Recuperando un clásico
Lo persiguió la policía secreta de Ataturk hasta asesinarlo hace 70 años. Los libros de Sabahattin Ali, sin embargo, lo sobrevivien con enorme fuerza. Como esta novela.
El caso del turco Sabahattin Ali hace recordar a las historias de autores como Sándor Márai, Irène Némirovsky e incluso Nina Berberova. Ali nació en 1907 en una localidad del entonces Imperio otomano hoy perteneciente a Bulgaria, y falleció en circunstancias misteriosas en 1948, seguramente asesinado por la policía secreta turca del régimen de Mustafa Kemal Ataturk, que ya lo había encarcelado dos veces por sus ideas socialistas. Periodista, traductor, autor de relatos, poesías (Montañas y viento, 1934) y tres novelas (Yusuf de Kuyucak, 1937; El diablo dentro de nosotros, 1940, y Madona con abrigo de piel, 1943), no tuvo en vida gran repercusión. Luego sus libros, prohibidos durante casi veinte años, se comenzaron a reeditar y hoy, traducido a varios idiomas, es un fenómeno de ventas que sobrepasa al Premio Nobel Orhan Pamuk.
Madona con abrigo de piel es una novela de estilo clásico, reflexiva, detallista a la hora de describir los sentimientos de sus protagonistas. Dos narradores cuentan una historia marcada por un amor turbio: un joven que se emplea en un banco y un funcionario, Raif Efendi, encargado de traducir del alemán documentos que llegan a la empresa. Raif, gris burócrata de impronta kafkiana, casado, con dos hijos, cae enfermo. El muchacho le lleva trabajo a su casa y lo visita varias veces, hasta que el anfitrión, empeorada su salud, le entrega un cuaderno de tapas negras en el que años atrás llevó una suerte de diario de juventud. Es entonces cuando el segundo narrador toma la palabra y cuenta su peripecia.
Raif había sido enviado por el padre a Berlín para conocer secretos de la fabricación de jabones de tocador, ramo al que pertenecía el negocio familiar. Cuando llega a la capital alemana de entreguerras, además de la tarea encomendada, aprende el idioma, lee, pasea y visita museos, hasta que se ve fascinado por un cuadro, “Madona con abrigo de piel”, el autorretrato de una misteriosa Maria Puder. Cuando la conoce personalmente, él ya está enamorado de una imagen de la que no se ha podido desprender, y comienzan una relación cargada de desencuentros, pudores y revelaciones.
La narración avanza con ritmo moroso pero certero, y una de las razones que los críticos han atribuido a su éxito es la manera en que la pareja se enfrenta al amor, con una delicadeza que subyuga y una sinceridad hoy quizás olvidada.
MADONA CON ABRIGO DE PIEL, de Sabahattin Ali. Salamandra, 2019. Barcelona, 222 págs. Traducción Rafael Carpintero Ortega.