por Mercedes Estramil
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Si bien no hay recetas válidas para escribir un libro y la autoridad de los escritores puede imponer cambios a cualquier modelo y subvertir las normas, hay límites. El sentido común y del ridículo impone algunos. El escritor francés Laurent Mauvignier (n. 1967) los desconoce, pero hace como que no. Es como si Éric Rohmer pudiera haber filmado un western o Tarkovski una secuela de Alien; seguro no se les habría ocurrido. Pues bien, Historias de la noche es una extensísima novela criminal de acción, intriga y suspenso que flaquea en cada uno de estos rubros por la simple no consistencia ni coincidencia (a nivel sideral) entre forma y contenido. Una pena, porque la historia de base es trillada pero rinde: en una comarca rural francesa un marido enamorado y una hija amorosa planean el cumpleaños de la esposa y madre. Aunque no banca a la cumpleañera, una vecina pintora prepara unos postres. Llegan al lugar, en plan “a sangre fría” de Capote, tres individuos de avería, armados y con mochilas vengadoras. Parece que la esposa tenía otra vida anterior, etc. A su vez el marido amoroso andaba con prostitutas. La hija y la vecina, santas. El perro, un amor.
Conviene no perder de vista algo que se llama “tensión”. Se puede argumentar que Herman Melville demoró muchas más contando sobre el mundo del mar en Moby Dick, cuando todos esperamos a saber si el capitán atrapa o no a la ballena. Se pueden mencionar en plan alargue a Tolstoi, Thomas Mann, Dostoievski. Más allá de que fueron escritos cuando la velocidad de la escritura y la lectura eran otras, lo que ocurre en todos esos casos es que la digresión no empantana el relato ni lo aburre; lo enriquece. La prosa de Mauvignier es redundante, rebuscada, anestesiante, lentísima, y soberbia (no en sentido halagüeño). Sus analepsis y prolepsis no son pedidos de la trama sino ejercicios caprichosos e innecesarios. Nada de lo que ocurre en la aldea solitaria de los Bergogne y de Christine, nos sorprende. Tal vez el único momento sorprendente, con peso social y psicológico creíble y audaz, es la escena de sexo pago entre el protagonista y una joven prostituta africana. No alcanza para sostener el resto. Habrá a quien puede gustarle. Los elogios de la contratapa dan fe.
HISTORIAS DE LA NOCHE, de Laurent Mauvignier. Anagrama, 2024. Barcelona, 458 págs. Traducción de Javier Albiñana.