Con cinco décadas al aire, Sábado Gigante transformó a Don Francisco en una figura universal. El programa, que se emitía en 43 países, es considerado el espacio de variedades de más larga duración en la historia de la televisión por el libro Guinness de los récords. A poco de cumplir 84 años, el comunicador sigue haciendo entrevistas, con el beneficio de sentirse “más allá del bien y el mal” por su edad y experiencia. También habla sin tapujos de su vida personal, a veces polémica, parte de la cual reveló en el libro Con ganas de vivir, publicado en 2021.

Mario Luis Kreutzberger Blumenfeld, para millones de personas simplemente Don Francisco, nació el 28 de diciembre de 1940 en Talca. Conserva pocos recuerdos de esta ciudad ubicada a 255 kilómetros al sur de Santiago de Chile, porque vivió allí tan solo hasta los 4 años, junto a sus padres Erich y Annie, un matrimonio judío que llegó al país trasandino huyendo de la persecución nazi. “Visité Talca muchas veces para ver la casa en la que había nacido, que ahora está transformada en un banco. Y, lamentablemente, en el año 2010, me tocó participar en una campaña por el terremoto que la afectó gravemente. Ahí cayó el hospital en el que yo nací. Hay una cosa curiosa: la ciudad es conocida como Talca, París y Londres, lo cual proviene del nombre de una sombrerería que había”, recordó el ex hombre fuerte de la televisión chilena, quien sigue activo en las redes y haciendo viajes por el mundo.

El 28 de noviembre de 2023, Kreutzberger estrenó su podcast El decálogo del éxito, un espacio en el cual explora sus 61 años de trayectoria en los medios y se da el gusto de tener conversaciones íntimas con figuras relevantes de Hispanoamérica, como la conductora televisiva Cristina Saralegui y el cantante José Luis Rodríguez “El Puma”. En ese programa, Don Francisco incluso comenta detalles inéditos de su vida, hasta las denuncias que se han hecho en su contra. Se graba en Estados Unidos y se sube a Spotify y YouTube.

Y tampoco se ha ido del todo de la televisión desde que dejó de conducir, hace ya una década, su archifamoso programa de variedades. En 2021, CNN presentó Don Francisco: reflexiones, un ciclo de entrevistas que pueden verse en CNNEspanol.com.

Con ganas de vivir

El nombre del libro lo dice todo. Don Francisco se siente con fuerzas para seguir haciendo cosas. Desde que dejó de conducir Sábado Gigante, nunca se quiso ir a su casa a vivir como un abuelo millonario, a cuidar de sus nietos, si bien ha podido compartir más tiempo con su familia.

En sus memorias, Kreutzberger cuenta la historia de su extraordinaria carrera como uno de los hombres más influyentes de la televisión en Chile, en Latinoamérica y en la comunidad hispana de EE.UU., donde entrevistó a los más humildes y a los más poderosos.

Hijo de judíos que sobrevivieron al nazismo (en el libro cuenta la historia de su padre, quien siempre evitó hablar de su pasaje por un campo de concentración), pasó de ser un joven graduado de técnico modelista al orgulloso conductor del programa de más larga duración de la historia en la pantalla chica.

Con ganas de vivir relata sus encuentros con personajes insólitos, sus conversaciones con George Bush, Barack Obama o Michelle Bachelet, entre otros líderes. También su visita a Sudáfrica para conocer el legado de Mandela, su viaje a China en 1976 -con el primer equipo de habla hispana que entró con cámaras al país asiático- y otras experiencias de vida.

Su cara menos agraciada

En 2016, la periodista chilena Laura Landaeta publicó la Biografía no autorizada de un gigante, un libro que ha dado mucho que hablar. Entre otras cosas, Landaeta asegura que Don Francisco “cambiaba sexo por electrodomésticos” en su programa y que ella se tuvo que ir a vivir a México por amenazas que recibió tras la publicación. También dijo que tuvo que trabajar utilizando seudónimos para no ser reconocida y que el propio conductor llamó a sus jefes para que la despidieran.

Pero estas no han sido las únicas denuncias en contra de Kreutzberger. En 1994, la modelo mexicana Ana Isabel Gómez, que trabajó junto a él en la cadena Univisión, lo demandó por acoso sexual. Gómez, despedida del programa en 1993, se presentó a los tribunales y dijo que el conductor había intentado violarla en las inmediaciones de un hotel en Miami, en 1989. A lo que Don Francisco respondió: “Las acusaciones son completamente falsas. Obviamente, está resentida porque la despedimos”. Luego se manejó que él había acallado la denuncia con una fuerte suma de dinero. Tiempo después, en 2010, un chileno de nombre Patricio Abraham Flores Mundaca presentó una demanda de presunta paternidad contra Don Francisco, que el conductor nunca reconoció. Su madre, Rosa Mundaca, era menor de edad cuando trabajaba en una panadería y conoció a la estrella de la TV chilena. Ana Isabel Gómez llegó a decir que la prueba científica para cotejar la denuncia carece de validez, pues -asegura- hubo una manipulación de la muestra de ADN.

“Ninguna de las dos cosas (el acoso sexual y la paternidad) yo las había cometido. Yo sé que nosotros estamos a merced de alguien que quiera ofenderte, destruirte”, le dijo Kreutzberger al periodista mexicano Jorge Ramos, en una entrevista realizada para el ciclo televisivo Algo Personal.

También ha sido acusado por actitudes machistas cuando hacía televisión en épocas en las que se manejaban otros códigos. Había segmentos en Sábado Gigante que con seguridad hoy no serían del agrado del público, como los llamados “Miss Colita” y “Miss Pechonalidad”.

También se lo ha acusado de discriminar al público y a los participantes en rutinas de humor, despreciando tanto a humildes como a minorías sexuales, ancianos y discapacitados. “Yo no era el único que hacía esto. No me siento arrepentido”, dijo una vez con respecto a su forma de tratar a las mujeres frente a cámaras. Y agregó: “Los tiempos cambiaron. Hoy día la mujer tiene otro lugar en nuestra sociedad. Cuando esto empezó, era otro mundo”.

El “nuevo mundo” lo ha hecho deconstruirse. “Nos tenemos que adaptar”, dijo en 2022 cuando se le pidió que opinara sobre la boda de su nieta Nicole Numhauser con otra mujer. “Las sociedades también van mejorando y aprendiendo, se van equilibrando”, sentenció el comunicador, quien asistió al enlace con su esposa de toda la vida, Teresa Muchnik.