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A la hora de preparar las maletas para irse de vacaciones o de viaje por trabajo debe ser práctico y recordar siempre los límites de equipaje en la aerolíneas.
Viajar ligero y sin desperdicios fijaron sus raíces en la industria del turismo; de ahí que empacar las valijas para estas vacaciones aterriza con nuevos hábitos, más aún en época de pandemia por el covid. “Empacaremos pensando en cómo la familia, la pareja o uno piensa disfrutar ese momento y, de esta manera, identificaremos a qué queremos darle prioridad, qué queremos vivir y tendremos mayor claridad al elegir qué llevaremos”, expresa la cofundadora de Las Ordenautas, el joint venture de talleres y asesorías personalizadas sobre orden de acuerdo con el método Konmari de la musa de la organización Marie Kondo.
Para la abogada, socióloga y ordenauta Lina Pinzón, es clave no abrumarse con el proceso de empaque ni con los escenarios probables (y, por lo general, asociados a la carencia u olvido de algún elemento de aseo, una prenda, etc.).
“No hay que preocuparse de llevar pocas cosas y empezar a guardar ‘por si acaso’. Confíe en la capacidad que tenemos de solucionar eventualidades. Si olvidó su cepillo de dientes -un clásico-, podrá comprarlo en cualquier tienda o supermercado. Se trata de aproximarse al momento de empacar con una intención relajada”, agrega.
Para disfrutar el viaje desde el inicio (no pasar la noche empacando) y no llevar más de la cuenta, Pinzón sugiere, en primer lugar, ser versátiles. Piense en la polifuncionalidad. Opte por las prendas con usos múltiples, como una salida de baño que funcione como vestido o el infaltable vestidito negro. Una camisa blanca, unos jeans y unos zapatos en buen estado salvan la pinta.
Piense en vertical. Si su maleta es rectangular, asuma que es un cajón del ropero que al abrirlo vea cada prenda. “Tan sencillo como llevar del cajón a la maleta porque sabe en dónde, por qué y cómo tiene cada cosa en el guardarropa”, añade.
Otro consejo es empacar por categorías. “Guarde ropa con ropa, lo electrónico como cables y cargadores en una cartuchera, un organizador para la ropa interior, una cosmetiquera para el maquillaje y el cuidado personal”, sugiere Pinzón, quien también considera empacar por atuendos para cada día, una opción válida y práctica cuando se viaja con niños.
“La máxima es que nos dé felicidad, alegría, gusto y tranquilidad, en el marco de la funcionalidad”.
Valija adecuada
Tanto la suitcase como la maleta dura, la carry on, la mochila o back pack, la weekender y el maletín desestructurado se empacan de una manera diferente. “Pero el común denominador es hacer un colchón al fondo (en la parte irregular) empacando las cosas pesadas al fondo para que la maleta gane estabilidad e ir metiendo las cosas menos pesadas arriba; otra opción es dejar a la mano las cosas del primer día y la primera noche y así sucesivamente”, agrega la diseñadora estratégica.
Si viaja con niños, estos deben responsabilizarse de sus cosas. Si le dejas armar su propia valija al niño, querrá llevar sus disfraces; pero si le dices que guarde tres pantalones y tres camisetas, él tendrá cierta libertad de elección entre las opciones de funcionalidad que le pones.
Tracy Arango, certificada en el método Konmari, comparte estos tips:
Revise su itinerario. A partir de las actividades que realice, decidirá el vestuario para empacar. “Si voy a un clima cálido, debo llevar el vestido de baño. O si voy a clima frío, a un destino de naturaleza o a la montaña y sé que hay probabilidades de hacer una caminata, debo empacar un abrigo (o lo llevo puesto); o si voy a un viaje con celebración incluida, debo llevar un vestido formal”, explica.
Evite peso de más. Tenga en cuenta que deberá trasladar la maleta de un lugar a otro. “Busque que no pese y no lleve productos líquidos porque pesan. Evite llevar el champú, y si no puede dejar de usarlo, reenváselo en frascos de silicona que no pesan o elija champús en barra que además son ecológicos”, recomienda Arango.
Enrolle la ropa. Los textiles más suaves y los jeans ocupan más espacio si van doblados; es mejor enrollarlos y ubicarlos en las partes altas de la valija; y al final, los zapatos, electrónicos, libros...