Un pueblo de Ucrania, de Bernard Wasserstein, es la historia del pueblo de sus abuelos, Krakovets, que a partir del siglo XVIII pasó a ser un típico shetl, una abigarrada población de polacos, ucranianos y judíos. Hay odio, terror, pero también refinamiento y serenidad. La realidad de la convivencia interétnica, más allá de todo estereotipo, a fuerza de un gran pulso narrativo. (Galaxia Gutenberg)