Ser bueno no es ser el mejor

EINSTEIN ES el paradigma del científico del siglo XX. Es ampliamente conocido. Sus fotografías y sus anécdotas —reales o inventadas, como siempre sucede— aparecen en todas partes. Su figura es un fenómeno de los medios de comunicación. La respuesta que habitualmente se da a esta popularidad es que se trata del científico más importante del siglo XX y, cuando se exagera, se lo eleva al mayor científico de la historia humana. Así por ejemplo, la revista norteamericana Time, que suele designar el personaje más importante de cada año, considera a Einstein el "personaje del siglo".

¿Einstein fue el mejor científico del siglo XX? Creo que es un problema meramente periodístico, pero da para reflexionar un poco. A mí me interesa considerarlo porque la lista que yo hago de los mejores científicos es muy distinta de la que normalmente se publica. Espero que nadie se sienta ofendido por lo que mostraré ahora. Mi punto de partida es considerar la influencia social que han tenido los descubrimientos científicos. El primer premio se lo otorgaré a aquel que haya cambiado más nuestra manera de vivir y de manejar el mundo.

UNA LISTA POLÉMICA. El cuarto lugar le corresponde a Einstein. Para mí Einstein no es el científico más importante del siglo XX, es solamente el científico número 4 y el físico número 2. ¿Por qué digo esto? Porque la Relatividad es una teoría astronómica, es algo que nos concierne poco a la mayoría de la gente y no afecta en nada nuestra vida cotidiana. Por esta razón yo creo que los científicos que ocupan el lugar número 3 son James Watson (1928) y Francis Crick (1916-2004), quienes descubrieron la estructura genética de la herencia. Este descubrimiento sí está afectando nuestras vidas, está generando la polémica sobre los transgénicos, está produciendo nuevas medicinas y nuevas técnicas de todo tipo. Por eso creo que el descubrimiento de Watson y Crick es bastante más importante que el Principio de Relatividad.

Yo diría que el físico número 1 y el científico número 2 del siglo XX es Erwin Schrödinger (1887-1961). Schrödinger ocupa un lugar principal en la física por las ecuaciones de la mecánica cuántica que abrieron la posibilidad de la microelectrónica, del láser y de los todos dispositivos cuánticos que fueron consecuencia directa o indirecta de la ecuación que formuló. Pero Schrödinger, además de ser el físico número 1, creo que es el científico número 2 porque escribió un trabajo muy breve —que se llamaba ¿Qué es la vida?— en donde especulaba cómo debería ser la estructura molecular de la herencia. Fue este trabajo el que inspiró a Watson y Crick para la estructura del ADN. Schrödinger no sólo cambió nuestras vidas cotidianas con la ecuación básica de la mecánica cuántica sino que además dio la pista para encontrar la estructura de la herencia molecular. Por eso mi elección.

El gran premio científico del siglo XX es para Alan Turing (1912-1954). Turing fue un lógico que armó la teoría de la computadora. No creo que haya ningún acontecimiento científico o tecnológico que haya modificado tanto nuestra vida como la presencia de las computadoras. Permanentemente estamos en contacto con decenas de computadoras funcionando bajo la forma de relojes, de distintos electrodomésticos que van desde el equipo de sonido al teléfono digital. Esta revolución tecnológica —que empezó hace cincuenta años y que todavía no ha terminado— es el acontecimiento que considero más importante que introdujo algún científico en el siglo XX. Por eso para mí el premio del científico del siglo XX se lo lleva Turing y no Einstein. Yo sé que es feo decir esto cuando se está homenajeando el centenario de un trabajo revolucionario, pero creo que es justicia.

SI NO ERA ÉL, ERA OTRO. Einstein aparece como un científico solitario que, por la fuerza de su talento, mostró un mundo nuevo. Esto es equivocado. Rara vez se habla acerca de los precursores de Einstein. Uno de ellos fue H. A. Lorentz (1853-1928). Lorentz fue el primero que interpretó el experimento negativo de Morley y Michelson y quien escribió las ecuaciones correctas. En honor a Lorentz, se llama "transformación de Lorentz" a las ecuaciones básicas de la transformación relativista. También analizó las ecuaciones del movimiento de los electrones en bajas velocidades. Einstein dice expresamente que desconocía este trabajo, porque si lo hubiera conocido se hubiera dado cuenta que buena parte de lo que estaba haciendo ya estaba publicado.

Henri Poincaré (1854-1912), que es uno de los más grandes matemáticos del siglo XX, publicó un trabajo sobre la dinámica del electrón en junio de 1905, casi dos meses antes del trabajo de Einstein. Poincaré presentó antes que Einstein la Teoría de la Relatividad Restringida, hecho que se olvida sistemáticamente. Por supuesto tampoco Einstein lo conocía.

Einstein habla de la contribución "metodológica" de Hermann Minkowski (1864-1909) pero Minkowski propuso nada menos que la noción de espacio-tiempo. La idea de que el espacio es tetradimensional no es de Einstein sino de Minkowski. El trabajo de Minkowski muestra claramente que no se pueden estudiar las ecuaciones de la Relatividad Restringida, sin considerar un espacio de cuatro dimensiones, sin concebir que el tiempo es inseparable del espacio. Yo creo que cuando Einstein dice que es una contribución "metodológica" —como diciendo que ahorró algo de esfuerzo para estudiar las ecuaciones—, está minimizando el enorme valor conceptual que tiene —alguna cita imprecisa dice que Einstein dijo que era solamente un "ahorro de tiza"—. Sin esta contribución "metodológica" no hay Principio de Relatividad General.

David Hilbert —que es otro importante matemático de los siglos XIX y XX— fue otro precursor. Hilbert conocía perfectamente la geometría de Riemann. Leyendo el trabajo de 1911 de Einstein, asistiendo a alguna de sus conferencias y mediante el intercambio epistolar con Einstein, le fue sencillo analizar el Principio de Relatividad y también le fue muy sencillo seguir hacia adelante. Y así llegó al tensor de gravitación antes que Einstein y envió su trabajo a publicar una semana antes.

Tullio Levi-Civita (1873-1941) fue quien desarrolló toda la matemática de tensores, que es la herramienta esencial para la Relatividad General. Fue quien abrió el camino y además es conocido que el trabajo de Einstein de 1916 es una corrección del trabajo de 1915, correcciones que le sugirió Levi-Civita. Sin el apoyo de Levi-Civita, sin todo lo que había desarrollado antes, es dudoso que Einstein hubiera llegado a formular la Relatividad General. Tal vez hoy se consideraría a Hilbert el descubridor.

El caso de la Relatividad muestra hechos que son reiterados en la historia de la ciencia: no hay científicos indispensables. Si Einstein no hubiera existido, entonces Poincaré, Minkowski y Hilbert hubieran llegado al mismo punto, tal vez un poco antes —lo cual es una paradoja como las paradojas cuánticas—. Es muy interesante observar que todos ellos eran matemáticos y no físicos: esto muestra claramente el peso que tiene el empleo de los experimentos mentales en la elaboración de la teoría. A tal punto los experimentos de laboratorio no importan en la teoría de la Relatividad que tres matemáticos puros pudieron construirla.

UN PREMIO MUY PRAGMÁTICO. La Relatividad General fue publicada durante la Primera Guerra Mundial. Vale la pena recordar que en 1919, una vez finalizada, dos expediciones científicas midieron, durante un eclipse de Sol, la desviación de la posición de las estrellas cercanas a la corona solar. Las medidas confirmaban la predicción de Einstein sobre la desviación gravitatoria de la luz. Pero el premio Nobel le fue otorgado en 1921 por el trabajo de 1905 sobre el efecto fotoeléctrico. Einstein no recibió el premio Nobel por la Relatividad —esto también ilustra sobre el tema que nos ocupa—.

En este trabajo se presentaba la teoría (incipiente) del fotón que continuaba con las ideas de cuantificación de Planck. La teoría fue finalmente consolidada en 1923 por Compton. Yo creo —igual que el comité Nobel— que la propuesta del fotón es más importante que la Relatividad y esto también es una afirmación personal y discutible. Todos empleamos en la vida cotidiana diferentes láser —desde un puntero para transparencias hasta un lector de discos CD o DVD, pasando por las conversaciones telefónicas sobre fibras ópticas— en cambio casi nadie vio correrse el perihelio de Mercurio, desviarse la luz durante un eclipse, o fenómenos relativistas similares. En definitiva, la teoría del fotón es una teoría que nos atañe a todos, todos los días, en tanto que la teoría de la Relatividad no la vemos nunca. Por eso me parece absolutamente justo que el premio Nobel se lo hayan dado por la teoría del fotón y no por la Relatividad.

Hay otra versión de las cosas, siempre hay otra versión. Las malas lenguas dicen que en el momento que el comité Nobel decide premiar a Einstein, Lorentz —uno de los precursores que ya mencionamos—, se opuso porque consideraba que Poincaré era el verdadero autor. Esta versión dice que, frente al argumento de Lorentz, el comité Nobel decide otorgarle el premio por el trabajo del fotón. Yo no tengo evidencia de que esta historia sea cierta —incluso circula la versión de que los trabajos de Einstein los hizo una de sus mujeres, pero tampoco hay ninguna prueba sólida de esa afirmación—. Lo cierto es que Poincaré ya había muerto, de modo que no podía recibir el premio Nobel por este tema. Pero creo que hay otro argumento más importante y es que según el deseo expreso de Nobel, los premios son a la física experimental y no a la física teórica. Esta es una razón por la cual pasan a veces tantos años para que se le dé el premio a un físico teórico y que el premio suele otorgarse a un conjunto de investigadores que incluyen al físico teórico y a los experimentadores que comprobaron la teoría. Con el paso del tiempo, la idea de premiar a la física teórica se ha ido imponiendo y ocasionalmente el comité Nobel se aparta de esta idea fundacional, pero en general el comité ha sido muy cuidadoso y la mayoría de los premios han sido a trabajos experimentales en física, química o medicina.

EL GRAN COMUNICADOR. Einstein ocupa un lugar absolutamente de privilegio en la ciencia contemporánea. Todavía no hemos averiguado el porqué. Yo pienso que una de las cosas más importantes que hizo fue llevar la ciencia a la categoría de noticia periodística, cosa que no sucedía. Inauguró la era de la gran ciencia. Esto es mérito personal de Einstein. Con su figura de "científico", con sus actos, con sus conferencias, con sus trabajos de divulgación, logró que la gran ciencia entrara al dominio público, que pasara a ser una noticia periodística. Claro que si bien esto parece ser la obra personal de Einstein —yo creo que él tuvo una enorme participación en el asunto— creo también que en realidad está también el reconocimiento de la sociedad del siglo XX al valor práctico, filosófico y económico de la ciencia.

El siglo XX es el primer siglo que reconoce, en los hechos, que la ciencia pura tiene importancia. Si no me equivoco, el primer profesor que recibió el título de profesor de física fue Maxwell, en el siglo XIX. Antes, todos los demás, eran profesores de filosofía natural, como Newton —por algo su obra más famosa se denomina Filosofía natural según los principios de la matemática—. Hay una posible explicación para todo esto. Creo que Einstein tuvo mucho éxito con los medios, siempre era noticia periodística y eso se debe a diversos elementos. En primer lugar porque la Relatividad modifica las nociones de espacio y de tiempo, y esto tiene un gran impacto psicológico y filosófico para todo el mundo. La Relatividad no tiene mucha importancia para la vida cotidiana, pero el hecho de que cambie la noción del tiempo y del espacio, es un gran impacto y esto llega a la gente —por ejemplo, la "paradoja de los mellizos" tiene una enorme sugestión para el imaginario popular, si bien no tiene ninguna importancia práctica—.

También Einstein era un gran físico, vamos a no olvidarnos de este aspecto. Los trabajos de 1905 fueron un gran acontecimiento en la historia de la ciencia. Pero Einstein se ocupó particularmente de divulgar la teoría de la Relatividad en obras accesibles a todo público —no hay que olvidarse, por ejemplo, que dio un par de conferencias en Montevideo sobre la Relatividad, en 1925, cuando venía de gira por el mundo—. Él fue uno de los primeros científicos —si no fue el primero— que se ocupó de la divulgación científica y en esto puso un empeño personal. Su figura quedó definitivamente asociada a la gran ciencia y la Teoría de la Relatividad, aunque se olvidaba de mencionar a sus precursores. Prácticamente nunca se encuentra una referencia a alguno. Posiblemente para muchos sea una sorpresa que yo haya mencionado a Hilbert o a Poincaré. A diferencia de Einstein, Isaac Newton es famoso por su reconocimiento a los predecesores: "Si vi más lejos que los demás, es porque estaba parado en hombros de gigantes" dice con total justeza.

No podemos dejar de incursionar algo en la importancia para la imaginería popular en el cambio de las nociones de espacio y tiempo. Para esto nada mejor que recordar lo que decía Newton sobre el espacio y el tiempo y que era la idea previa a la Relatividad:

—"El tiempo es absoluto, verdadero y matemático en sí y por su naturaleza a algo externo, fluye uniformemente".

—"El espacio absoluto, por su naturaleza y sin relación a cualquier cosa externa, siempre permanece igual e inmóvil".

El choque de ideas —que en la vida cotidiana es imperceptible— impactó sobre la opinión pública y contribuyó a la imagen de Einstein como "genio", como autor de una teoría "que casi nadie podía entender", o como el científico más importante del siglo XX.

Einstein también está vinculado a la bomba atómica. No es justo responsabilizarlo por la construcción de la bomba atómica. Es cierto que escribió una carta a Roosevelt alertando sobre el peligro de que a Alemania —que en ese momento entraba en guerra en Europa— se le pudiera ocurrir la idea de construir una bomba por reacción nuclear. Pero su participación terminó allí. Einstein no participó en el equipo de Los Alamos que hizo las bombas. La ecuación de equivalencia entre masa y energía, según la imaginería popular, es el fundamento de la bomba atómica. Yo digo que quien logre hacer una bomba atómica a partir de la ecuación E=mc2 merece un premio Nobel. Einstein además, luego del bombardeo a Japón, se opuso tenazmente a la fabricación y la proliferación de las armas nucleares. Es absolutamente injusto que se lo responsabilice —aunque sea remotamente— por la bomba atómica.

En resumen, Einstein no fue ni santo ni diablo. Era como todos los seres humanos, un poco santo y un poco diablo. Acá obedecía —sin quererlo— a la mecánica cuántica. Fue uno de los físicos más importantes del siglo XX. Era un muy hábil comunicador. No son muchos los científicos que se ocupan de comunicar sus resultados y de difundirlos. Escribió varios libros de divulgación y dio muchas conferencias. Llevó a la física teórica y a los experimentos mentales a convertirse en un pilar del pensamiento científico contemporáneo. El éxito que tuvo con sus experimentos mentales los convirtieron en una herramienta casi imprescindible. Hoy casi no se puede ni siquiera pensar en dudar de la validez de esta metodología y ciertamente no se puede prescindir de los experimentos mentales en la física y en otras ciencias. Creo que esto ha hecho daño a la ciencia, pero esto también es una opinión personal. l

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar