SALUD
Las bebidas carbonatadas y saborizadas sin azúcar son más recomendables que los jugos o refrescos. Sin embargo, no hay que excederse, dicen los expertos.
Está el agua sin gas y luego está lo que mi hijo de cuatro años llama “agua picante”, más conocida como seltzer, agua con gas o carbonatada. Vigorizante, burbujeante y efervescente, el agua con gas se ha convertido en un ritual diario para muchos. Para quienes mueren por ella, el agua con gas ofrece una experiencia sensorial que el agua sin gas no puede ofrecer: el delicioso chasquido de la lata al abrirla. El burbujeo de la efervescencia al desenroscar el tapón de la botella para servirte un vaso. La sensación de cosquilleo cuando la bebida llega a la lengua, a veces con un toque de sabor “natural”.
El agua sin gas es estupenda para la hidratación, “pero te sorprendería el número de personas a las que no les gusta el sabor y no están dispuestas a beberla”, afirma Anne Linge, dietista y nutricionista certificada del Centro Médico de la Universidad de Washington en Seattle. “Añadir carbonatación puede hacerla más aceptable”. Más aceptable, quizás, pero ¿es igual de saludable?
Los nutricionistas coinciden en que el agua carbonatada es tan hidratante como el agua normal, sin embargo el agua del grifo tiene el beneficio añadido del flúor, que ayuda a prevenir la caries dental.
“Si utilizas agua fluorada para cepillarte los dientes, cocinar y parte de tu hidratación, también puedes incluir el agua con gas en tu dieta”, afirma Linge.
Pero hay que tener en cuenta que el agua con gas es más ácida en la boca que el agua sin gas.
La primera contiene dióxido de carbono, que se convierte en ácido carbónico al mezclarse con la saliva y reduce el nivel de pH de tu boca. La escala de pH indica si una solución es más ácida (pH más bajo) o alcalina (pH más alto). Las bebidas con un pH más bajo pueden ser erosivas para los dientes, haciéndolos más susceptibles a las caries; sin embargo, el agua carbonatada sin azúcar no es ni de lejos tan erosiva como las bebidas gaseosas o los jugos de frutas.
Algunas marcas de agua carbonatada incluyen ingredientes como el ácido cítrico para dar sabor, lo que puede elevar el nivel de acidez. Añadir tus propias rodajas de limón o lima tendría un efecto similar. Y como la lista de ingredientes suele decir “sabor natural”, es difícil saber exactamente qué se ha añadido.
Aun así, “habría que consumirla mucho a lo largo del día para que tuviera efectos perjudiciales similares a los que veríamos con los jugos de frutas o las bebidas gaseosas”, afirma Brittany Seymour, profesora asociada de la Escuela de Medicina Dental de Harvard y portavoz de la Asociación Dental Estadounidense.
En conclusión: dado que el agua carbonatada tiene el potencial de ser erosiva, piensa en ella como un capricho de una vez al día y no como tu principal fuente de agua, dijo Seymour.
“Si quieres tomar dos o tres aguas con gas al día, tal vez deberías acompañarlas con una comida”, añadió. Al comer, la boca produce más saliva, que puede ayudar a neutralizar los ácidos de la superficie de los dientes.
Si prefieres beberla sola, utiliza sorbete para ayudar a que el agua pase sin tocar mucho tus dientes. En general, procura no beberla a sorbos durante más de una hora. Beber agua con gas durante mucho tiempo prolonga el tiempo que tus dientes están expuestos a la acidez.
Si te encanta el agua con gas y te gusta beberla varias veces al día, sin las comidas, considera la posibilidad de cepillarte los dientes con una pasta dental con flúor después para evitar las caries. Solo asegúrate de esperar al menos 30 minutos después de tu última bebida.
¿Por qué? La acidez del agua carbonatada ablanda el esmalte de los dientes. Tomar un descanso da a tu esmalte la oportunidad de remineralizarse y volver a su estado normal de endurecimiento, que es la superficie ideal para el cepillado porque puede tolerar mejor los abrasivos, añadió. Si tienes niños a los que también les gusta disfrutar del agua con burbujas, “yo diría que en general está bien”, dijo Seymour. Pero, añadió, “yo no lo haría todos los días con mi hija”. Lo ideal es que los padres animen a sus hijos a beber agua sin gas y fluorada para protegerse de las caries, dijo, y que reserven el agua con gas para ocasiones especiales.