Lúcida ojeada al Renacimiento

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Marguerite Yourcenar. Foto Jacques Robert

Marguerite Yourcenar, siempre vigente

La vida errante de un alquimista bastardo.

A Marguerite Yourcenar (Bélgica, 1903 – EEUU, 1987), Opus nigrum le llevó una vida: inició la novela en 1921, para publicarla recién en 1968. Lo mismo que sus Memorias de Adriano, también de ardua y larga construcción, esta novela es de elaboración lenta, y permite asomarse a las inquietudes temáticas y estéticas de esta autora, a la vez gran erudita, hábil narradora y profunda poeta.

El protagonista es Zenón, un médico y alquimista nacido como bastardo en una familia burguesa de la ciudad de Brujas, en la actual Bélgica, en el siglo XVI. Su curiosidad lo impulsará a la vida errante y su coherencia intelectual lo hará peligroso, tanto que se adelanta a su ejecución y termina suicidándose en los calabozos de la Inquisición. En su andanza, topará con católicos y protestantes, clérigos y laicos, nobles y burgueses. También con aventureros como su primo Henri Maximilien, guerrero, mujeriego y poeta, que fallecerá en batalla.

Opus Nigrum pinta un cuadro lúcido y abigarrado del Renacimiento, con sus conflictos entre clases, en el marco de la decadencia de la nobleza guerrera y el ascenso de la burguesía artesana, mercantil y banquera, y sus conflictos ideológicos: por una parte, la disputa, que terminará en largas guerras, entre católicos y protestantes y, por otra, en ambos bandos, la persecución feroz a toda clase de heterodoxia. En tal sentido, por asomarse a los orígenes conflictivos de la Modernidad en Occidente, puede ser una lectura orientadora en estas crisis de la segunda o tal vez tercera generación posmoderna.

El personaje de Zenón, por sus búsquedas, por sus riesgos y por el precio de vida que paga, es un homenaje a figuras como la de Miguel Servet, Giordano Bruno, Tomasso Campanella y tantos hombres de pensamiento que toparon contra el poder, poco dispuesto a que se cuestionase su discurso. El tema alquímico alude a un desafío que todos los hombres conscientes enfrentan en cualquier época: trasmutar su existencia moral en algo mejor para sí mismo y el prójimo.

Novela a la vez ágil y profunda, contribuye a su amenidad el fino sentido crítico de la autora para la pintura y las artes, lo que le da plasticidad y vitalidad a sus descripciones.

La traducción de Emma Calatayud es correcta en lo conceptual y, en muchos pasajes del texto, logra aproximarse a la cadencia de la prosa en el original francés.

OPUS NIGRUM, de Marguerite Yourcenar. Debolsillo, 2016. Barcelona, 448 págs. Distribuye Penguin Random House.

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