Autobiografía con ficción
Un libro con numerosas anécdotas de vida del escritor uruguayo.
La carrera literaria de Milton Fornaro es extensa, habiendo recibido diversos reconocimientos. En cambio, el último trabajo resulta un batiburrillo de recuerdos en los que se mezclan hechos reales con la más pura ficción —en especial esta última—, todo lo cual se traduce en un libro que se lee casi por inercia, donde las cosas pasan unas tras otras sin poder nunca ahondar a fondo sobre ningún asunto.
El libro titulado La vida por delante es en realidad lo contrario, la vida ya dejada. Es una especie de autobiografía de Fornaro, para volver primero a los convulsos finales de los años sesenta, cuando todavía no se decidía entre radicarse definitivamente en Montevideo o retornar a la Minas natal, donde tenía trabajo asegurado en un diario local, además del cobijo seguro de la familia. En esas vueltas es que matan a Ricardo, amigo íntimo del narrador; fue durante la toma de Pando, el 8 de octubre del 1969. Vale acotar que Ricardo se había enrolado en cuerpo y alma con los tupamaros, mientras que Fornaro, aun compartiendo las ideas, había preferido mirarla de afuera.
La muerte de Ricardo es el disparador para pintar una época del país, y más que eso, las aventuras de un joven Fornaro lleno de ideales y con ambiciones de ser un gran escritor, pero que de momento se pasa las horas en la redacción del diario, junto al Imprentero y al Locutor, con quienes compartía “desgarrones inocentes de cuando creíamos que teníamos la vida por delante”.
La segunda parte de la novela lleva más de doscientas páginas, y sirve para volver aún más en el tiempo —nada en el libro es demasiado lineal, en verdad. Vuelve hacia fines de los cincuenta y principios de los sesenta, a un Fornaro que deja la niñez y se va metiendo en los albores de la adolescencia, como también al pasaje de la escuela al liceo. Entonces, sin hilo conductor alguno, se suceden un montón de anécdotas y recuerdos con sus personajes, reales o imaginados, siempre con la ciudad de Minas como telón de fondo (extrañamente llamada pueblo, cuando tenía unos treinta mil habitantes). También está la casa, los padres, más la presencia siempre ingobernable de la abuela. El relato de la iniciación sexual es de lo mejor del libro; y el recuerdo de las inundaciones del 59 es evidente, y muestra cómo quedó grabado en la memoria de quienes lo vivieron. Por otra parte, el repaso lineal de otros acontecimientos políticos de la época es más de libro de historia que de novela de ficción.
Más adelante, otra vez se volverá sobre la muerte de Ricardo y aquellos años convulsos, más otros hechos mundiales que sirven de decorado. Pero en definitiva, todo el libro es una mezcla rara, anodina, y hasta con errores de redacción (por falta de revisión, quizás) demasiado evidentes.
LA VIDA POR DELANTE, de Milton Fornaro. Penguin Random House, 2021. Montevideo, 358 págs.