Nombres del Domingo

El creador de La Casa de Papel se lanza a una nueva aventura con su flamante contrato con Netflix, mientras rueda la tercera temporada.

Su papel es como el del Profesor: planificó hasta el último movimiento del golpe y triunfó. El éxito obtenido con la serie La Casa de Papel, confirmado luego con Vis a Vis, convirtió a Álex Pina en parte de ese privilegiado núcleo de creadores televisivos que en la industria se les conoce como los showrunners.

Lo que parece ser su definitiva consagración se confirmó hace pocos días cuando el gigante Netflix anunció la contratación de Pina y su equipo para producir una serie propia.

Álex Pina es el creador del momento. Dice que su mayor influencia ha sido otra serie de culto como Breaking Bad. "A partir de ella cambié la forma de escribir", sostuvo. Y puso todo ese aprendizaje al servicio La Casa de Papel, una serie que marcó época como una de las más vistas, más allá incluso del mundo de habla hispana.

Con estos éxitos la carrera de Pina parece apenas haber comenzado. Su salto a la producción internacional a través de la plataforma de streaming lo deja en posición ideal para convertirse en uno de los realizadores más aclamados.

Lo cierto es que Pina viene de un mundo bien distinto al de las producciones audiovisuales. Se inició como periodista, profesión que ejerció mientras iba perfeccionando su oficio de guionista.

Pina se formó en la Universidad de Navarra entre 1985 y 1990, como licenciado en Ciencias de la Información. Luego completó sus estudios con un Máster en Producción y Programación Audiovisual; también hizo un curso de postgrado en dirección y otro en guion en el Centro Universitario de Artes y Espectáculos TAI.

Sus primeras armas fueron en la prensa. Trabajó como periodista primero en el Diario Vasco y luego en el Diario de Mallorca. Más tarde se desempeñó en la agencia noticiosa Europa Press. A principios de la década de 1990 también comenzó a trabajar como guionista en televisión, hasta incorporarse a Globomedia en 1996. Luego se desempeñó como guionista del periodístico Caiga quien caiga, emitido por el canal español Telecinco. Y al año siguiente guiona su primera ficción, la serie Más que amigos.

Para entonces Pina ya había aprendido todos los trucos del medio. Se movía cada vez con mayor soltura en la ficción y comenzaba a alejarse definitivamente del periodístico. Y así vino su primera gran serie, Los Serrano, una comedia dramática que llegó a tener ocho temporadas. Allí narraba las peripecias de una familia que vivía en una barriada madrileña que regentaba una taberna. El programa llegó a cosechar altos picos de rating en la cadena televisiva.

Entre 2005 y 2016 Pina se embarca en varias series dramáticas, en todas las cuales recogió éxitos de audiencia y también reconocimientos de la crítica especializada. Así es que se suceden Los hombres de Paco, El Barco, Bienvenidos al Lolita y Vis a Vis.

Al finalizar esta última, una serie dramática que transcurre dentro de una prisión para mujeres, Pina funda su propia productora: Vancouver. "Quería hacer el género de atraco pero era muy complicado porque nos metíamos en un terreno nuevo", explicó durante una entrevista.

La idea no era original, al punto que es considerado como un subgénero. Tal vez el aspecto más novedoso y permitido por el formato episódico es la narración "en tiempo real" del atraco.

Un hombre misterioso al que todos llaman el Profesor recluta a un grupo de delincuentes que hacen gala de sus propias especialidades. Ninguno conoce la verdadera identidad del otro y llevan por nombre el de una ciudad. Los reúne en una apartada finca de campo y allí planean, paso a paso, el golpe perfecto.

Pina da un giro más y le otorga a la narración el punto de vista femenino a través de Tokio (Úrsula Corberó) para contrarrestar la predominancia masculina, tan propia del género por otra parte.

"Sabíamos que teníamos entre manos una serie que se vertebraba en pilares masculinos, el género de atraco y de bandidos. Y queríamos que tuviera una mirada emocional. Teníamos un primer guion con el off del Profesor, pero nos dimos cuenta de que tenía mucho más sentido el off en Tokio por muchas razones y finalmente fue ella", explicó el realizador.

Otro de los grandes aciertos de La Casa de Papel fue la elección de imágenes icónicas. Las máscaras con las facciones y los bigotes de Salvador Dalí y los mamelucos de color rojo se imprimieron como una marca indeleble. "Dalí es un ícono pop, un genio. Nunca te olvidas de sus bigotes. Nos dimos cuenta de que era la imagen perfecta para esos atracadores", señaló Pina.

El asalto perfecto resultó como tal. Y ahora Pina se prepara para su nueva producción en Netflix. Ya tiene el nombre, Sky Rojo, una ficción con mucha acción y protagonizada por mujeres. También regresará el Profesor y su banda para una tercera temporada durante 2019.

"Trabajar mano a mano con Netflix es un sueño hecho realidad en el momento justo. El momento en el que las series se están convirtiendo en uno de los movimientos culturales más relevantes", declaró Álex Pina tras el acuerdo con la plataforma que ya ha cerrado acuerdo similares con otras celebridades como Ryan Murphy, creador de American Horror Story.