Un erudito en Inglaterra

Que la mente no se oxide: reunión de ensayos de Francis Bacon con textos que obligan a pensar

Un lujo de erudición en un solo volumen

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Francis Bacon
(por artista desconocido, detalle)

por Juan de Marsilio
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Escribe Gonzalo Torné en el prólogo de estos Ensayos, de Francis Bacon (1561– 1626) que “el ensayo parece la forma más apropiada para seguir pensando en un mundo que ya no cree en verdades atemporales, demasiado rápido, diverso y fragmentado”. El ensayo saca al lector de la inmediatez concreta, esa que está en píldoras de dos o tres minutos de lectura y que dan las noticias y columnas de opinión, y le proporciona esos quince o veinte minutos de reflexión en abstracto, imprescindibles para que la mente no se oxide.

Esto es así de modo especial en Bacon, devoto lector de Michel de Montaigne (1533-1592) e introductor del género a la lengua inglesa. En primer lugar por su matizada erudición, que le permite traer a cuento con tino citas de la biblia o de los clásicos y refranes populares. En segundo lugar, por su experiencia: hijo no primogénito de una familia noble y culta, su escasa herencia lo obligó a abrirse paso mediante la abogacía, la política y la diplomacia, en una carrera que conoció los mayores éxitos y el mayor desprestigio, lo que le dio una visión del mundo amplia, práctica y desprejuiciada. En tercer lugar, por su estilo, que acumula sentencias sobre el punto que trata, alternando sapiencia y gracejo, dándole al lector fragmentos muy buenos para saborear y rumiar con provecho.
Algunos de los ensayos, como por ejemplo el que dedica a la usura, siguen vigentes: sobredimensionar el sector financiero y disparar las tasas de interés sigue siendo peligroso para la economía. Pero también hace pensar cuando escribe de lo cotidiano. Así, por ejemplo sobre el gasto, escribe: “Si uno quiere vivir sin apuros, sus gastos ordinarios no deberían sobrepasar nunca la mitad de sus ingresos. Y si su deseo fuese enriquecerse debería limitarse a un tercio”. Sin duda Bacon no pensaba en los británicos más humildes de sus días, que ganaban sólo para comer, vestir y tener un techo —con suerte— pero da para pensar sobre nuestro actual consumismo, las políticas de empleo y salario no siempre justas y, también, sobre la crisis económica que se desencadenaría si todos se volviesen frugales de golpe.

Tan sólo dos erratas presenta esta edición, pero ambas gravísimas: “banas” por “vanas” y “gravado” por “grabado”. No obstante, sigue siendo un volumen de grata y provechosa lectura.

ENSAYOS, de Francis Bacon. Galaxia Gutenberg, 2023. Barcelona, 288 págs. Prólogo y traducción de Gonzalo Torné.

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