Por Analía Filosi
Con 20 años se mudó a Los Ángeles para convertirse en cineasta, lo que había soñado toda su vida. Pasó de ser asistente de producción en películas hechas con muy poco dinero a cumplir la misma función en films de gran presupuesto como El rey Escorpión. Se convirtió en asistente de montaje de programas de TV y un buen día decidió gastar todos sus ahorros en un cortometraje que escribió y dirigió.
¿Resultado? Mientras hacía ese corto, Bill Haderno dejó de pensar: “Esto es una mierda. Es malísimo”. La alternativa era volver a su Oklahoma natal, cosa que no quería por nada del mundo. En un acto desesperado, como él mismo lo define, se anotó en un curso de actuación que daban en el Second City de Los Ángeles. “Y descubrí que actuar se me daba bien”, contó a Fotograma.
“Fue muy raro. Me había pasado diez años de mi vida golpeándome la cabeza contra la pared intentando dirigir una película. Era una obsesión, lo único en lo que pensaba. Y de repente, pocos meses después estaba en Saturday Night Live (SNL). No daba crédito”, agregó sobre la decisión que marcó su vida.
Nada mal. Entró nada menos que a ese semillero de comediantes de la televisión estadounidense que es SNL, al que muchas estrellas se mueren por ir como invitados. Es como el certificado de que alcanzaron la fama o la popularidad.
“Pensé que sería una buena historia a contar a mis nietos: ‘Su abuelo hizo una prueba para entrar en SNL’”, señaló Hader sobre lo que fue el primer casting de su vida. Menuda sorpresa cuando le dijeron que había quedado. “¿Qué? ¿Cómo? ¿Es una broma?”, pensó.
Y siguiendo con su particular humor, recordó que sus primeras cuatro temporadas en SNL fueron estresantes. “Solo pensaba que en algún momento alguien se daría cuenta de que alguien se había equivocado al contratarme…”, dijo a Fotograma.
Fueron 14 años, entremedio de las cuales se fueron mechando películas de cine y series de TV de distinto género y con distinta suerte. También prestó su voz a personajes animados de films tan conocidos como Toy Story, Intensa-Mente o Angry Birds o series como South Park o Los Simpsons.
Una escalera que fue subiendo escalón por escalón y que hoy lo tiene muy arriba en la consideración del público y la crítica gracias a Barry, la comedia de HBO escrita, dirigida, producida y protagonizada por él que se despide este año. En ella Hader es un temible asesino a sueldo que empieza a estudiar actuación, lo que provoca situaciones bastante absurdas y de humor por momentos muy negro.
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Inquieto.
Hader nació en Tulsa, Oklahoma, el 7 de junio de 1978. Algo de su inclinación por el arte la heredó de sus padres porque su madre era maestra de baile y su padre, si bien era dueño de una compañía de transporte aéreo, tuvo sus experiencias como comediante ocasional. Quizás por eso siempre apoyaron ese deseo irrefrenable que tenía por transformarse en director.
Le costaba concentrarse en clase y pasaba el tiempo leyendo o viendo películas. Así que terminó por abandonar la universidad, hacer las valijas y marchar a Los Ángeles. Sus gastos los costeó con el dinero que estaba destinado a su educación terciaria.
Fue asistente de producción, primero, y de dirección, después, hasta llegar a ponerse delante de la cámara en historias donde predominaba más el humor que el drama.
Hasta que llegó 2014 y sorprendió con The Skeleton Twins, un dramedy independiente que protagonizó con Kristen Wiig, compañera varias veces en SNL. Esta historia sobre dos hermanos mellizos que se reencuentran después de sendos intentos frustrados de suicidio ganó como Mejor Guión en el Festival de Cine de Sundance.
Admirador de Monty Python, la comedia británica y las películas de Mel Brooks y Woody Allen, entre muchos otros directores que van de Martin Scorsese a Akira Kurosawa —y la lista es larga—, nunca abandonó las comedias. Entre ellas se recuerda Esta chica es un desastre, como “galán” de Amy Schumer, pero dirigido por otro de esos que comparten su particular humor: Judd Apatow. Consiguió estar nominado a los Critics Choice Award como Actor de Comedia.
Los premios llegarían y de a montones por Barry que, por solo mencionar algunos, le reportó dos Emmy y dos Critics Choice Awards como actor; tres premios del sindicato de directores (DGA) y dos del sindicato de guionistas (WGA).
“Los premios, como las buenas cifras de taquilla o las críticas positivas, están bien, pero están fuera de mi control. Lo aprendí en TV: son como el tiempo. ¿Hay sol? Perfecto, pero no vas a ir por la calle gritando ‘¡hace un lindo día!’ Lo disfrutás, claro, pero nada asegura que se repita mañana. ¿Cómo puedo conseguir que vuelva a brillar el sol? No se puede planear, solo pasa”, ha dicho.
A Barry la co-creó con Alec Berg en 2018 y desde entonces todos son elogios para una comedia que cierra este año.
Con ella Hader se ha sacado más de un gusto, como contar con su muy admirado director Guillermo Del Toro haciendo una participación en el tercer capítulo de esta temporada. “Es alguien muy chistoso, incluso trajo su propio bastón para su personaje”, comentó sobre este episodio.
Él sigue sin creérsela y así se lo manifestó a El Universal: “Es una locura pensar esta trayectoria de haber iniciado en SNL y luego estar haciendo Barry; es muy extraño. Se siente como otra vida, como si habláramos de otra persona. Ha pasado ya un tiempo, pero si no hubiera estado en SNL nunca hubiera podido haber hecho Barry”.
Las despedidas son amargas, eso también lo reconoció la noche que se lanzaba la temporada final: “Estoy triste de tener que decir adiós a todos los que hicimos Barry. Todo lo que he hecho de manera creativa en mi vida me ha llevado a esta noche”. Y no olvidemos que lo consiguió siendo también el director que siempre soñó ser.
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En Pareja con la protagonista de "Bronca"
Hace unas semanas, Bill Hader confirmó a través de su representante que está de novio con Ali Wong (40), la protagonista de otra exitosa comedia negra, en este caso de Netflix: Bronca.
Ella viene de separarse de Justin Hakuta, con quien estuvo en pareja 8 años y tuvieron dos hijos; en tanto Hader es padre de tres hijos que tuvo con su ex esposa, Maggie Carey, de quien se divorció en 2018.