En La Puebla de Albortón hay un pedazo de Uruguay: un solar sobre el que se alzaba la casa de los antepasados de José Gervasio Artigas. Por este motivo, desde hace mucho tiempo algunos uruguayos que visitan la Madre Patria deciden darse una vuelta por esa minúscula localidad zaragozana de 130 habitantes.
Desde hace un par de semanas este inusual destino tiene un plus que también lo une a nuestra tierra: una muestra de arte digital dedicada al prócer de los uruguayos, que podrá ser visitada hasta abril del año próximo.
Hablar de arte digital nos hace pensar inmediatamente en jóvenes que explotan las posibilidades hoy ilimitadas de la tecnología. Sin embargo, detrás de la muestra se encuentra el uruguayo Luis Haro Domínguez, quien en diciembre cumplirá 65 años. Se trata de un artista plástico, caricaturista e ilustrador de vasta trayectoria, que ha integrado catálogos de exposiciones realizadas en países tan distantes como Argentina, Italia, Croacia e Irán.
“Desde que ingresó Internet siempre tuve la curiosidad de estar al tanto de todo, de indagar sobre eso. Inmediatamente me hice un mail y empecé a navegar continuamente en la red, era algo que me fascinaba”, comenta Haro a Domingo. Y agrega: “Yo fui un dibujante hasta la era de Internet y otro totalmente diferente después de esta globalización que permite miles de vinculaciones y una proyección increíble”.
Aunque su obra se expone en La Puebla de Albortón, no conoce la tierra de los ancestros de Artigas. Para este uruguayo que hoy vive en Pando, la figura del prócer es algo que ha estado presente durante toda su vida.
“Vi por Internet que algunos dibujantes de allá habían hecho algo sobre Artigas, donde el tema está totalmente vigente y lo tienen en un primer plano. También hicieron un libro infantil sobre su figura. Y me pareció bueno proponer lo mío, sobre todo porque 40 años de mi vida los pasé en Sauce viviendo junto a la casa de Artigas”, señala.
Haro sigue manteniendo su faceta de artista plástico tradicional. Pero aclara: “Me gusta incursionar en la tecnología; rudimentariamente si se quiere, porque estas cosas las hice con un Iphone, simplemente interviniendo algunas fotografías y dibujos míos”.
La Plaza de la Integración
Entre apologías al mate y al ideario artiguista, el expresidente José Mujica dejó inaugurada en setiembre de 2015 la Plaza de la Integración en La Puebla de Albortón.
El espacio, semejante a un cuadrilátero amurallado, rinde homenaje al prócer oriental José Gervasio Artigas y se construyó en los terrenos que históricamente se han atribuido a su familia. Allí nació su abuelo, Juan Antonio Artigas (1693-1775), y viven aún sus herederos. Las narices aguileñas delatan sus orígenes.
Sergio y Esther Artigas, dos descendientes del prócer oriental, eran concejales de la localidad cuando Mujica los visitó acompañado por una representación del Parlamento uruguayo. Y allí estuvieron en primera fila. En su oratoria, Mujica dijo que estaba “cumpliendo un sueño” al conocer la Puebla de Albortón y a sus vecinos, a los que siente, aseguró, “como hermanos”.
Como Artigas (con ayuda de sus secretarios) fue pródigo en frases históricas de fácil evocación, el discurso del expresidente se enriqueció con algunas, como “mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”, y con otras de su propia cosecha, como “nadie es más que nadie”.
Aquel homenaje a Artigas, y la presencia de Mujica en el acto, concitaron la atención de la prensa española, que jugó en sus titulares y artículos con la metáfora del territorio “apropiado” por Uruguay.
“En la localidad zaragozana de la Puebla de Albortón hay un pedazo de Uruguay”, comenzaba el artículo de El País de Madrid. El diario ABC, con más picardía, tituló: “Uruguay conquista 204 metros cuadrados de suelo español”.