El inmenso Mar Caribe no se agota en Cancún ni en Playa del Carmen, ni en Punta Cana o San Andrés. Es más, por toda la región hay playas igualmente cristalinas y espectaculares que ofrecen vacaciones sin un turismo masivo.

Aquí les presentamos cinco destinos aún poco explorados y con una larga lista de atractivos que vale la pena visitar el próximo año, como Bocas del Toro, en el Caribe panameño; la pacífica Placencia, en el sur de Belice; el lujoso Moskito, en las Islas Vírgenes Británicas, la isla del megaempresario Richard Branson; y otros dos paraísos naturales: Península de Samaná, en República Dominicana; y Cayos Cochinos, en Honduras.

Conocido como puerta de entrada a otros destinos, tanto en Centroamérica como en Estados Unidos, Panamá puede sorprender a los viajeros en busca de algo nuevo. Uno de sus encantos es Bocas del Toro, un archipiélago de siete islas ubicado en el norte del país, a 45 minutos de vuelo desde la capital,Ciudad de Panamá. Con playas de aguas cristalinas, un bosque tropical virgen y una gran diversidad de experiencias, la región es una buena opción para unas vacaciones o incluso una escapada de pocos días.

Desde la isla principal, llamada Colón, es posible partir en lancha o velero y visitar islas desiertas, disfrutar de bares al son de la cumbia, conocer locales alegres y hasta degustar gastronomía con varios acentos.

Para hospedarse, La Coralina Island House es la opción para aquellos que buscan privacidad, un servicio amable y alojamiento en lujosas villas que pueden alcanzar los 150 metros cuadrados.

Durante el día, los visitantes están invitados a disfrutar de la piscina infinita o un masaje de reflexología en el spa, o a pedalear por caminos de arena para visitar las playas vecinas. Por la noche, podrás ver la llegada de la luna reflejada en el mar, mientras disfrutas de una deliciosa comida bajo el cielo estrellado.

Destino para los viajeros más experimentados, Belice está lleno de sorpresas. En este país de poco más de 400 mil habitantes y dividido en seis regiones, cada una con diferentes atractivos turísticos -como bucear en una cueva sumergida, ver monos aulladores y aves de las más diversas especies y sorprenderse con ruinas mayas-, es posible descubrir lugares como Placencia.

Se trata de un antiguo pueblo de pescadores con sus casas coloridas, mar transparente y arena fina, Placencia ofrece uno de los destinos más increíbles para practicar esnórquel y buceo: Belice tiene una de las barreras de coral más grandes de todo el mundo.

Algunos tours también ofrecen avistamiento de tiburones ballena en viajes a pequeños islotes de la región. Para los que prefieren algo en tierra, pueden recorrer un sendero en la selva y ver de cerca un santuario de jaguares, uno de los símbolos del país.

En lo que respecta al alojamiento, el hotel Turtle Inn se encuentra en Placencia, propiedad del cineasta Francis Ford Coppola. Alojarse en una de sus suites balinesas con techo de paja y disfrutar de uno de los vinos de la bodega, todos de la marca Coppola, directamente de su viñedo de California, es un placer de exclusividad. Para aquellos que quieren algo aún más único, pueden quedarse en Gladden Island, una isla que recibe solo cuatro invitados a la vez.

Llegar a las Islas Vírgenes Británicas puede no ser una tarea fácil, por eso no es un destino obvio. Pero tras dos vuelos y un viaje en lancha rápida, es posible aterrizar en paraísos tan originales como Moskito, la segunda isla del empresario británicoRichard Branson en el Caribe.

En 2022, el destino abrió su cuarta propiedad de alquiler vacacional, The Village. Ubicado en lo alto de un acantilado, con impresionantes vistas al mar turquesa de la región y su isla hermana, Necker (donde vive el propio Branson), el lugar es mucho más que una casa de verano: es un verdadero patio de recreo para sus visitantes, aquellos que pueden gastar hasta US$ 171 mil por noche.

Hay actividades en todo momento: en el mar, los vientos soplan perfectamente para los amantes del kitesurf y las lanchas rápidas se llevan a los valientes aficionados al esquí acuático y al wakeboard. También puedes practicar submarinismo o esnórquel, o llegar lejos a bordo de una tabla de paddle surf. En tierra, los senderos ofrecen verdaderos descubrimientos en el bosque tropical y dos canchas de tenis con instructores galardonados que pueden ayudarte a entrenar.

The Village tiene capacidad para 18 huéspedes en sus suites y villas diseñadas para integrarse completamente con el clima. No faltan las amenidades de lujo y, además de relajarte con un masaje en la intimidad de tu habitación, hay una piscina infinita con tobogán, una cómoda sala de cine y una cabina de DJ rodeada de luces LED.

En la costa noroeste de la República Dominicana se localiza la península de Samaná, un paraíso natural que alberga una extensa vegetación y diversas playas vírgenes de arena blanca y aguas cristalinas que serán del disfrute de todos.

Playa Rincón ha sido considerada por la Unesco como una de las playas más bellas del mundo, aunque la península alberga una de las zonas más desconocidas del país: la Bahía de las Águilas.

En Samaná también puede encontrarse el impresionante Parque Nacional Los Haitises conformado por un bosque subtropical, manglares, cuevas, senderos y cascadas. La cereza de la torta tiene lugar en época invernal con el avistamiento de ballenas jorobadas (hay un museo de ballenas en Santa Barbara que promueve la preservación de la especie y del ecosistema marino). La visita a este Parque Nacional se realiza en barco, desde la marina de Samaná, y es un espectáculo natural que nadie puede perderse.

Aquí también se encuentra el Salto del Limón, uno de los saltos de agua más fotografiados del Caribe. El agua se precipita desde unos 50 metros de altura y en su caída forma una piscina natural que permite darse un refrescante chapuzón. Se puede llegar hasta el Salto del Limón realizando una caminata, aunque la mayoría de los turistas optan por la excursión a caballo o en mula, abriéndose paso entre la exuberante vegetación.

También denominado como Santuario Marino de Cayos Cochinos, este archipiélago situado en la costa norte de Honduras es uno de los lugares más espectaculares del Caribe. Se encuentra conformado por dos islas y 13 cayos más pequeños de origen coralino. Su arrecife de coral es el segundo más grande del mundo.

En una de las islas, en Cayo Chachahuate, habita una comunidad de pescadores garífunas donde se puede almorzar un sabroso pescado frito en aceite de coco, acompañado con arroz y frijoles y tajadas de plátano.

También se puede disfrutar de una bebida preparada con raíces, hojas y corteza de plantas y licor que tiene propiedades medicinales y afrodisíacas. Los garífunas le dan vida y sabor al bello islote con su música contagiosa.

Si te gusta la aventura, podés explorar Cayo Mayor a través de sus múltiples senderos. El más interesante conduce hasta el faro. En un día despejado, tendrás una maravillosa vista de los cayos y sus alrededores. En Cayo Menor podés hacer voluntariado científico en el centro de investigación de la Fundación Cayos Cochinos. Allí se puede conocer la fauna del lugar como la boa rosada (mucho más pequeña y pacífica que la boa común) y el jamo negro, un reptil familiar de las iguanas.

¿Convencido de explorar el Caribe más allá de los paquetes turísticos convencionales?