolis de Atenas. Un acuerdo entre europeos, y blancos. La cuestión no es tan sencilla cuando es otro el color de piel.

La peruana Gabriela Wiener (Lima, 1975) ingresa a este terreno con el libro Huaco retrato. Todo parte de una anécdota poderosa: Wiener se encuentra con los miles de artefactos robados en Perú en el siglo XIX por su tatarabuelo explorador Charles Wiener, hoy expuestos en un museo de París. Sin embargo la narradora no parece interesada en recuperar los objetos. Va por otro camino, uno de restitución íntima, espiritual, porque hay demasiadas heridas no resueltas sobre cuestiones de identidad racial, de abuso, de violencia, todas llagas del colonialismo que siguen abiertas. Podrán volver todos los objetos precolombinos, pero los descendientes actuales de aquellos habitantes originarios siguen siendo, por ejemplo en la España actual, cholos o sudacas de piel oscura cuyo lugar “natural” son los trabajos y tareas peor pagas. El racismo persiste.

La narradora en Huaco retrato explora estas cuestiones desde un ángulo sorprendente, el de su propia sexualidad. Vive en una relación de poliamor y comparte su cama “con mi marido y con mi mujer”, y tiene una hija, y un profundo conflicto respecto a una sexualidad que siente insatisfecha. Por si fuera poco incurre en una infidelidad que la atormenta, y que deberá blanquear en casa.

El lector, a esta altura muy desconcertado, deberá ir más allá para comprender el giro narrativo, ese donde la cuestión sexual siempre está presente y con momentos de un fuerte erotismo de carácter sanador. Es el orgasmo que cura, el goce que cierra la herida originaria, la que perpetraron aquellos conquistadores brutales e ignorantes con la violación masiva de las mujeres indígenas durante siglos —esa arma eficaz y barata de conquista, la violación— con su legado de hijos mestizos, hijos no queridos que hoy son identidad y fuerza de todo un continente. Los hijos de las violaciones hablan, sufren, buscan, cuestionan, se rebelan, y escriben libros. Es lo que grita la narradora en este libro poderoso, ambiguo, uno que instala al lector en un lugar incómodo. Ningún reclamo, si pretende ser honesto, es sencillo. Debe exponer sus paradojas y asumir el dolor, propio y ajeno, sin la tentación del relato tiktokeable.

HUACO RETRATO, de Gabriela Wiener. Literatura Random House, 2022. Buenos Aires, 170 págs.

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