“Para mí, la moda no es para nada frívola, todo lo contrario, creo que los que crean son artesanos, arquitectos, artistas, y merecen todo el reconocimiento de mi parte”, dijo Natalia Oreiro en los Martín Fierro de la Moda hace pocos días. Y una de estas artistas que tiene a Oreiro agradecida es Aldana Abdo, su elegida para confeccionar la pieza que vestía en la premiación —donde fue homenajeada como ícono de la moda— y que llamó la atención del público y de la prensa.
Abdo (29) es natural de Tacuarembó y se mudó a Montevideo cuando tenía 18 años. Siempre supo que quería dedicarse al diseño y probó con distintas disciplinas. Estudió diseño gráfico, hasta darse cuenta de que lo que le apasionaba era el trabajo manual. Entonces incursionó en la vestimenta, pero luego también entendió que no conectaba con las telas.
Fue así que en 2018 fundó Ghoda, marca bajo la cual crea piezas únicas en materiales como el metal y el cuero y a través de ellos busca un equilibrio entre fuerza y romanticismo, sensualidad y sofisticación.
"Ghoda nace como una necesidad de compartir mis creaciones y transformar un hobby en algo más grande. Comencé diseñando piezas para mí más que nada y con el tiempo quise que más personas pudieran conectar con ellas. Fue un cambio importante en mi vida, porque me di cuenta de que quería dedicarme de lleno a esto", cuenta la diseñadora a Domingo.
La elección de utilizar estos materiales de fuerte presencia viene de familia, ya que su abuelo trabajaba con el cuero. “Él me enseñó lo básico para entrar en este mundo y ahí encontré una manera de conectar con lo que me gustaba y con mi pasión por crear. Lo que me atrajo del material es su capacidad de empoderar, creo que vestir metal o cuero no es solamente una declaración estética, sino también una forma de expresar seguridad y autenticidad”, afirma.
Desde su atelier, ubicado en la Ciudad Vieja, en Montevideo, trabaja bajo el slogan “joyas para el cuerpo”. La idea, cuenta, es que cada pieza concentre la mezcla entre un accesorio y una prenda.
Fue así, uniendo conceptos y talento a la hora de crear, que sus obras llamaron la atención de Oreiro y fue invitada a dar forma al vestido que acaparó todas las miradas.
“Trabajar con Natalia es un honor porque tiene una visión súper clara de lo que quiere y sabe cómo transmitirlo de una manera increíble”, comenta Aldana.
El vestido llevó aproximadamente 200 horas de trabajo y significó muchos desafíos. “Unos 20 días antes de los premios me contactaron y, obviamente, tuve mis miedos y mis inseguridades, pero confiaron en mí y yo acepté porque sabía que era una gran oportunidad. Me reuní con Natalia, afinamos una idea y trabajamos juntas el diseño. El proceso fue complejo por la distancia, tuve que hacer todo sin pruebas iniciales, guiándome por medidas nada más. Tres días antes de los premios viajé a Buenos Aires y ahí realizamos los ajustes finales y cambiamos detalles. Fue terminado todo sobre su cuerpo a último momento y el resultado fue increíble”, cuenta entusiasmada.
Y añade: “Pasé muchas noches sin dormir, pero la experiencia fue inolvidable. Fue un honor trabajar con un equipo tan talentoso como el de Natalia. Es una pieza que me llena de orgullo”.
La pieza que llamó la atención del público y la prensa
El vestido creado por Aldana, que Oreiro lució en los Martín Fierro de la Moda y fue destacado como una verdadera obra de arte, se trata de una sola pieza que cubre desde la cabeza hasta los pies. Se asemeja a una cota de malla medieval, con hombros, brazos y espalda descubierta. Fue confeccionado con más de 35 mil arandelas y pesa 25 kilos. Se le sumó unos guantes con apertura en los dedos y una pequeña cartera, ambos del mismo estilo.