NOMBRES
La serie de Netflix la proyectó internacionalmente, pero la mexicana tiene una carrera de toda la vida y ahora se enfoca en volver a sus canciones.
"Vi una estrella fugaz y le pedí un deseo”. Danna Paola tiene seis años y cuenta, mientras come golosinas en su cuarto, que cuando tenía tres ya sabía que quería ser actriz. “Yo quise”. Danna Paola tiene seis años, charla con una presentadora de su país, México, que la visita, y dice que entonces, a los tres, sus padres le dijeron que si se portaba bien se cumplía su deseo. Danna Paola tiene seis años y ya es famosa en México por protagonizar la novela infantil María Belén. Dos colitas altas y rizos de colores, un carácter fuerte y una historia digna de una ficción de Cris Morena.
Así, clases de matemática, historia, literatura y demás en casa —fue un año al colegio y lo recuerda como un período difícil por el bullying que sufrió— su vida fuera de casa estuvo abocada a sus protagónicos desde la infancia. Después de María Belén fue Amy en Amy, la niña de la mochila azul, por ejemplo. Conforme iba creciendo fue desarrollando su carrera en las telenovelas y películas mexicanas como La doña, José José, Arráncame la vida o poniendo su voz para doblajes de personajes como Rapunzel en Enredados. Entonces apareció Netflix.
La fama del streaming
La primera vez que Danna Paola viajó a Madrid lloró en el avión. Era 2 de enero de 2018 y su viaje representaba el inicio de Élite, la serie que hizo de su carrera algo mucho más allá de la televisión mexicana, proyectándola internacionalmente con el personaje de la niña rica Lucrecia Montesino (ver recuadro). Lo primero que hizo fue visitar Puerta del Sol. Dos años después dice que Madrid le cambió la vida, que ese fue el avión que la llevó a encontrarse consigo misma, que ha sido una parte fundamental en su crecimiento como persona.
Lu, en la piel de una villana
“Lu llegó en un momento supercrítico a mi vida y perfecto también. Yo necesitaba salir de esta rutina, de la zona de confort y quería y tenía muchísimas ganas de hacer un personaje así. Nunca había tenido la oportunidad de interpretar a una mean girl, una villana”, decía Danna Paola a El País de Madrid en 2018 sobre su personaje en Elite. En 2020 y con la tercera temporada la actriz se despidió de Lucrecia Montesino. “Lucrecia también es un alter ego de mí misma que ni conozco”.
Élite también le dio a Danna Paola una familia por la amistad que generó con los otros actores del reparto. Cuenta a la revista Icon que el incesto que trata la serie entre Lucrecia y Valerio (Jorge López) fue más llevadero por el compañero con el que lo trabajó. “ Al principio me preocupó y pensé: ¿Quién me va a acompañar en esto? En el momento en que conocí a Jorge me quedé mucho más tranquila. Hicimos un clic instantáneo, se creó magia, fuegos artificiales. Salieron cosas de nuestras entrañas. Somos personas que nos queremos muchísimo y nuestro reto como actores era no frivolizar, no llevarlo al morbo. El amor es el amor”.
Y por Élite vinieron los millones de seguidores en Instagram y una vida privada bastante más difícil de ocultar. Enseguida que se fue de México disfrutaba del anonimato que tenía en España, hoy su nombre circula en revistas de chimento -lo último es su supuesto romance con Sebastián Yatra- y se encuentra con fanáticos hasta en París.
“Es mi día a día, no tengo otra cosa y no he vivido nada que no sea estar en el medio y salir a la calle y estar en el foro o tomándome fotos o salir a un concierto. Pero siempre intento traer y llevar a la par lo más tranquilo posible mi vida personal. Y mantenerlo lo más privado posible porque es lo único que me queda”, dice en el programa mexicano En sus batallas.
Forjar su independencia
Lo de Danna Paola y el mundo artístico es una relación de toda la vida. Hija de un músico mexicano, Juan José Rivera, creció en un hogar donde el canto era moneda corriente. La actuación fue más bien algo suyo, después de mirar Carita de Angel y sentir que quería ser la niña especial en una historia. Su madre la llevó a un cásting y, dice que por el impulso familiar y del universo, su sueño se cumplió. Su primer papel fue en Plaza Sésamo, a los cuatro años.
Para Danna Paola transformar el éxito de la infancia en una carrera firme es un desafío: “El mantenerte, el reinventarte, el siempre estar disfrutando a lo que te dedicas, es una batalla constante”. Desde perder recreos, la posibilidad de tener amigos del colegio, cumpleaños, excursiones, a tomar decisiones fuertes como romper laboralmente con su padre -su mánager desde que era pequeña- para dirigir su carrera y preservar los lazos familiares. Para sanar vínculos.
“Conforme fui creciendo, fui entendiendo que el alzar la voz, el decir qué es lo que quieres, cómo quieres, para cuándo y por qué, es superimportante (...) Yo me considero alguien que hoy en día tiene mucho poder de decisión y de habla. Nunca me gusta quedarme en mi zona de confort, y también me apoyo en todas las personas que voy conociendo y cosechando”, cuenta. Y en ese paquete está la música, un terreno que recién en el último tiempo -y tras un largo paréntesis por disgustos- pasó a ser su interés primordial. Antes fue algo así como una montaña rusa tambaleante.
Lanzó su álbum Sie7e este año y poco tiempo después, motivada por la cuarentena, escribió tres singles más: Contigo, Sola y TQ Y YA (este en el marco del Día Internacional del Orgullo LGBT). La música y sus canciones se mezclan en playlist latinas y alcanzan unos cuantos millones de reproducciones.
“Fueron siete años que me retiré de la música porque ya no me llamaba, no me motivaba. Siempre me decían qué era lo que tenía que hacer, que cantar; no era lo que yo quería hacer”, responde a TV Show. Volver fue en parte consecuencia de tomar sus propias riendas y en parte recordar las emociones que le transmitía cantar cuando estuvo en el musical Wicked. Creyó en ella, en sus posibilidades y además empezó a escribir sus canciones. Ya no quería ni cantar lo que otros pensaban o sentían ni seguir directrices ajenas.