NOMBRES

Mucho antes que Xuxa, Bruna Lombardi era el rostro más bello de la televisión brasileña. Y al igual que la reina de los bajitos, detrás de esa fachada había mucho más: una mujer inteligente, culta y exitosa.

Bruna Patricia María Teresa Romilda Lombardi (69 años) es una escritora, modelo y actriz de cine y televisión brasileña que carga con una carrera de casi medio siglo. Es hija del fotógrafo y cineasta italiano Ugo Lombardi y de la actriz austriaca Yvonne Sandner. Y está casada con el actor y director Carlos Alberto Riccelli, con quien tiene un hijo llamado Kim, también actor. Con ellos vivió mucho tiempo en Los Ángeles, Estados Unidos.

Durante su etapa en la Rede Manchete, a principios de los noventa, la talentosa Lombardi fue la encargada de conducir el programa de entrevistas más importante de esa cadena. Gente de Expresión puso cara a cara a la blonda con varias personalidades, proponiendo siempre una conversación franca y directa, en la que desde el comienzo demostró que era mucho más que una cara bonita.

En ese espacio televisivo, entrevistó a grandes figuras brasileñas como el cantante Tim Maia, el escritor Paulo Coelho y la navegante Amyr Klink, además de varias celebridades internacionales como las estrellas de cine George Clooney, Meryl Streep, Dustin Hoffman, Jean-Claude Van Damme y Mel Brooks; los músicos Stevie Wonder, B.B. King, Robert Plant y Kenny G, y bandas como Sepultura, Kiss y Aerosmith.

Una de sus entrevistas más memorables fue la que le hizo a un entonces cuarentón Donald Trump en 1993, veinticuatro años antes de que el empresario se transformara en presidente de los Estados Unidos. Y no fue memorable por las respuestas de Trump que, vistas con el diario del lunes, muestran cierta discontinuidad en su pensamiento (dijo entre otras cosas que no le interesaba ser presidente de su país), sino porque el millonario quedó obnubilado por la belleza de la periodista, a la que intentó seducir sin importarle que la cámara se encontrara encendida. Trump solo le confirmó su fama de galeanteador contumaz.

El expresidente de los EE.UU. no fue el único que flirteó a la conductora brasileña en vivo.

En pleno auge del glam y el pop rock, Jon Bon Jovi se transformó, con su grupo homónimo, no solo en un ícono musical, sino también en un referente de la belleza masculina. Lombardi consiguió una exclusiva con el intérprete de Livin’ On A Prayer en su camerino, en 1993, la cual se grabó en dos partes: una antes y otra después de una actuación de la banda.

En un momento, la presentadora lo interrogó sobre qué tipo de mujeres eran de su interés, a lo que el cantante respondió que le gustaban las “fogosas”, sin importar su característica física. Pero Lombardi insistió con su pregunta apuntando más al contenido y no tanto al envase, a lo que (el también carilindo) Bon Jovi contestó diciendo que la entrevistadora era “una mujer cara” y que tendría que gastar “mucho dinero” para hacer feliz a alguien como ella.

La rubia cambió su semblante y le salió al cruce: “Ya tengo suficiente dinero, no necesito dinero de ningún hombre. ¡Tengo mi propia carrera!”, le espetó. El músico, visiblemente molesto, sonrió con su inmaculada dentadura y la trató de arreglar diciéndole que era “una mujer muy fuerte”, a lo que su interlocutora le respondió: “¡Puedes estar seguro de ello!”. (La entrevista puede hallarse en Youtube bajo el título El día que Bruna Lombardi le quebró los dientes a Bon Jovi).

Lombardi hizo su debut actoral en 1978 en la película A Noite dos Duros. Participó en telenovelas como Vidas robadas, De cuerpo y alma, El quinto infierno y en la miniserie Avenida Paulista. Alcanzó mayor popularidad después de protagonizar la serie Mandrake de HBO, y se la vio en otras producciones internacionales como All About Happiness, The Sign of the City y Love in Sampa, algunas de las cuales produjo ella misma.

En 1991 fue considerada como una de las mujeres más bellas de Brasil al posar para la revista Playboy.

También se ha destacado en el campo literario con la publicación de novelas y libros de poesía como No Ritmo Dessa Festa, Gaia y O perigo do dragão. Y escribió la letra de la canción Sozinho na cidade, interpretada por Caetano Veloso, cuya música fue compuesta especialmente por su marido para una de las películas que dirigió, O signo da cidade, protagonizada por la propia Lombardi.

Actualmente vive junto a su marido “de toda la vida” en Sao Paulo (lo conoció mientras trabajaba en la telenovela Aritana de 1978) y está al frente del blog Rede Felicidade, un punto de encuentro interactivo cuyo propósito es promover el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu. “Estamos en un mundo cambiante y necesitamos repensar los valores. Despertar a una nueva conciencia. Queremos valores verdaderos que nos muestren un camino posible, que nos hablen al corazón”, dice Lombardi en este espacio tan íntimo como comunitario.

Varios expertos y profesionales publican sus columnas en Rede Felicidade, y el éxito del blog ha sido tal que ha transformado a Lombardi en una prestigiosa y requerida conferencista.

Sus palabras son fuente de inspiración y encierran, con seguridad, varias verdades: “Siempre he creído que todo en el Universo está conectado. (...) En esta interconexión, la felicidad del otro es fundamental para la mía, así como el dolor del otro me afecta inevitablemente. Y el amor es el mayor poder que une todo. Nadie está aislado. La energía del todo, del que formamos parte, es el resultado de la energía que irradia y emana de cada uno de nosotros. Y cada uno de nosotros es único y muy importante. Eres único en tu historia, en tu huella digital, en el iris de tus ojos, en tu destino, en el latido de tu corazón. Somos reflejos del mundo que creamos. Y cuanto mejor y más conscientes seamos, más marcaremos la diferencia. Cada uno es único en su misión”.

Para muchos, sus reflexiones son impactantes, como lo sigue siendo su figura, pisando los 70. El mes pasado subió a su Instagram una fotografía en la que se la ve únicamente con una chaqueta sobre su cuerpo desnudo. Allí habló sobre la importancia de cultivar la sexualidad: “Es nuestra energía creativa, nuestra expresión en el mundo, nuestro arte”, sentenció. Y volvió a meterse a sus millones de seguidores en el bolsillo.