por Juan de Marsilio
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La raíz cuadrada del dos incluye una antología —“Por si existiera lo visible”— y un poemario póstumo de Jorge Castro Vega (Montevideo, 1963–2024), del que el volumen toma título. El libro es bienvenido, tanto para quienes seguían a este poeta como para los nuevos lectores, que podrán en un solo libro tener un panorama de una obra poética de gran valía.

Castro Vega pertenece a lo que, más en política que en literatura, suele llamarse Generación del 83. Desde sus tempranos inicios, al ganar, con diecinueve años, un concurso convocado por la Embajada de España, la suya es una poesía culta, rica en citas, alusiones, ambigüedades y entrelíneas, en la que se cruzan cultura, experiencia de vida, y experimentación rigurosa con el lenguaje, tanto en verso libre como en prosa poética.
Este poeta concibe al mundo como un sitio en que se vive sin comprenderlo del todo, por lo que la palabra del poeta propone, pero no dictamina. De modo paradójico, puede decirse que Castro Vega conjuga la duda, la desilusión basada en la experiencia y, como única posibilidad de seguir viviendo, la terquedad en aferrarse al amor, por provisorio que sea, la fe y la esperanza (quien crea que ilusión y esperanza son sinónimos, debería repensarlo).
Un tema a seguir en la obra de este poeta es el lúcido y dolorido amor a la patria, como puede verse, a modo de ejemplo, en el siguiente texto de La raíz cuadrada del dos, su poemario póstumo:
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EN BUSCA DE DEFINICIONES
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Nuestros héroes se mueren lejos.
Si vuelven es con el tiempo justo
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Para morirse a tiempo.
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Más lejos, más nuestros
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No es
Difícil de entender. No hay que dejarse
Engañar por las distancias.
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Patria es ese concepto
Del que los héroes huyeron.

El libro presenta pocas erratas, sólo una de ellas de peso (“BENEDICTUS FRUTUS”, en lugar de “BENEDICTUS FRUCTUS”, título de un poema del libro Cosas que pasan, de 1997). El prólogo de Techeira es claro y orientador.

LA RAÍZ CUADRADA DEL DOS, de Jorge Castro Vega. Solazul ediciones, 2024. Montevideo, 152 págs.