Cuando la estudiante de veterinaria Florencia Barrios eligió a los gatos como eje de sus tesis de grado, comenzó a indagar y descubrió que no tenía en qué basarse porque no existía material sobre esta especie en Uruguay. Así, se embarcó, junto a los doctores Juan Pablo Damián, Monique Udell y Gonzalo Suárez, en un ambicioso proyecto con el fin de crear una suerte de censo de gatos: el resultado fue la concreción de la Primera caracterización poblacional de felinos domésticos con tutor del Uruguay.

Junto a su cotutora de tesis Monique Udell -Directora del Laboratorio de Interacción Humano-Animal de la Universidad Estatal de Oregon y experta en aprendizaje y cognición en gatos- presentó esa investigación en la Universidad Estatal de Oregon (EE.UU.), lo que le permitió ganar la beca Santander Fvet, que entrega a docentes el Banco Santander y la Facultad de Veterinaria. En este caso, incluye una pasantía de 60 días para abordar en profundidad el vínculo humano-gato, así como aprender herramientas inéditas para luego implementarlas en Uruguay.

La estudiante de 4° año y grado I viajará el 6 de julio y traerá técnicas que en nuestro país no se aplican.

“Vamos a aprender cómo es la metodología para trabajar con el gato como animal de apoyo emocional para niños con autismo, algo que nadie trabaja en Uruguay. También vamos a trabajar en test de temperamento, a aprender a hacer test de personalidades, a descodificar elcomportamiento en gatos y también a tener un montón de experiencias trabajando con refugios que se especializan exclusivamente en gatos”, enumera a Domingo Florencia Barrios.

Ella y Gabriela Morales, también estudiante de veterinaria, se encuentran trabajando, además, en unos tests de temperamento y apego. En concreto, miden el cortisol (hormona del estrés) con una muestra obtenida del pelo, para poder determinar si un factor de la personalidad del gato puede incidir en cómo el animal percibe el estrés.

La meta es tomar en cuenta la individualidad del gato, algo que no pasa. En la pasantía Barrios aprenderá a implementar unos tests de personalidad muy usados en otros países que se hacen cada vez que un gato llega a un refugio para determinar sus características. “Se busca un gato con una personalidad acorde a las necesidades de cada familia. Está estudiado que el éxito de adopción es mayor y que se devuelven mucho menos a los refugios”, concluye.

En octubre de 2022, Florencia Barrios ganó la UFAW (The International Animal Welfare Sciencia Society, Inglaterra), una beca para mejorar el bienestar de los animales. Y en su caso se enfocó en los gatos de Uruguay (en ambiente domiciliario y veterinario). El premio le permitió generar una sala cat friendly en el hospital de la Facultad de Veterinaria (con sala de espera incluida), donde se atiende exclusivamente a felinos, así como dictar cursos y charlas dirigidas a profesionales ytutores con el fin de enseñar un manejo respetuoso. “La idea es siempre trabajar con el gato por las buenas, porque sabemos que la mayoría de los tutores no los trae al veterinario porque el gato pasa muy mal. Es nuestro trabajo velar por el bienestar de estos pacientes”, asegura Barrios.

Se armó un equipo de trabajo para dictar dos cursos (uno en marzo y otro en mayo) dirigidos a estudiantes avanzados, docentes y profesionales. “Terminamos muy felices. Lo pensamos para 50 personas entre ambos cursos y llegamos a 250”, destaca. Y agrega: “El profesional y el estudiante hoy percibe la necesidad de mejorar su información porque siente la falta de instrucción: te llega un gato a la consulta y te cuesta un montón trabajar con él, faltan herramientas para hacerlo de forma respetuosa”.

El plan es armar charlas con tutores. Barrios subraya que gran parte de los problemas de comportamiento del felino se vinculan a la falta de bienestar: “Si se siente bien se va a portar mejor y va a tener un mejor vínculo con su tutor”. Y ejemplifica: “Si no le damos un lugar donde marcar con sus garras, lo hará en el sillón”. Revela también que en otros países la gente entrena a sus gatos para que, por ejemplo, te entregue la pata y poder tomar una muestra de sangre y que el gato lo tolere.