Reivindicando al poeta chileno
Una magnífica selección de los poemas de Nicanor Parra, realizada por el editor Matías Rivas, permite una mejor comprensión del gran poeta.
Nicanor Parra (San Fabián de Alico, Chile, 1914-2018) es uno de los poetas centrales del castellano en el siglo XX. Los diccionarios biográficos, tan dados al esquema, lo despachan refiriendo su obra a la antipoesía. Algo de razón tienen, pero no demasiada. Está bien, sí, el escándalo que provocaba su actitud; logró a la vez, primero, algo de atención a la poesía pero, más que eso, segundo, la antipoesía —que no era nada nuevo— logró un sitio dentro de la ortodoxia, qué pena, haciendo aceptables la irreverencia, el desparpajo y cierto humor que a veces se queda en el chiste pero que casi siempre sobrepasa el umbral de lo poético. Como aquí:
PRONUNCIANDO TU NOMBRE TE POSEO
no ganas nada con huir de mí
puesto que como dice el título de este poema
pronunciando tu nombre te poseo.
Pero Parra es mucho más que la antipoesía. Y puede ser lo contrario cuando se pone lírico, ahí también puede ser deslumbrante:
Alma no me digas nada
que para tu voz dormida
ya está mi puerta cerrada
Una lámpara encendida
esperó toda la vida
tu llegada
hoy la hallarás extinguida
los fríos de la otoñada
penetraron por la herida
de la ventana entornada:
mi lámpara estremecida
dio una inmensa llamarada
Alma no me digas nada
que para tu voz dormida
ya está mi puerta cerrada
Está, también, un Parra mordaz, insobornable, casi nunca risueño, que se burla del mundo, bien con sus versos o bien con sus artefactos visuales. Y hay un Parra que toma el habla del campesino de su tierra y escribe como ellos hablan. Y otro tan religioso, tanto, tanto, que lo rechazarían todas las iglesias.
Matías Rivas hizo una magnífica selección de la obra de Parra en esta poesía selecta que tituló El último apaga la luz. Esta fue mi experiencia, la de quien recordaba con afecto y con agradecimiento los versos de Parra pero no lo había vuelto a leer. Sentí cómo Parra está cada día más fresco, más joven, cada vez mejor poeta.
EL ÚLTIMO APAGA LA LUZ, de Nicanor Parra. Lumen, 2018. Barcelona, 459 págs.