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Denis Elias: "Siempre supe que lo mío iba a ser el fútbol o la música"

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Denis Elías

EL PERSONAJE

Con una hilera de goles, como le dice él a los éxitos, El Príncipe está en uno de sus mejores momentos. Primer premio en Carnaval, shows y reconocimiento.

Hace años que Denis Elias está en la música. Cuando tenía 4 o 5 años su tío lo sentaba mientras él daba clases de guitarra. El pequeño Príncipe escuchaba e iba aprendiendo. Siempre cantó, y tocó la guitarra. Hoy es uno de los solistas más renombrados de la música tropical y hace poco estuvo, sin quererlo, envuelto en una polémica: cantó tanto para un acto del Sí como en uno del No, ante el referéndum sobre 135 artículos de la LUC que se realizó recientemente. Le pegaron en redes sociales, pero él no se inmutó. Sabe que fue tendencia en Twitter, pero él no tiene una cuenta en esa red social y aunque la tuviera, no le habría afectado demasiado. “Cerré la puerta de mi casa y listo, no le presté atención. Me llamaron de todos los canales de televisión para hacerme notas, pero no quise hablar”, dice a Revista Domingo.

¿Por qué cree que lo criticaron? No lo sabe ni tampoco le interesa. Ha cantado para todos los partidos políticos. Es su trabajo y cuando lo contratan, lo realiza de la mejor manera posible. Pero esa escaramuza ya pasó, y él sigue ocupándose de lo de siempre: su música, su banda, su voz y sus shows. “Siempre supe que mi vida iba a ser o el fútbol o la música, no otra cosa. Cuando me tenga que retirar veré qué hago, porque no tengo otra preparación que esta. Se verá”, comenta tranquilo.

Jugó al fútbol hasta los 16 años más o menos, pero la música le tiraba un poco más. Por más que sea un apasionado de ese deporte, cantar en un escenario, hacer bailar y dejar canciones que, como él dice, queden en el corazón es lo que mejor sabe hacer y a lo que apunta. Tiene, eso sí, una cuantiosa colección de camisetas de distintos cuadros, acumuladas prolijamente en su casa al lado de guitarras, discos de oro y trajes de Carnaval, ya que hace años es parte de Zíngaros, los parodistas que siguen siendo sinónimo de Ariel “Pinocho” Sosa, por más que él ya haya fallecido. “Si hubiese sido jugador, habría acumulado camisetas también, porque le pediría siempre para cambiar a jugadores del equipo rival”, sostiene.

Además de saber de pequeño que su vida transitaría ya sea en una cancha o en un escenario, cuando la música lo atrapó dice que siempre pensó que tendría su orquesta. Pero los vaivenes de la música tropical lo llevaron a ser solista en vez de ser el director de una agrupación. Posiblemente, quería tener su propia orquesta para llegar a ser como Karibe Con K, una de las agrupaciones que más lo influyeron de niño. En su casa, Karibe sonaba mucho. Pero también sonaba otro artista del cual se dice “fanático”: Ricardo Montaner. Luego de emplear esa palabra, matiza diciendo que no es que dedique mucho tiempo a idolatrar al venezolano. Si Montaner viniera a Uruguay, agrega, y él no pudiera ir, está todo bien.

Esas dos influencias lo marcaron, pero también absorbió muchos otros estímulos para conformar su estilo. Antes de ser solista, cantó y tocó en KGB y La Revancha, y en 2007 se largó por su cuenta. Sabía que tenía algo diferente, y salió a presentar su estilo. Le fue bien de entrada. Ya las dos primeras canciones que grabó con nombre propio, Corazón herido (de su autoría) y Eres tan bella (versión de un tema ajeno), fueron éxitos. O como les dice él: “gol”. Cuando él encuentra una canción para versionar, o cuando compone, sabe si es un “gol” o no.

—¿Cómo nacen las canciones de tu repertorio?

—Al principio, las componía yo o junto a un allegado, Pablo Porciúncula. Pero con el correr del tiempo, empecé a seleccionar canciones para versionar. Me puse ese desafío, y hasta el día de hoy me sigue dando réditos.

—¿Y cómo las elegís?

—No sabría explicártelo. Te pongo un ejemplo. Un día estaba haciendo zapping de corrido, cosa que muy rara vez hago. Cuando voy a ver televisión, elijo fútbol, National Geographic o películas. Pero ese día me puse a hacer zapping de corrido y, de repente, paso por un canal que nunca veo y ahí está sonando un grupo, Caligaris, cantando un tema llamado Razón. Enseguida me di cuenta que eso era un gol. Tenía un poder tremendo la canción. Y la grabé para mí, es la última canción que grabé. Era algo que tenía que pasar.

Pero a veces también las busca. Y ha venido buscando canciones desde la adolescencia. Tiene cuadernos y cassettes guardados de esa época con un montón de canciones, y también busca por otros lados. Rara vez encuentra una canción como Razón, que es un gol en su totalidad. Muchas veces tiene que cambiarle algo, adaptarla, modificarla. Pero tiene que fluir. “Si la canción me hace trabajar demasiado, me doy cuenta que no es gol”.

Olfato goleador, que le dicen. Hasta ahora, ese sentido no le ha fallado. Cuando él siente que una canción es gol, se convierte en un hit. “Gracias a Dios, tegno ese don”.

Los goles más importantes, hasta ahora, fueron las dos primeras canciones que grabó cuando se lanzó en solitario, que lo colocaron en el radar de todos y le abrieron muchas puertas. Pero también menciona el caso de Horas vacías. “Esa canción me abrió puertas a donde antes no entrábamos, como Canal 12 y Canal 10. Nosotros siempre íbamos al 4, al programa de Omar Gutiérrez o a Agitando una más. Pero esa canción me abrió las puertas de esos canales que antes no nos recibían”.

—¿Hay algún lugar que le falte conquistar a la música tropical?

—No. Ahora entramos a todos lados. Por ahí, antes tampoco teníamos tanta necesidad de ir a otros lugares porque había un montón de boliches bailables. No precisábamos cruzar a otros bailes, donde se tocaba otra música. Antes éramos más resistidos, pero ya no.

Pero Elias es casi tan del carnaval como de la música tropical. Desde 2011 que forma parte de los parodistas Zíngaros. “Cuando ingresé a Zíngaros, sentí que había encontrado mi lugar en el mundo”.

Y más allá de la muerte de Sosa, los años de tablados para él han sido pura felicidad. Además, Sosa le dio espacio para saciar sus inquietudes creativas. “En un momento, le dije que quería cantar canciones mías y componer para Zíngaros, que tuviéramos un repertorio que no fuera conocido antes de ser tocado en el escenario. Y él me dijo que sí, que lo hiciera. Y ahí me puse a componer” (Zíngaros ganó el primer premio en su categoría en la más reciente edición de carnaval).

Cuando le dieron luz verde para componer, aumentó la carga de trabajo. Pero dice que el carnaval, para él, son como vacaciones, más allá de que compone, ensaya durante meses y durante el carnaval hace muchos tablados. Se divierte haciéndole bromas a sus compañeros mientras duermen o los asusta. Nunca está quieto. Lo que pasa, dice, es que aunque haya muchas cosas para hacer, él no tiene que estar encima de todos los detalles. “Como cantante y líder de la banda, tengo que estar atento a los horarios, a cómo vamos a llegar, cómo están los vehículos, si tenemos todo... En cambio, cuando estoy en carnaval, el que se preocupa es otro. Yo voy con mi mate y si llega a pasar algo no es mi responsabilidad. Si tengo que dar una mano, claro que la doy. Pero no es tanto estrés como cuando salgo a hacer shows”.

Ahora, tras la pandemia, retomó bastante el ritmo que llevaba antes de la llegada de la covid-19. Fueron tiempos bastante duros respecto de los ingresos, porque pasaban los meses y las cuentas había que pagarlas, pero al mismo tiempo —agrega— pudo descansar como pocas veces. Con una trayectoria como solista que ya lleva 15 años, dice que cambió su manera de trabajar. “Antes, agarraba todo. Ahora hago menos shows, pero son mejores”, cuenta, porque ya no tiene que correr a todas partes. Con la madurez como artista y líder de un equipo de 10 personas, El Príncipe parece disfrutar de las experiencias acumuladas.

Sus cosas

Un futbolista
Diego Maradona. Foto: Pool New.
El Diego

“Maradona, por lo que fue. Me marcó”, dice sobre su futbolista preferido. Pero no hay ninguno en Cerro, el cuadro del cual es hincha. Tiene tantos amigos que no puede elegir uno solo, aunque en el momento se acuerda de Richard Pellejero, que es amigo suyo y con quien jugó cuando ambos eran niños, y OJ Morales.

un cantante
Luis Miguel
Luis Miguel

“Como cantante, Luis Miguel”, responde sobre su vocalista favorito. “Me vuelven loco sus canciones y es un gran cantante”. ¿Y Montaner, que siempre menciona? “Es más ídolo que cantante para mí, por cómo ejecuta las canciones y cómo llega cuando canta. Montaner es más de canciones y algunas son sublimes”.

carnaval
El Ramón Collazo se pintó de fucsia y la hinchada de Zíngaros alentó más que nunca al conjunto. Foto: Enrique Rodríguez
El mejor año

“Este. Por todo lo que fue”, responde. Zíngaros no solo perdió a su líder histórico sino que además ganó el primer premio. “El trofeo quedó donde tenía que quedar”. Pero, aclara, que no ganaron porque la muerte de Ariel Sosa. “Tuvimos un muy buen espectáculo”, dice sobre la propuesta de los parodistas este año.

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