Bailar pegados no es bailar

| Los nuevos ritmos abolieron la costumbre y los jóvenes de ahora ya no necesitan bailar juntos para conquistar. DJ`s de antes y de ahora confirman que las lentas ya no volverán

GABRIELA VAZ

La nostalgia, tan promocionada por estos días, puede dispararse por diversos motivos. Desde hace 28 años, quiérase o no, cada agosto encuentra a los uruguayos inmersos en una movida mediática que invita al recuerdo con una excusa difícil de ignorar: la música. Así, los old hits y la recreación de los bailes "de antes" que pululan por todo el país se vuelven el estímulo ideal para añorar viejas épocas. Y en esta resurrección de costumbres desechadas y sustituidas, se erige un olvidado por excelencia: las lentas.

La aparición de los temas melódicos, aptos para bailar pegadito al sexo opuesto, eran antaño el momento más esperado por muchos de los que llegaban a la pista, abrían el juego para el acercamiento casual -o no tanto- y, según opinan algunos, también dejaban en evidencia la habilidad del Dj para manejar los climas de la fiesta.

Pero hoy todo ello es parte del pasado. Y aunque esta Noche de la Nostalgia volverá a crear escenarios ideales para las lentas, lo cierto es que esa costumbre ya nada tiene que ver con los hábitos de los jóvenes de hoy en día, cuando ni siquiera es frecuente bailar en pareja.

¿A qué se deben estos cambios? ¿Es tan sólo una cuestión de tendencias musicales o acompaña una modificación más global? ¿Volverá la época del bailar pegados o, por el contrario, cada vez será un hábito más individualizado? Varios entendidos hablaron con el DS y ensayaron algunas respuestas.

CONQUISTA. Una característica de las lentas era que se volvían el momento más idóneo para que él se aproximara a ella y le dijera al oído lo mejor que se le ocurriera en plan conquista. Actualmente, ya no hay lentas que propicien ese minuto perfecto y, a decir verdad, tampoco parecen necesarias a esos efectos. Mientras algunos creen que se trata de una pérdida del romanticismo, otros piensan que hoy simplemente las cosas se dan con más naturalidad y menos formalismos.

Para el Dj Arthur Martin, ícono de oldies melódicos y actual propietario del boliche La Barraca, "bailar juntos como forma de acercarse al otro sexo es propio de otra época, de inhibiciones y conservadurismo, y ya cayó en desuso. Hoy basta una mirada, no para ser romántico, sino directamente para ir mucho más allá. Todo es más directo; te mirás y las palabras huelgan".

Algo parecido opina el relacionista público y empresario Alfredo Etchegaray. "Hace muchos años, para que un hombre lograra concretar sus objetivos de seducción carnal, el proceso tenía muchos pasos y era lento. El baile lento y ese hamacarse suavemente, respirar con proximidad, era una sutil manera de romper las barreras e iniciar una atracción. Claro que había más prejuicios; era impensable ver en un medio de comunicación publicidad de preservativos. Los lentos eran uno de los primeros pasos de la seducción y hoy ya no es necesario. Hay parejas que llegan a avanzar mucho sin llegar siquiera a conocer sus nombres. Es más espontáneo e instintivo pero menos romántico".

Pero claro que los cambios en los ritos de acercamiento al otro no son toda la explicación para la desaparición del bailar pegados a un son melódico. De hecho, algunos señalan que los motivos obedecen a algo más global e, incluso, que se trata de una evolución "de cabeza".

EVOLUCIÓN. En la fiesta de Océano FM, que podría llamarse "la original" debido a que la organiza el director de la radio, Pablo Lecueder, -a quien hace 28 años se le ocurrió crear una Noche de la Nostalgia- se conforman dos pistas, una de ellas exclusivamente dedicada a los temas lentos. "Tratamos de mantener algunas cosas clásicas de lo que era antes salir a bailar. Antiguamente los Djs hacían las clásicas bajadas, volvían a la música rápida y luego cerraban otra vez con lentas. Era una habilidad saber llevar la pista de un clima a otro. En el 78, cuando surgió la Noche de la Nostalgia, hacíamos eso, pero con el pasar del tiempo se fue terminando. Luego nos pasó que la gente reclamaba las lentas, pero cuando las poníamos otros venían a pedirnos que las sacáramos. Entonces tomamos una decisión salomónica: creamos dos pistas -una de lentas y otra de rápidas- y que cada uno elija", sostiene el encargado de institucionalizar la nostalgia en nuestro país.

Si bien afirma que cada etapa tiene siempre sus pros y contras, Lecueder destaca como positivo el haber desterrado algunas costumbres poco democráticas. "Antes una chica tenía que esperar que alguien la sacara a bailar y sino, no salía. Lo mismo le podía pasar a un chico, que si invitaba a alguna que ya estaba programada se quedaba sin cita. Era típico salir con una chica y pedirle: ¿no tenés una amiga para mi amigo? En ese sentido hoy es mejor porque no dependen de nadie, salen en grupo, se divierten y es mucho más democrático".

De la misma manera lo ve la Dj Paola Dalto, quien actuará este 24 en la fiesta del Complejo Central. "Creo que ahora es más descontracturado, no importa si vas solo, en pareja, en grupo o si llegas a encontrarte con alguien. Tampoco llama la atención que alguien baile solo en la pista. A la gente joven no le pasan lentas hace décadas. Se pierden lo que era "ir a apretar", pero hoy hay otras formas de acercarse y eso quedó en el recuerdo. Todo evoluciona y ya no es difícil acercarse a una chica".

En una tesis menos optimista, algunos opinan que la desaparición del bailar lentas en pareja no escapa al fenómeno de la globalización y la despersonalización que en cierta forma acarrea la vida cotidiana. Alfredo Etchegaray es uno de los que sostiene que la falta de tiempo debida a la vorágine de la actualidad es un factor preponderante en esta cuestión. "La tecnología logró mayor interacción pero volvió todo más vertiginoso y puso una mayor presión en el consumo. Hoy todos corren para renovar una PC o un celular. Antes la gente hablaba con menos personas pero meditando, pausadamente, con más tiempo. Hasta a la hora de salir, no hay tiempo". Según el empresario, precisamente ese ir y venir constante es el que no da cabida a un momento de lentas en un boliche.

Pero además de las modificaciones en hábitos amorosos y otros más globales, no hay que olvidar lo más específico en este tema: los cambios musicales. Aunque quizá la raíz de estos cambios se encuentre en el mismo lugar que para los otros mencionados. Al menos, así lo entiende Arthur Martin. "Se dejó la lírica y la melodía para obtener el ritmo, y el ritmo difícilmente pase por lo lento. Salvo honrosos países como Brasil o algunos africanos, que pueden darse el lujo de ritmos intimistas o románticos, hoy se buscan ritmos cadenciosos, golpeados, con movimiento. Hay un cambio que no obedece a nada único y singular, sino a nuevas formas de la sociedad de encarar la vida. Las canciones lentas en general siempre deben tener una creatividad lírica y de melodía mucho mayor que una canción donde el grito, la guitarra, la expresión agresiva y aguerrida es la forma de comunicar. La sociedad no tiene hábito de lentas porque ya no las precisa".

Para el Dj Alvaro Quartino, quien ha pasado 20 años entre bandejas y fue testigo de muchos de los cambios musicales que vivió nuestro país, la respuesta a varias de estas interrogantes es una sola: "el mundo ha evolucionado, en todos los ámbitos de la vida, incluida la diversión de la noche".

El experiente Dj resume la modificación de este último ítem en el paso del concepto de boite al de discoteca. "Creo que el cambio radical fue el de la música. La Noche de la Nostalgia es un reflejo de la noche de las boites, que eran espacios más chicos y oscuros, sólo para mayores de 18 años, donde solamente se ingresaba en pareja y se llegaba más temprano. Todo era más formal. Hoy está instalado el concepto del club o discoteca: lugares con música personalizada, abiertos y luminosos. La gente se ve y no está mal si te encuentran dándote un beso o bailando alocadamente, divirtiéndote. Es una evolución mental, de cabeza".

SIN RETORNO. El primer escalón en los cambios de hábito a la hora de salir a bailar se dio en los 90, dice Quartino, con la aparición de la discoteca Space en Punta del Este. "Antes de eso nadie hablaba de Relaciones Públicas, áreas VIPs, de bailar arriba de un cubo o de promociones vía flyer. Todo ello fue una tendencia europea, específicamente de Ibiza".

Otra característica de hoy es la importancia que ha cobrado la figura del Dj, que podía tener un lugar destacado en algunos boliches emblemáticos, como Zum Zum o Lancelot, pero que en general quedaba bastante desplazado. Por otro lado, ante la inexistencia de MTV o Internet, era la radio la que marcaba las tendencias musicales. "A partir de esos cambios, que se han dado a nivel mundial, se adquieren nuevas tendencias. Se han acortado las distancias. La evolución es muy rápida; todos tienen acceso a la música y hay otra velocidad".

En este sentido, lo unipersonal ha ganado terreno y es uno de los motivos más fuertes para pensar que difícilmente las generaciones actuales vuelvan a las lentas. "No creo que estas etapas sean cíclicas. De hecho, cada vez va a ser más impersonal. En un futuro -tal como ya sucede hoy en algunos lugares de Europa y Estados Unidos- se va a concurrir a un boliche y cada uno va a poder seleccionar su música, con sus propios auriculares. Los espacios van a tener una personalización hacia lo que cada uno desee".

Con algunos matices, lo mismo opinan todos los consultados. La Dj Paola Dalto tampoco cree que esa época vuelva. "Me parece que va por otro lado, se manejan otros códigos en este momento. Es más fácil ir a preguntarle a un chico o chica por el piercing que tiene en la cara que pedirle si "quiere bailar esta pieza"". Para Arthur Martin, el "efecto globalizador en el cual estamos inmersos hace que resulte más fácil copiar modismos que crearlos. Difícilmente se realice un cambio si no se da en otro lado". Y hasta el "Fata" Delgado coincidió. Uno de los mayores íconos de la música tropical en nuestro país -género que se nutre de la diversión para bailar en pareja- también considera que la moda de las lentas no volverá. "Tendría que darse una tendencia mundial, pero el mundo está muy bailable y no demasiado romántico".

El ritual olvidado de salir en pareja

Cuando en 1978 a Pablo Lecueder -que por entonces tenía apenas 21 años- se le ocurrió la idea de crear un baile con la nostalgia como excusa, nunca imaginó que con el tiempo el 24 de agosto se convertiría en sinónimo de fiesta nacional. No obstante, el llamado "creador de la Noche de la Nostalgia" no se cansa de repetir que él apenas "descubrió" algo que los uruguayos debían tener.

"Es un día para recordar y se mezcla todo. No se trata sólo de los 70, los 80 o un tipo de música en particular. Cada uno va a recordar lo que quiera, lo que le gusta, lo que haya vivido en su tiempo. Para uno, una canción de Los Beatles va a significar algo y para otro sólo será divertido bailar "esa música vieja". La idea de una noche de la nostalgia era tratar de recrear un momento especial de la vida, asociado a cierta música. Hay determinados temas que no tienen que ver con que te gusten o no, sino que simplemente te hacen recordar algo especial", señala Lecueder.

La fiesta de Océano FM se caracteriza no sólo por ser la primera, sino por implementar algunas costumbres bien clásicas de antes. Entre ellas, tiene dos pistas, una de temas rápidos y otra reservada para los lentos. Según cuenta el organizador, aunque la pista de lentas no es la que tiene más éxito, hay gente que se queda en esa toda la noche. Además, una condición es llegar en pareja, sí o sí. "Antes estaba mucho más presente la relación de pareja que la cuestión de grupo. A mi me encantaba salir en grupo, pero a bailar se iba en pareja. A la fiesta de Océano vienen personas de todas las edades, desde gente muy joven hasta los clásicos que vienen siempre y son quienes agotan la mitad de las entradas enseguida. Está bueno porque los mayores estaban acostumbrados a salir así y a los jóvenes les divierte probar eso distinto".

Entre las múltiples propuestas que habrá este jueves a la noche hay de todo. La Dj Paola Dalto será la residente de la fiesta que este año tendrá lugar en el flamante Complejo Central y la cual estará orientada a generaciones más jóvenes. "La organizamos hace cuatro años y es la única de disfraces. Es itinerante -se ha hecho en distintos lugares-, se hacen concursos y está orientada a las generaciones que no están contempladas en la mayoría de las fiestas. Paso música de los 90s y algo de 80s, entonces los veinteañeros bailan sus propios oldies. Se llama "Reíte de la nostalgia" porque no podemos creer que bailábamos Jazzy Mel o Machito Ponce".

Por su parte, entre ritmos más tropicales, Fabián "Fata" Delgado también tiene tiempo para la añoranza. El líder de Los Fatales recuerda que en la época en que salía a bailar siempre estaba esperando las lentas para sacar a alguna chica, pero asume que hoy todo es más liberal y considera que los cambios pasan básicamente por una cuestión musical. "La música manda. Si cambia eso, cambia también el estilo de la gente. Claro que en la música tropical siempre se bailó en pareja, juntos. Es la idea y eso no va a cambiar".

El lugar para la nostalgia del Fata se adelantará un día este año, cuando el miércoles llegue al Teatro El Galpón con las voces originales de Karibe con K.

Lo dijo

"Bailar juntos es propio de otra época, de inhibiciones, y ya cayó en desuso. Hoy basta una mirada, no para ser romántico, sino directamente ir mucho más allá". Arthur Martin.

"El baile lento, respirar con proximidad, era una sutil manera de romper las barreras e iniciar una atracción. Hoy ya no es necesario". Alfredo Etchegaray.

"A la gente joven no le pasan lentas hace décadas. Se pierden lo que era "ir a apretar", pero hoy hay otras formas de acercarse y eso quedó en el recuerdo", Paola Dalto.

"Antiguamente los Djs hacían las clásicas bajadas, volvían a la música rápida y cerraban con lentas. Era una habilidad saber llevar de un clima a otro". Pablo Lecueder.

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