-“Aquí está su disco”.

-Buenos días, ¿para pedir un tema, si es tan amable? “Mentira” por Valeria Lynch.

-¿Para quién es?

-Para Amalia de Sayago, en el horario de la mañana.

-¡Con mucho gusto, Amalia!

La fórmula se repite una y otra vez diariamente en CX 20 Radio Monte Carlo desde hace 65 años.

La fecha concreta del inicio del fenómeno se desconoce. Pero en algún momento desde 1959 a esta parte Aquí está su disco (AESD) se convirtió en el programa más escuchado del dial uruguayo y nunca más se bajó de ese podio. Claro que haciendo las salvedades que bien pudo ocurrir que algún día determinado o en algún horario en particular fuera superado por algún otro programa. Pero eso es lógico en una propuesta que cuenta con dos emisiones diarias de lunes a viernes (8:30 a 12:30 y 18:00 a 20:30) y otras dos los fines de semana (8:30 a 12:30 y 14:30 a 20:30).

“La gente llama porque encuentra una voz que le responde en tiempo real. No llaman a un grabador o a una voz que le dice ‘cuando llegue el número 3, deje su mensaje’ por más amable que sea el texto de la grabación. Es una persona que te pregunta cómo andás. Es el secreto de humanizar la comunicación”, arriesga Gustavo Pérez Berrueta (57 años) cuando Domingo le pregunta por el secreto del éxito.

Gustavo es el conductor de AESD desde hace un par de años, luego de cinco años de ser el suplente de su gran amigo Roberto Méndez, fallecido en 2022 por causa de un cáncer (ver recuadro).

“Mi día más difícil de grabación fue el primer día después de saber que Roberto no volvía a la radio”, recuerda quien lo conoció siendo ambos informativistas de Radio Nacional.

Fue una gran tristeza para todos. Así lo confirma también Tiarajú Rodríguez (50 años), el dueño de los controles del programa desde hace 28 años y a quien Gustavo define como un baluarte del programa. El operador tomó las riendas técnicas cuando Fernando Juárez, el encargado de la discoteca de la emisora y una especie de productor de AESD, falleció. Y le imprimió su sello con unos pocos cambios que pretendieron darle más agilidad a la propuesta.

“La magia del programa es no hacerle muchos cambios. Lo que he hecho es poner un poco más de música nueva. Incluso hay un espacio que está vendido en el que se incentiva al oyente a pedir ‘lo nuevo’ de tal artista”, cuenta.

Además, ha procurado bajar el número de pedidos que se graban por día para que los oyentes puedan encontrarse con su solicitud lo antes posible (se llama en forma gratuita al 0800 9301, de lunes a viernes, de 9:30 a 10:10 aproximadamente).

“Los que se graban en el día salen esa misma tarde y se repiten dos días después de mañana. Y los fines de semana hacemos un racconto de los mejores pedidos de la semana, alrededor de 140 entre sábado y domingo”, explica.

¿A qué se refiere con “los mejores pedidos”? “Ocurre que hay mucha cantidad de oyentes que pide siempre el mismo tema, aunque nosotros les digamos que pidan otra cosa. Es el caso de Amor salvaje, del Chaqueño Palavecino. Entonces juntamos todos esos pedidos y pasamos el tema una sola vez”, detalla.

Se graba un promedio de 60 pedidos diarios y se emiten alrededor de 42 en la mañana y unos 30 en la tarde. Pero tienen lo que llaman “temporada alta”, que es el caso por ejemplo del Día de la Madre. “Ahí se sacan unos 80 pedidos para Madre, del Puma Rodríguez; Se parece a mi mamá, de Palito Ortega; Madre, de Raphael, o Como pájaros en el aire, de Mercedes Sosa”, señala Tiarajú.

Los oyentes de AESD suelen inclinarse por el género melódico internacional o el folclore local y, a los artistas ya mencionados, se suman como favoritos Pimpinella, Camilo Sesto, Aldo Monje, Django, Isabel Pantoja, Julio Iglesias, Luciano Pereyra, El Sabalero, Los Olimareños, Pablo Estramín… y la lista podría seguir, pero en los últimos años han surgido algunas sorpresas.

“Nos ha pasado, fíjate qué increíble, pedidos de mucha cantidad de temas de onda reguetonera que nos dejan totalmente descolocados por las cosas que dicen las letras. Hay personas de 90 años o de 80 y pico de años que nos han pedido reguetones que si fuera por nosotros nunca pasaríamos porque cuidamos al oyente de Monte Carlo, que es muy exquisito en esas cosas”, comenta Tiarajú.

Pero el tema se emite porque si hay algo que tienen claro los responsables de este programa es que “AESD tiene la magia de que pasamos lo que la gente quiere escuchar, no lo que a nosotros nos gusta”. A esto le suman que se emiten temas y artistas que otras radios no pasan. “Acá no existe la necesidad comercial de pasar determinados cantantes o sellos musicales”, aclara Gustavo. Tal vez las únicas excepciones sean los temas de Carlos Gardel o los tangos en general porque cuentan con espacios propios dentro de la radio. “Solo permitimos tangos cantados por gente que no es tanguera, como Julio Iglesias”, acota.

Relatan que muchas veces tienen que ayudar a los oyentes a ubicar la canción que desean porque ocurre mucho que saben una parte de la letra o creen que el estribillo es el nombre del tema. “Por ejemplo, nos piden Atadita con alambre, de Pepe Guerra, y en realidad se llama Verde esperanza. A veces no ubicamos los temas por esa razón y tenemos que buscar más”, relata Tiarajú.

En muchas ocasiones, por el tema que eligen los escuchas pueden intuir su estado de ánimo. “Somos tipo psicólogos”, dice Tiarajú. “Hay un tema que es Dos coronas a mi madre, de Shaila Dúrcal, que vos escuchás la letra y te querés morir porque es de una mujer que va a llevarle flores a la madre al cementerio, y la gente lo ha pedido para el Día de la Madre. O te piden un tema medio bajón para un cumpleaños, entonces nosotros les sugerimos elegir otro más lindo, tipo Shakira”, agrega.

Gustavo cuenta que suelen identificar las voces de varios oyentes y se preocupan cuando no reciben su habitual llamado. “Se crea un vínculo muy grande, es gente con la que generamos cercanía. Hay quienes están esperando que sea la hora para llamar porque están solos o porque somos uno de sus motivos de alegría del día”, destaca y añade que si por alguna razón un día no graban —feriado no laborable, por ejemplo—, luego se lo reclaman.

También están los que se quejan porque su tema no salió al aire, pero contra la meticulosidad de Tiarajú no hay quien pueda. Guarda todas las grabaciones de un año a esta parte y sabe perfectamente cuándo salió cada pedido. “Capaz que usted salió de su casa o en ese momento fue al baño”, les tiene que decir aunque insistan en no reconocerlo.

Y para los que se quejan de que “no puedo entrar” o les cuesta mucho llamar, hacen alguna excepción y les dejan hacer dos pedidos. “Se sorprenden y te lo agradecen mucho”, apunta Gustavo.

Si bien hay una idea instalada de que AESD es un programa que escuchan sobre todo mujeres que están en su casa o personas de edades avanzadas, sus responsables aseguran que entre los oyentes hay de todo.

Por ejemplo, en época de vacaciones aumenta el público joven y se suman los niños, que están a cargo de sus abuelos y llaman incentivados por estos. “Vos sentís atrás la voz del adulto que le dice: ‘Tenés que pedir tal y tal’ y muchas veces les decimos que pidan ellos, pero lo que quieren es escuchar al niño pedir, que salga su voz”, comenta Tiarajú y asegura que, si bien la edad promedio de los escuchas supera los 40, en el último tiempo se han sumado oyentes más jóvenes, además de muchos que llaman por primera vez.

“Son personas que se han jubilado y empiezan a escuchar. Además están los que trabajan y no pueden llamar. Hay empleadas domésticas que te dicen: ‘Estoy llamando a escondidas de mi patrona’. ¿Cuántas veces nos pasó? ¡Cualquier cantidad!”, revela el operador. A lo que Gustavo añade que también ocurre que muchas personas mayores hacen sus pedidos desde hogares de ancianos ayudados por sus cuidadores.

A medida que avanza la charla entre los responsables de AESD y Domingo, las consideraciones generales van dejando paso a casos más puntuales y afloran las anécdotas, que son muchas y reflejan lo que este programa representa en la historia del dial nacional.

Quizás el caso más emblemático sea el de María, de Empalme Olmos, que tiene 96 años. “María grabó con Eduardo Bello, con Carlos Silva, con Roberto Méndez, con Darío Medina y ahora con Gustavo”, destaca Tiarajú haciendo referencia a varios de los conductores y suplentes que ha tenido el programa.

“En los cumpleaños 90 y 95 de la radio la pusimos a ella como recuerdo de AESD y no lo podía creer. Su marido Lucilio falleció y ella sigue con la alegría de pedir un tema y recordarlo. Llama todos los días y es de las oyentes que tiene la delicadeza de colaborar con el programa pidiendo un tema distinto o nuevo”, remarca por su parte Gustavo.

En contrapartida está un oyente al que le gusta pedir temas difíciles y muchas veces tienen que negociar con él para que cambie o elija una versión más fácil de ubicar. “Es un amante de José Luis Perales, tiene toda su discografía y hasta grabó un enganchado con sus temas cantado por él. Vos le pasás la canción que pide y a los días te llama para decirte: ‘Yo quería la versión que está en el disco tal’”, cuenta Tiarajú.

Rodolfo es otro caso particular. Se le murió una hija y la sigue nombrando. “Tiene un speech medio automático, pide para las dos hijas, el nieto y para él. Un día le dijimos: ‘Rodolfo, decinos la verdad, ¿tu nieto escucha el tema musical de Estela Raval que pedís?’ Y respondió: ‘¡Qué va a escuchar! Mi nieto está para otra cosa, pero igual yo lo nombro”, recuerda el operador entre risas.

Sucede también que hay muchos que quieren que se pasen los pedidos que han hecho familiares ya fallecidos. “Nos dicen: ‘Si llegan a tener otro pedido de Fulano o Mengana, pásenlo porque me queda como recuerdo’. Pasa con hijos que solicitan pedidos de sus padres”, aseguran.

Además están los que llaman y “pelean” y que Tiarajú se da cuenta de que lo hacen para darles charla porque están solos. O los que mencionan a Gustavo con otro nombre a propósito con el mismo objetivo. “Ya sé que no te llamás así, ¡era una trampa para charlar contigo!”, le dicen.

Foto: Estefanía Leal.

Tiarajú comenta casos de expresidentes o políticos —sin nombrarlos— que confiesan que escuchan el informativo del mediodía de Monte Carlo y luego quedan “todito el día enganchados con AESD”.

Un dato gracioso —o muy uruguayo—es que los días de humedad son complicados. “Son crueles porque las personas cambian. Hay casos en que para grabar el pedido tenés que hacerlos repetir cuatro o cinco veces. Se equivocan y te dicen: ‘¡Estoy hecha una vieja, no sirvo para nada!’ Entonces le buscamos la vuelta y grabamos varias veces, sacando un pedacito cada vez y luego hacemos un collage”, revela el operador.

Anécdotas

Jorge Rojas sorprendido y la emoción de Gonal

El cantante Jorge Rojas estuvo de entrevistado en AESD y se sorprendió al saber que era muy pedida la versión que hizo en un festival del tema 25 rosas, de Joan Sebastian. “No te lo puedo creer”, repetía sobre una canción que solo estaba en las redes.

En otra oportunidad, el humorista argentino Sergio Gonal estaba en Monte Carlo como invitado de otro programa y escuchó cuando Tiarajú estaba armando AESD. “Pará, ¿qué estás escuchando? Ponelo, por favor”, le dijo al operador. “¡No me digas que esta es la radio que hace Aquí está su disco! Yo lo escuchaba con mi padre siendo gurí chico en Mar del Plata. ¡Qué alegría! Me volviste a mi niñez”, le comentó emocionado el argentino.

Marcelo Bonjour/Archivo El Pais

Nadie sabe a ciencia cierta cuál es la explicación para que AESD sea el programa más escuchado de la radio uruguaya, con un promedio de audiencia de más de 45 mil personas en el horario de la mañana (Buró de Radios).

“Es un programa insignia de Monte Carlo. El orden sería: los informativos, AESD, Monte Carlo a sus órdenes y El tren de la noche”, señala a Domingo Matías Reyes, responsable de programación de la emisora. “No tengo la respuesta concreta de por qué su éxito, creo que tiene el plus de que cada media hora o cuando la noticia lo amerita aparece un informativista con información concreta”, arriesga.

Por ese lado va también Tiarajú, que considera que por lo menos en la mañana la gente elige Monte Carlo porque está cansada de los temas políticos o de seguridad. “Con Monte Carlo tenés media hora de música y cada media hora noticias cortitas, de un minuto y medio o dos minutos, y a veces de interés social o que le sirven a la gente, como los horarios de los ómnibus un feriado”, sostiene.

Mónica Maronna, historiadora especializada en radiodifusión, coincide en que la fórmula música + noticias puede ser una explicación, entre otras cosas porque la música fue lo primero a lo que apeló la radio para construir un público.

“El oyente de radio clásico, que quizás no perdure mucho más en el tiempo pero que todavía existe, espera del medio una estabilidad horaria, una estabilidad en la forma de responder. AESD llega con una fórmula en la que el público encuentra lo esperado. Yo creo que la clave está en que tiene un público cautivo que es el público de la radio clásica”, considera Maronna.

Agrega que otro punto clave es que a la gente le gusta escucharse en la radio, algo que también menciona Tiarajú. “Primero que nada se escuchan ellos y nosotros les pasamos la música que ellos quieren escuchar y que en otros lados no encuentran”, apunta el operador.

Para Gustavo “la gente llama con un sentido de pertenencia. Sabe que vamos a charlar un poquito y que los recibimos con alegría; también nos entrenan la tolerancia. Cada oyente es muy importante y lo tratamos muy bien. La radio es de ellos”.

Es el mismo concepto que lanza el gerente de Monte Carlo. “Es un programa que la movilidad o inamovilidad la va a definir la audiencia. Este es un programa de la gente; mientras esté la gente, el programa va a seguir, va a durar hasta que la gente quiera”, confirma Reyes.

Por eso tanto Gustavo como Tiarajú son perfectamente conscientes de que AESD es un fenómeno que los trasciende. “Una vez alguien me dijo que en una encuesta se dio que las marcas más conocidas o que la gente más nombraba eran Coca-Cola y AESD”, recuerda Gustavo y añade una frase que lo sintetiza bastante: “Aquí está su disco forma parte de la memoria sonora de las casas”.

El conductor que estuvo más años

"La gente se enloquecía con Carlos Silva"

Imazul Fernández fue el primer conductor, seguido de Eduardo Bello, Carlos Silva, Roberto Méndez y el actual Gustavo Pérez Berrueta.

Carlos Silva fue de los más recordados, quizás por haber desempeñado esa labor durante 28 años (solo faltó dos veces y nunca se tomó vacaciones).

“Era un fenómeno, la gente se enloquecía con él”, destaca el operador Tiarajú Rodríguez, quien comenzó trabajando con él y lo hizo durante 11 años. “Si un día no grababa, la gente llamaba para preguntar qué le pasaba”, apunta.

Cuenta que era sordo, escuchaba muy poquito, pero que le bastaban las señas para hacer las grabaciones perfectas. También sabía exactamente en qué surco de qué disco estaba el tema musical que se buscaba (en la radio se usaban muchos vinilos y pocos CD) y se quedaba después de hora para ayudar a armar el programa o salvar alguna emisión de Tempranísimo en la que la cinta había fallado.

“Era un tipo que improvisaba, un profesional, un primera línea”, remarca Tiarajú.

La radio era su vida. Comenzó trabajando en Radio Colonia, a la que ingresó por un concurso en el que buscaban locutores. Había aprendido escuchando a los argentinos.

Entró a Radio Monte Carlo en 1962 y permaneció allí hasta el 13 de agosto de 2007, en que salió al aire por última vez porque se jubiló.

“Su pareja Silvia llamaba a pedir temas a AESD y se los dedicaba. Cuando él falleció nos enteramos que la hacía llamar para ver si nosotros estábamos bien, quién era el locutor y demás”, recuerda el operador.

Silvia era una oyente que llamaba con frecuencia a pedir canciones. Un 20 de diciembre pidió un tema de Charles Aznavour, siguió conversando con Carlos en varias oportunidades y al final quedaron en encontrarse.

Silva también fue animador de fiestas en tanguerías y espectáculos de música tropical, fue narrador de radioteatros y realizó suplencias como locutor deportivo para Carlos Muñoz y Víctor Hugo Morales.

Le tocó la difícil experiencia de tener que leer los comunicados 4 y 5 de las Fuerzas Armadas el año del golpe de Estado de1973.

Era hincha de Nacional y seguidor del boxeador Dogomar Martínez.

Los dos últimos

El conductor que suplanta a un amigo

“Perdí un amigo y gané un trabajo”. Sentimientos encontrados para Gustavo Pérez Berrueta cuando hace un par de años se transformó en el conductor titular de AESD porque Roberto Méndez, su amigo de muchos años, había fallecido debido a un linfoma.

Según cuenta a Domingo, que él comenzara siendo su suplente había sido un sueño que Roberto pudo cumplir. “Independientemente de que tuvo suplentes muy buenos y queridos”, señala recordando a Darío Medina (también fallecido). En ese rol también estuvo Oscar Fernández y actualmente se desempeña Alejandro Acle.

Cuando Gustavo se enteró de que quedaba en lugar de Roberto, se le cayeron las lágrimas. “Por un doble motivo: por la responsabilidad de la tarea y porque era un tipo formidable en todo sentido”, expresa.

Como anécdota cuenta que era común que los confundieran por tener voces parecidas y que aún hoy hay gente que le dice Roberto. Le piden perdón, pero a él no le molesta, dice que “es una linda confusión”.

Méndez fue operador, conductor de informativos, locutor comercial de transmisiones deportivas y maestro de ceremonia en eventos. En Monte Carlo conducía Tangos a media luz.

Gustavo, en tanto, es también locutor comercial de Fútbol Universal (CX 22), y conductor de Noticias a las 6 (Radiomundo) e Informativo Uruguay (Radios Públicas).

* Agradecimientos a Horacio Nigro, responsable del blog "La Galena del Sur", y a Gustavo Rey, comunicador y docente de radio.