CATERINA NOTARGIOVANNI
La tierra está en grave peligro. El crecimiento demográfico -que pasó de 1.000 millones en el año 1800 a los 6.000 millones actuales- y la utilización de combustibles fósiles como fuente de energía básica que impulsa la civilización están llevando al planeta al límite de su capacidad. La consecuencia inmediata y tangible de dicha situación es el cambio climático producto del calentamiento global.
"Nos acercamos a uno de esos puntos de inflexión, y nuestro destino es parecido al de los pasajeros de un pequeño yate que navegan tranquilamente junto a las cataratas del Niágara sin saber que los motores están a punto de fallar". La metáfora pertenece al científico británico James Lovelock y está incluida en su libro La venganza de la tierra. La teoría de Gaia y el futuro de la humanidad.
El diagnóstico de Lovelock es desolador. El ser humano ha abusado a tal punto de los recursos naturales que el planeta ya no es capaz de autorregular la temperatura que lo hace habitable. Harta del maltrato, la Tierra comenzó su venganza. Los fenómenos climáticos extremos, de los que los uruguayos están siendo testigos, formarían parte de esa venganza. Si el autor tiene razón, todavía no se ha visto nada y lo peor está por venir.
Según el polémico hombre de ciencia, la catástrofe incluso ya tiene fecha: sucederá antes que termine el siglo XXI. Para entonces, Londres y todas las zonas costeras estarán bajo agua.
Como primera medida Lovelock considera que es necesario terminar con la utilización de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) como principal fuente de energía. Cada uno de los habitantes de la tierra colaboran en la demolición de su propio planeta. Cuando se viaja en coche, en avión o cuando se prende una estufa para calentar el hogar. Lovelock sostiene que el ser humano todavía no es capaz de percibir ese riesgo al que expone a la Tierra.
A la vez valora como positivos la telefonía celular, Internet y el entretenimiento a través de una computadora porque permite ahorrar energía en traslados que de otro modo se deberían realizar en auto o avión.
El escritor argumenta a favor de la energía nuclear como único medio para detener el calentamiento provocado por la quema de combustibles fósiles."La energía nuclear es simplemente el medicamento que nos proporcionará una fuente segura y constante de electricidad para que las luces de la civilización sigan encendidas hasta que la energía de fusión... y la energías renovables estén disponibles", afirma en el libro.
GAIA. James Lovelock pateó el tablero en el año 1979 cuando publicó Gaia, una nueva visión de la vida sobre la Tierra.
Allí afirmaba que el planeta está vivo y que autorregula el clima y la química de manera que resulten adecuados para la vida. Hasta entonces los humanos veían la Tierra como un escenario de recursos inagotables. Gaia, que se refiere a la Diosa griega de la tierra, fue el nombre acuñado por el premio Nobel de Literatura William Golding.
El libro incluye simples explicaciones sobre las distintas fuentes de energía disponibles en el planeta y detalla el diagnóstico de la situación elaborado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) .
El mérito de este británico de 86 años es hablar de ciencia en un lenguaje sencillo. Para ello utiliza infinidad de imágenes y metáforas que facilitan la comprensión del mensaje.
Dice Lovelock, por ejemplo: "confiar en el desarrollo sostenible" (en relación a un modelo de desarrollo construido sobre fuentes de energía alternativas más amigables con el planeta) "es tan viable como esperar que un enfermo de cáncer de pulmón se cure simplemente dejando de fumar". O sobre el calentamiento global: "es como si hubiéramos encendido un fuego para mantenernos calientes y le siguiéramos echando leña sin darnos cuenta de que se ha extendido a los muebles y está fuera de control".
Con estos recursos el autor no sólo capta la atención del lector, sino que lo acerca a la gravedad de la situación.
La venganza de la Tierra debería ser de lectura obligatoria en escuelas y liceos. Si Lovelock tiene razón, las futuras generaciones serán las más perjudicadas por el diagnóstico del autor. Es un libro que hay que leer, independientemente de que el lector pueda (o quiera) creer lo que allí se dice, porque ayuda a saber dónde está parada la humanidad y cuándo podría caerse.
¿Se está a tiempo de evitar el desastre? A juzgar por declaraciones de Lovelock al diario El Mundo de España, el panorama no es alentador. "Estoy convencido que se acerca el fin de la civilización y del mundo tal y como los conocemos. La Tierra seguirá viviendo tranquila, sin duda, pero la población humana va a ser reducida a un 10% o 20% de lo que es ahora mismo".
J. l.: en papel y en digital
"La Venganza de la Tierra. La teoría de Gaia y el Futuro de la Humanidad". Editorial Planeta. 228 páginas. Recientemente en librerías al precio de $ 340.
Web personal del científico James Lovelock: https://www.jameslovelock.org/
Información sobre el autor y sus teoría en ocho idiomas: https://www.ecolo.org/lovelock/