Espacio Ciencia, conocido por sus innovadoras actividades de divulgación científica, lleva adelante un ciclo de talleres STEAM dirigido a niños de entre 6 y 12 años. El objetivo es fomentar el interés por la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las matemáticas y el arte a través de desafíos interactivos. Martha Cambre, ingeniera y jefa de la iniciativa, explicó a Domingo que los talleres se basan en una metodología que combina la resolución de problemas con el uso de tecnologías como drones y placas programables.

Uno de los talleres destacados de octubre es el Granjero Challenge, en el que los niños deben programar un dron para resolver el desafío de cruzar un río con una gallina, un zorro y un saco de maíz, asegurándose de que ninguno de los animales se devore entre sí durante el proceso. “Trabajamos con distintas tecnologías, pero siempre con un cuento o narrativa para hacerlo más entretenido”, comentó Cambre.

Otro taller se centra en el reciclaje y la tecnología, donde los niños crean consolas de música y pianos usando materiales reutilizados, que luego conectan a placas programables. Esto les permite experimentar con conceptos como la conductividad de los materiales y aplicar la programación a diferentes niveles de complejidad, según su edad. También podrán construir un robot dibujante, utilizando primero un robot de Lego, y luego fabricar uno mecánico que podrán llevarse a casa. Este enfoque permite a los niños explorar tanto la robótica como la mecánica de manera práctica y divertida.

Los talleres son actividades independientes, lo que significa que los participantes no necesitan asistir a todas las sesiones para disfrutar de la experiencia. Los padres también están invitados, ya que uno de los objetivos es fomentar la curiosidad por estos temas y llevarla a otros ámbitos.

Esta temporada de Espacio Ciencia se extenderá hasta noviembre, y el ciclo de retos STEAM está abierto al público según la disponibilidad de cupos y la agenda publicada en espaciociencia.uy. El acceso a los talleres está incluido en la entrada, que se puede adquirir en locales de Abitab de todo el país por $380, con entrada gratuita para menores de 4 años.

“Vivimos en un mundo rodeado de tecnología, y es crucial que los niños no solo la usen, sino que comprendan cómo se desarrolla. Además, estos talleres promueven habilidades blandas como el trabajo en equipo y el pensamiento crítico”, subrayó Cambre.

Espacio Ciencia planea retomar varios proyectos para el próximo año, entre ellos la exposición sobre la Antártida, una muestra emblemática que ha estado ausente en los últimos años tras la renovación del recinto, y la tercera edición de Espacio Ciencia TV, un ciclo audiovisual destinado a alcanzar un público más amplio en todo el país. “A la gente le encanta la cama de clavos y la bola de plasma; son clásicos. Tienen más de 20 años, pero siguen siendo igual de vigentes y, sin duda, van a continuar formando parte de la experiencia”, comentó la ingeniera Martha Cambre a Domingo. La exhibición sobre la Antártida -que incluía una simulación de vuelo en el Hércules y una sala refrigerada- no fue incluida en la renovación de las instalaciones. No obstante, el equipo está evaluando la posibilidad de recuperarla, ya que es un proyecto ambicioso que requiere un presupuesto considerable, pero que los visitantes siguen solicitando.

“Siempre encontrás algo que te atrapa, incluso los adultos”, comentó Cambre, destacando cómo muchas veces los padres, abuelos o tíos que acompañan a los niños terminan disfrutando también de las actividades. “Hace un par de años lanzamos una sala de escape para mayores de 11 años. Es una actividad diseñada para llegar a un público más grande, ya que antes teníamos muchas propuestas para los más pequeños”, explicó. En esta sala, los participantes deben resolver acertijos para desactivar una bomba y salvar al museo de una explosión. Espacio Ciencia se completa con áreas dedicadas a energías renovables, el mundo microscópico del cuerpo humano, la exploración del reino fungi en Modo Hongo, y el hotel de insectos, entre otras temáticas.