Libro con quince cuentos

Sergio Capurro, otro uruguayo raro

Tras su primer libro de cuentos de hace tres décadas, vuelve con este conjunto dispar pero auspicioso.

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Sergio Capurro Álvarez
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por Juan de Marsilio
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Parecido a Nuria es el segundo libro de cuentos del profesor, artista plástico y escritor Sergio Capurro Álvarez (Montevideo, 1962). El primero, La noche del miedo (Signos, 1992) no tuvo demasiada repercusión. El silencio de tres décadas apenas fue cortado por algunos textos publicados en libros colectivos. La reciente jubilación le ha permitido al autor volver al ruedo con un proyecto de mayor aliento.

Quince cuentos integran este volumen. Salvo el penúltimo, “Una mesa junto a la ventana”, de tono nostálgico, los textos transitan lo que, desde Ángel Rama para acá se llama narrativa “rara” en Uruguay. Hay hechos inverosímiles que los personajes aceptan sin pedir explicación alguna, conductas absurdas, cruces entre lo onírico y lo real, kafkianos edificios laberínticos, todo ello con tramas, climas y personajes en general bien logrados. Todos los cuentos están narrados en primera persona. El clima tiende a un leve pero seguro pesimismo, a tono con la cita de Elias Canetti que abre el libro: “Nunca se pensará bastante mal de los seres humanos”.

El conjunto de relatos es dispar pero auspicioso. Cuentos como “El águila y la víbora”, “Archivos olvidados” y “Fachada” son de primer nivel, de esos que el lector disfruta y luego recuerda. El resto, de correcto para arriba, tiene sus luces y sus sombras. En cuanto al estilo, debe relativizarse el juicio que formula el Prof. Lauro Marauda en el prólogo, en el sentido de que la prosa de Capurro es “segura y cautivante”. La escritura de este narrador es eficaz y funcional a lo que quiere contar, pero en los pasajes en que intenta un estilo más ornamentado cae en lugares comunes y en una adjetivación previsible. No obstante, su ojo de artista plástico le permite describir de modo convincente los paisajes, sobre todo en lo relativo a tonos y matices de color. En cuanto a la seguridad a la que alude Marauda, a veces Capurro equivoca términos: “asaderas” por “asas”, refiriéndose a una olla, “cien” por “sien”, “Barra de Balizas” por “Barra de Valizas”. Pero esta crítica debe dirigirse a los editores: el proceso de edición, bien hecho, implica corregir los textos, porque a todo autor se le puede pasar un error al digitar. Con todo, ninguna de las erratas vuelve ininteligible el texto. En suma, vale la pena leer este libro, y que Capurro siga produciendo.

PARECIDO A NURIA, de Sergio Capurro Álvarez. Rumbo Editorial, 2022. Montevideo, 240 págs.

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