A la buena salud se llega caminando rápido

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SALUD

Un gran estudio realizado en el Reino Unido reveló que salir a caminar, y hacerlo rápido, tiene muchos beneficios y disminuye sustancialmente varios riesgos.

Los militares parecen haberlo sabido desde siempre: marchar a pie y rápido es de lo mejor que se puede hacer para cuidar el cuerpo. Y, casi que previsiblemente, cuántos más años se tiene, mejor hace caminar a una velocidad casi que al trote. Con esa costumbre, se reducen todas las principales causas de mortandad. Esa es la principal conclusión de un estudio presentado recientemente en el Congreso Mundial de Actividad Física y Salud Pública, llevado a cabo en Londres.

La investigación, que analizó los datos de 50.000 personas de Inglaterra y Escocia, concluyó que caminar a un ritmo medio se asocia a un 20% de menor riesgo de cualquier causa de mortalidad, si se compara con quienes caminan lento. Pero los que caminan de forma veloz lograron una reducción del 24% de los riesgos de mortandad.

Cuando se analizó específicamente la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, se vio que también disminuía 24% (para los que caminaban a un ritmo medio) y 21% (entre los que lo hacían rápido), comparado con los que tenían una marcha lenta.

El estudio, que se publicó en British Journal of Sport Medicine, también concluyó que quienes más se benefician evitando caminar lento son los que están por jubilarse y que tienen, en promedio, 60 años o más.

Ese grupo etario consiguió una reducción de casi la mitad (46%) en el riesgo de morir por causas cardiovasculares si mantienen un ritmo medio de marcha y 53% si caminan rápido.

Hay, sin embargo, una gran excepción: caminar rápido no tiene incidencia -al menos constatable hasta ahora- en el riesgo de desarrollar cáncer. “No hay evidencia de que caminar influya de forma significativa en la mortalidad debido al cáncer”, dijo el responsable de la investigación, el doctor Emmanuel Stamatakis, de la Universidad de Sydney.

Para entender qué es exactamente “caminar rápido”, Stamatakis puso un ejemplo concreto: “Una caminata rápida es en general de entre cinco y seis kilómetros por hora, pero en verdad depende del nivel de quien camina. Una alternativa es caminar a un paso que te agite un poco la respiración o te haga transpirar un poco”.

Otra experta que participó del congreso en la capital inglesa fue la doctora Sandra Mahecha. Ella aportó otro dato para ilustrar el concepto de “caminar rápido”: 100 pasos por minuto o casi un metro y medio (1,4) por segundo. Y como añadió Mahecha: “Esto es independiente de la edad de la persona. A esa velocidad comienzas a tener beneficios”.

Otro médico —César Kálazich, especialista en Medicina Deportiva de Clínica— explicó que lo que se quiere lograr con una caminata rápida es elevar la frecuencia cardíaca. “Hacer trabajar al corazón para que esté más saludable, más eficiente, más fuerte y las arterias funcionen más eficientemente”.

Otro beneficio de caminar rápido es que mejora el metabolismo, lo que a su vez repercute de manera positiva en el control de la glucosa, la presión arterial y la cantidad de grasa. El balance es que todo eso termina protegiendo a la persona contra las enfermedades cardiovasculares.

Con este estudio, dijeron varios de los que lo presentaron, no hay excusas para desaprovechar las instancias posibles para caminar. “Bajarse una parada antes, preferir las escaleras, hablar por teléfono caminando, hacer pausas eficientes y activos en el trabajo... Además, hay estudios que demuestran que las personas son más eficientes en el estudio y en el trabajo si hacen más actividad física”, expresó uno de los oradores del congreso.

Cuando la falta de tiempo impide realizar caminatas frecuentes, o porque no hay un ambiente amigable para hacerla, caminar aunque sea una corta distancia pero rápido puede ser una buena opción para elevar el ritmo cardíaco.

Pero claro. Para lograr resultados hay que superar la tentación de la comodidad. Por eso, la Organización Mundial de la Salud, lanzó este año el programa Let’s Be Active (traducción: “Seamos activos”), que busca reducir la inactividad física en el mundo de aquí al 2030.

A patear, entonces. Y a 100 pasos por minuto. 

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