por László Erdélyi
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El humo, la patria o la tumba, de Emiliano Zecca.
Fue una lucha de David contra Goliat, de Uruguay solito contra la poderosa tabacalera Philip Morris mientras el resto del mundo miraba. Al final Uruguay ganó en 2016 y el relato instaló al presidente Tabaré Vázquez como el gran victorioso, secundado por el abogado Miguel Toma, y Daniel Gianelli, embajador en Estados Unidos. Pero el libro cuenta otra versión, porque la historia nunca se había relatado completa, los protagonistas son muchos más, y algunos con un rol tan central que su omisión todavía parece poco creíble, cuando no sospechosa (el libro es una gran metáfora sobre el poder en Uruguay). Zecca lo cuenta con claridad, precisión, honestidad intelectual y una tensión narrativa poco común, ofreciendo a la comunidad una crónica tan necesaria como justa. (Penguin)
Mil quinientos días en la cárcel por error, de Mauricio Sabaj.
La historia que cuenta es increíble. Escrita por el periodista Mauricio Sabaj, es la crónica de lo ocurrido a un joven uruguayo, Jonathan Farías, quien pasó más de cuatro años en prisión por dos delitos que no cometió —entró con 21, salió con 25— la mayoría de ellos en una notoria cárcel uruguaya, el Comcar. El autor despliega con maestría narrativa las diferentes etapas de la vida de Farías, su intimidad, los afectos y apoyos, la familia, los amigos, y el fracaso triste, constante, desbordado de injusticias cotidianas; la policía como cómplice por desidia o ineficiencia; un sistema judicial que no pudo cumplir su función, aunque luego reconocería el error; la indefensión de los sin recursos; el desbordado y anacrónico sistema penitenciario; la violencia feral, cruel, en que viven los reclusos; la intemperie en que quedan los liberados y su difícil reinserción (si alguna vez estuvieron insertos en algo). El libro es ejemplo del gran momento que vive la crónica narrativa uruguaya. (Planeta)
Vendrán a detenerme a media noche, por Tahir Hamut Izgil. Es un hallazgo. No todos los días se encuentra una voz poética así, desconocida en Occidente, proveniente de Asia Central y de un contexto de persecución casi genocida. El poeta y cineasta uigur Tahir Hamut Izgil, recién exiliado en Estados Unidos, cuenta en Vendrán a buscarme a media noche la represión de la dominante etnia china Han hacia los uigures. El poeta pone todos sus recursos linguísticos y su sensibilidad para mostrar el lado brutal de la represión, su rusticidad, su obscenidad, su ignorancia. El relato en modo crónica es intenso, sutil, meditado, y nunca decae, intercalando poemas suyos y de otros poetas uigures influidos por Paul Celan. (Libros del Asteroide)