Una mañana de domingo, Sofía iba corriendo por la rambla y al bordear la Plaza República Argentina, a la altura del Dique Mauá, sintió un golpe en la cabeza. Miró hacia arriba y vio remontar vuelo a un ave de gran tamaño. Nunca antes le había pasado algo así… sencillamente porque no es normal que suceda.

“Seguramente había un nido cerca porque atacan en última instancia. Todos los animales atacan en última instancia si sienten que están en peligro”, explica la ornitóloga Agustina Medina sobre el comportamiento que tuvo ese día un gavilán mixto.

“Por lo general antes dan gritos bastante estridentes, como para decir ‘estoy acá, no te acerques porque te voy a atacar’”, siguió diciendo la integrante de la ONG Aves Uruguay y colaboradora de la Fundación Lagunas Costeras. Lo que ocurre es que a veces la gente va tan concentrada o escuchando música que puede no notar el grito de advertencia y pasarle lo que a Sofía.

“La verdad es el segundo caso que conozco. El otro pasó en Villa Biarritz con una persona a la que el gavilán le lastimó la cabeza”, cuenta la ornitóloga, dejando en claro que, salvo casos excepcionales, por lo general estas aves no enfrentan a los humanos.

“Es una especie muy inteligente y en estado silvestre se adapta al contacto cercano con el ser humano. De hecho son aves que habitan zonas urbanas en diferentes partes del mundo y cumplen un rol muy importante en el equilibrio de los ecosistemas funcionando como ‘controladores naturales’ de especies que son consideradas plagas, como las palomas y las ratas”, comenta por su parte a Domingo, Mauricio Rattin, director de Cetrería del Sur.

Precisamente, en el caso del gavilán mixto, se lo puede ver en varias de las zonas verdes que abundan en Montevideo, como la Plaza Matriz, la Plaza Varela o la Plaza Cagancha. La clave es que haya coníferas, puntualmente araucarias y pinos.

“Tener un lugar donde hacer nido, que son justamente estos árboles, y contar con mucho alimento disponible, ha hecho que haya aumentado la población de estas aves en ciudades y áreas metropolitanas”, señala Medina.

El alimento al que hace referencia son dos especies cuyo número ha crecido mucho y para las cuales el gavilán mixto funciona como controlador natural: las cotorras (ave nativa) y las palomas (ave euroasiática que hace años se encuentra en Uruguay).

“Cuando al Uruguay se trajeron pinos, palmeras, eucaliptus, que son árboles mucho más altos que los nativos, las cotorras comenzaron a hacer nido mucho más alto, entonces lo único que las puede controlar son las aves rapaces, siendo el gavilán mixto su principal controlador”, dice la experta.

¿Pero por qué parece que últimamente hay más gavilanes mixtos en la ciudad? “Yo lo relaciono con que en el sur de Brasil los bosques de araucaria están bajo amenaza y por coincidente las aves relacionadas a ellos. Entonces vieron en esta zona la oportunidad para estar tranquilas”, arriesga Medina.

Otra posibilidad, pero de la que no hay evidencia, es que esté ocurriendo lo mismo que en Perú. “Sé que en ese país se han escapado de los lugares que las utilizan para cetrería y eso ha hecho que hayan aumentado en las ciudades. Acá es una hipótesis que se maneja”, indica la ornitóloga.

Al respecto Rattin, que trabaja con aves rapaces en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, no piensa que esa sea la razón porque “debemos tener presente que un ave de cetrería se equipa con transmisores para recuperarla si se pierde. Lleva anillas de identificación y muñequeras de cuero en sus patas, por lo tanto puede diferenciarse a simple vista de una silvestre”, detalló. Para el especialista lo que está pasando es que “la naturaleza tiende a mantener el equilibrio en todos sus planos y al haber una mayor oferta de alimento las especies involucradas aprovechan y logran reproducirse con mayor éxito”.

Foto: Cetrería del Sur.

Desde 2008, Cetrería del Sur brinda las herramientas prácticas al programa de control aviario y fauna Guardianes de los Cielos con el objetivo de mitigar el riesgo que genera la fauna a las operaciones aéreas.

“Entre diferentes métodos de control nos basamos en el control biológico con cetrería utilizando el miedo que instintivamente generan las aves rapaces sobre el resto de las especies para simular una ‘zona de caza’ y así reducir la presencia en el aeropuerto y su entorno. El objetivo no es cazar, sino disuadir sin generar impacto en el ambiente”, explica Rattin.

Para ello recurren a cuatro especies rapaces: gavilán mixto, halcón peregrino, halcón aplomado y águila mora.

“El gavilán mixto es muy versátil. Se destaca por su capacidad de adaptación a los diferentes escenarios, en diferentes modalidades de vuelo y para controlar diferentes especies”, describe Rattin sobre un ave que se estaría usando en cetrería en Uruguay desde principios de los 2000.

La forma de entrenarlo es generando un vínculo positivo del ave con el cetrero a través de reflejos condicionados donde acepta al humano como un proveedor de alimento u oportunidades de caza. “Trabajamos sobre recompensas hasta lograr que desarrolle su potencial de vuelo de forma natural a cómo lo haría en la naturaleza”, acota Rattin sobre un proceso que suele ser más ágil que con otras especies.

Dependiendo de cuál sea la especie que se quiera controlar es que se opta por machos o hembras. “ Una hembra de gavilán mixto puede cazar una liebre que quintuplica su peso, pero un macho no. Un macho suele ser más ágil al perseguir especies de menor tamaño, como las palomas”, comenta.

Medina, por su parte, remarca que el gavilán mixto no es un ave a la cual el ser humano deba temerle, sino simplemente tener más cuidado cuando se encuentra en época de nidificación (primavera y verano). “Lo que hay que rescatar es que en Uruguay podemos observar aves en todos lados, inclusive en medio de la ciudad”, remató.

Características

Anda de día y vive en pareja

El nombre científco del gavilán mixto es parabuteo unicinctus. Es un ave rapaz nativa del Uruguay fuertemente asociada a las coníferas, sobre todo a pinos y araucarias, en cuyas copas hacen sus nidos.

“Andan en parejas y usualmente con un pichón. Las aves rapaces tienen un ciclo bastante largo, o sea que el pichón se queda con los padres un par de meses”, explica la ornitóloga Agustina Medina.

En estas aves, las hembras son más grandes que los machos. “Son las que defienden el territorio, se encargan de la mayor parte de la incubación y cazan presas de mayor tamaño”, detalla por su parte Mauricio Ratti, director de Cetrería del Sur.

El gavilán mixto es un ave diurna, no se la ve de noche.

Foto: Cetrería del Sur.