SALUD
No está claro el motivo por el cual esta bebida estimula la evacuación, pero la rapidez del efecto sugiere que hay una intervención del cerebro, dice un estudio.
Como abrir las persianas y meterse a la ducha, una taza de café activa a las personas por la mañana de más de una manera. Esta bebida reconfortante aumenta los niveles de estimulación? con una dosis de energía y, para mucha gente, enciende rápida y confiablemente la actividad intestinal y una necesidad urgente de evacuar. Sin embargo, debido a la popularidad del café, es sorprendente que sepamos tan poco sobre su efecto en el tracto gastrointestinal, dijo Robert Martindale, director médico de servicios de nutrición hospitalaria en la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón.
Algunos estudios sobre el tema -por lo general pequeños, antiguos y limitados- han sugerido que probablemente no es la cafeína lo que impulsa las ganas de ir al baño. Un artículo publicado en 1998, por ejemplo, reveló que el café descafeinado tenía un efecto igualmente estimulante en el colon que el café con cafeína, mientras que no sucedió lo mismo con una taza de agua caliente.
El café es una bebida compleja que contiene más de 1000 compuestos químicos, muchos de los cuales tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Y determinar cómo impacta en los intestinos es un desafío. Lo que sí sabemos es que el café no afecta a todas las personas del mismo modo.
También, que una respuesta del intestino al café puede suceder con mucha rapidez. En un estudio publicado en 1990 en la revista Gut, algunos voluntarios accedieron a que se les introdujera una sonda detectora de presión en el colon para medir las contracciones del músculo intestinal antes y después de tomar una taza de café. Entre quienes dijeron que el café solía estimular la evacuación, la sonda mostró un incremento significativo en la presión a los cuatro minutos de beber café, mientras que las personas no responsivas no presentaron cambios en la actividad del colon.
Que beber una taza de café logre estimular ambos extremos del tracto gastrointestinal en unos minutos significa “que probablemente atraviesa el eje intestino-cerebro”, dijo Martindale. Es decir, que la llegada del café al estómago envía un mensaje al cerebro que a su vez “estimula al colon para que diga, ‘bueno, mejor nos vaciamos porque vienen cosas hacia abajo’”, explicó. El café en sí mismo se movería por los intestinos con mucha más lentitud y demoraría al menos una hora en recorrer el largo camino del estómago a través del intestino delgado hasta el colon.
Esta comunicación entre el estómago, el cerebro y el colon, llamado reflejo gastrocólico, es una respuesta normal a comer. Pero beber café parece tener un efecto desproporcionado; un estudio publicado en 1998 halló que 200 gramos de café estimulaban contracciones colónicas similares a las que inducía una comida de 1000 calorías. Los investigadores han hecho la hipótesis de que la comunicación intestino-cerebro del café probablemente sea causada por uno o más de muchos de sus químicos, y tal vez sea mediada por algunas de nuestras propias hormonas, que tienen papeles importantes en el proceso digestivo, como la gastrina o la colecistoquinina; ambas pueden elevarse después de beber café.
Aunque el mecanismo no está claro, los efectos del café en el intestino bien pueden ayudar a algunas personas, entre ellas las que se recuperan de ciertos tipos de cirugía. El deterioro de la función intestinal es común tras las operaciones abdominales, por ejemplo, lo que puede causar hinchazón, dolor y la incapacidad de pasar gases o tolerar alimentos.
Un análisis de 2020 combinó los resultados de siete estudios clínicos y encontró que beber café permitía a los pacientes que se sometieron a cirugía colorrectal o ginecológica tolerar alimentos sólidos en promedio 10 a 31 horas más pronto, respectivamente. El café también redujo el momento en que presentaron su primera evacuación intestinal por un promedio de 15 a 18 horas.
“Un par de sorbos de café pueden ser suficientes. No hace falta tanto”, dijo Martindale, quien con frecuencia ofrece a sus pacientes una taza de café la mañana después de una cirugía. Martindale también sugiere café, junto con otros cambios de dieta, al asesorar a pacientes con estreñimiento crónico.