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DANIELA BLUTH

Yo me pongo un CD de Pavarotti y empiezo a cantar. Como todos están en otra, no se dan cuenta lo bien que lo hago -lástima, ellos se lo pierden-. Además, trato de dejar la mayor distancia posible con el vehículo de adelante porque los choques por alcance son muy comunes y hay que ser previsor". Así, con humor y calma, reacciona un montevideano que, como tantos otros, es protagonista de los atascos que hoy son moneda corriente en el tránsito de la capital. Consultados por Domingo, los conductores hablan de cambiar de ruta, tener paciencia y enojarse poco. Pero también aparece algún bocinazo, la falta de tolerancia, las imprudencias, los semáforos mal coordinados, la ausencia de inspectores de tránsito y la necesidad de una solución rápida por parte de la Intendencia de Montevideo (IMM). A primera hora de la mañana, llegar de Carrasco al Centro por la Rambla ya no lleva los clásicos 20 minutos; un embotellamiento puede hasta duplicar el tiempo de viaje.

El crecimiento del número de automóviles y el envejecimiento de la red vial parecen ser las causas más evidentes. Sólo en 2011 se vendieron más de 50.000 vehículos, casi triplicando las cifras de 2007. "La ciudad ya no es la de antes", resume Arturo Borges, director del Instituto de Seguridad Vial (ISEV). "Tenemos una estructura vial que tiene más de 200 años y que evidentemente no se ha adaptado a la evolución técnica, a la cantidad de vehículos ni a su necesidad de desplazarse", agrega.

Para facilitar la circulación por la ciudad, hace algunos años la IMM implementó un Plan de Movilidad Urbana que apuesta a "recomponer el equilibrio en el uso del espacio y favorecer el uso del transporte colectivo que, desde el punto de vista ambiental y social, es más sostenible que el transporte individual". Una de las primeras medidas del Plan, que también incluye reformar algunas de las arterias más transitadas -como avenida Italia-, fue la creación de la senda Solo Bus, que tuvo tantos defensores como detractores. "Creo que lo que ha faltado es algún tipo de fiscalización, ejecutar las propuestas de manera más eficiente y acompañar los proyectos con medidas que la gente pueda ver, digerir, analizar y eventualmente aceptar", dice Jorge Alfaro, especialista en seguridad vial. Y agrega: "¿Vos querés que yo viaje en ómnibus? Entonces dame un servicio como el de las grandes ciudades".

Impulsar y promover el uso del transporte público no parece una tarea del todo sencilla. Mientras varios informes coinciden en que por las grandes avenidas, sobre todo a las horas pico, los autos circulan con una o dos personas, un estudio interno de la Intendencia reveló que al menos 50% de los montevideanos con auto no dejaría su vehículo para viajar en transporte colectivo. Hugo Bosca, director de Tránsito de la comuna, en tanto, prefiere ver el medio vaso lleno en todo este asunto. "Apostamos a esa otra mitad que estaría dispuesta a dejar su auto si el transporte público fuera mejor".

Para ello, la obra que actualmente se está realizando en la avenida Garzón, cuya inauguración está prevista para fines de julio, es fundamental. Con el objetivo de desobstruir el tránsito pesado que circula por Agraciada y Belvedere, habrá "corredores" exclusivos para los ómnibus por el centro de la avenida, una propuesta que la administración cree se podría aplicar también en otras arterias de entrada y salida a la ciudad.

PROBLEMAS Y SOLUCIONES. Construir una vía rápida para ómnibus y autos, colocar un peaje e implementar un tren eléctrico fueron algunas de las propuestas -públicas y privadas- que surgieron en los últimos años para mejorar la circulación en avenida Italia, una de las vías con mayor flujo y cantidad de vehículos de la ciudad. Uno de los proyectos, del grupo inversor Eurnekian, preveía una inversión de 130 millones de dólares y una obra que permitía unir el arroyo Carrasco con Tres Cruces en nueve minutos de auto. Fue rechazado por la intendenta Ana Olivera.

Hoy, la IMM cuenta con un "préstamo base" del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de más de 50 millones de dólares destinados a la obra sobre avenida Italia, que incluirá algún tipo de vehículo eléctrico o a combustión, adelantó Bosca. La comuna tiene hasta agosto para presentar el proyecto final al Banco. "El dinero puede aumentar en función de la propuesta, porque con ese monto no se logra modificar toda la avenida".

También 8 de Octubre, General Flores, Agraciada, Rivera y la Rambla registran embotellamientos a diario, sobre todo a las horas de entrada y salida del centro de la ciudad (de las 7 a las 10; y entre las 17 y las 20 horas).

A mediados de mayo, el edil de Alianza Nacional Juan Curbelo elevó a la Intendencia la propuesta de flechar la Rambla de Montevideo desde el Puente Carrasco hasta Ciudadela en las horas pico. "Veo que la ciudad está complicada. El parque automotor es cada vez mayor, las vías de tránsito no aumentaron y los atascos que antes eran excepcionales y que nos sorprendían cuando los veíamos en otras ciudades hoy son normales", justifica Curbelo. Para el edil, la ausencia de comercios a ambos lados de la Rambla y la prohibición de estacionar favorecen la implementación de la propuesta. Además, es una medida "para arrancar mañana de mañana", asegura.

El flechamiento de grandes avenidas es un recurso que se ha implementado en varias ciudades del mundo. En Buenos Aires, por ejemplo, la avenida del Libertador prioriza los carriles en un solo sentido en horarios pico. "Esta metodología, con buena señalética e información, se convertiría en la utilización inteligente y racional de una de las vías de tránsito más importantes que tiene la ciudad", opina Curbelo. Según su proyecto, las arterias que llevan el tránsito en el sentido contrario -como avenida Italia, Rivera o Camino Carrasco- también se beneficiarían con una circulación más descongestionada, fluida y ágil.

Por estos días, Curbelo se reunirá con Olivera para analizar la propuesta. Sin embargo, Bosca adelantó que la sugerencia del edil es válida, pero no compartida por la Intendencia. "Seguimos pensando que la Rambla es un paseo, no una autopista", opinó. "Además, habría que educar a la gente para el cambio y no creemos que sea un cambio fácil".

Curbelo, por su parte, se resiste a pensar que la propuesta no se pueda implementar porque los uruguayos son reacios a los cambios. "La gente lo que quiere es ser más feliz y mejorar su calidad de vida. Eso es ir más rápido del trabajo a su casa, no tener atascos de 40 minutos y manejar más seguro. No creo que sea un cambio dramático".

TECNOLOGÍA Y ACCIDENTES. Una de las situaciones que más irritan a los conductores montevideanos es la falta de sincronización de los semáforos. "Es lo que más tranca la fluidez", dice Daniel Oyamburo, quien maneja cada día desde su casa en Las Piedras hasta su trabajo en Montevideo.

A partir de la utilización de sensores y cámaras, la Intendencia logró que desde hace cuatro meses los semáforos de la Rambla estén coordinados, salvo en dos puntos que, adrede, se corta el tránsito para permitir que los vehículos fluyan. "Venimos mejorando mucho la ecuación tiempo-recorrido. Salvo que haya algún accidente, los embotellamientos son de dos o tres minutos", asegura Bosca. "Si todos respetan las señales de tránsito, yendo a 40 o 60 kilómetros por hora en la Rambla se debería poder viajar ordenadamente", agrega.

Según el director del ISEV, Arturo Borges, con una buena sincronización de los semáforos "andando más despacio se anda más rápido". Especialista en la materia, asegura que es de rigor científico que "a tránsito denso menor posibilidad de accidentes".

Las cifras de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) y el éxito de las "operaciones retorno", lo avalan. Según el Informe de Siniestralidad 2011 de la Unasev, Montevideo es la ciudad del país que tiene menos cantidad de fallecidos (10,4) cada cien mil habitantes. Además, el estudio revela que el crecimiento del parque automotor y de la movilidad (medida según el consumo de combustible) no fueron acompañados por un aumento de los accidentes.

"No tengo duda que los números que arroja la capital en materia de siniestralidad están directamente relacionados con una política que se ha venido aplicando desde los `90, que pasa por el control y la fiscalización de las normas", explica Pablo Inthamoussu, secretario ejecutivo de la Unidad.

Las recomendaciones, coinciden técnicos y especialistas, están basadas en la prudencia respecto a los cinco factores de riesgo: velocidad, alcohol, casco, cinturón y distracciones (como el uso del celular). Además, hay unanimidad sobre que no hay recetas mágicas y que es difícil que la situación se revierta. "Por lo tanto, la primera recomendación para los usuarios es que antes de salir de casa hay que sosegarse, hacerlo con mucho tiempo antes y dejar de lado la agresividad, porque si la creciente violencia la trasladamos al volante, ya sabemos cómo termina", aconseja Borges.

El primer vehículo motorizado que circuló por las calles de Montevideo, allá por 1900, parecía más una bicicleta que un auto. "En estos días se le ha visto volar por la calle 18 de Julio, haciendo sonar su cornetín. Es un relámpago. Pasa, y cuando se sale a la puerta, ya no se lo encuentra, no se lo ve. Está en la Unión, en Maroñas, o en cualquier parte. El que estos días hemos visto es un `cuadriciclo a petróleo`", decía la crónica de la revista Rojo y Blanco, recogida por Milton Schinca en Boulevard Sarandí.

Uno de los primeros en tener un automóvil fue don Alejo Rossell y Rius. Su vehículo, un Delin fabricado en Lovaina, Bélgica, entre 1899 y 1903, fue traído al país por su propio dueño y pasó muchos años en el zoológico que tenía en medio de la ciudad (hoy Villa Dolores).

Actualmente, el Delin está expuesto en el Museo del Automóvil Club del Uruguay (Colonia y Yí).

Ligado al tema del tránsito hay una factor medioambiental que en Uruguay los usuarios todavía no han incorporado. "Tenemos que entender dos cosas a las que en el mundo entero se les da importancia y todavía Uruguay no asume", advierte Arturo Borges, especialista en seguridad vial. "Primero, que somos dependientes de una matriz energética, el petróleo, que es finita. Y segundo, que con tantos vehículos estamos contaminando el medio ambiente". Cada litro de combustible quemado (o consumido) significa dos kilos y medio de dióxido de carbono (CO2) en el aire.

Estos dos aspectos están contemplados en el proyecto de obras sobre avenida Italia que la Intendencia le presentará al BID. La idea es que la gente no tome la rambla para entrar o salir de la ciudad, "porque es un camino más largo y sinuoso, además de que gastan más tiempo y combustible", comentó el director de Tránsito, Hugo Bosca.

"En lo posible cambio de ruta. Pero como muchos conductores hacen lo mismo ya no es tan fácil. Hay demasiados autos. Hay muchísimos 0 Km. y siguen circulando los que fueron renovados". (María, Pocitos)

"Primero que nada salgo con tiempo de mi casa e intento adelantar a otros coches si tengo apuro. Habría que ir sacando camiones y autos que estacionan en Rivera y otras avenidas, como Millán, que tienen un cartel clarito de No Estacionar Ni detenerse". (Florencia, Malvín)

"Vivo hace 12 años en El Pinar y estaba desacostumbrado a los embotellamientos. Normalmente no vengo a Montevideo en auto, pero cuando por alguna razón tengo que hacerlo, me enojo conmigo mismo por no usar el ómnibus". (Sergio, El Pinar)

"No es problema de la gente sino de que hay más autos que gente a esa hora en las calles. A eso se suma que el uruguayo maneja mal, es lento, no respeta las señales de tránsito, los ómnibus ocupan casi toda la calle y las calles son angostas, vamos camino al caos..." (Matías, Porvenir)

Vehículos se vendieron en Uruguay en 2011, según datos de Ascoma. En 2007 habían sido 19.064 unidades.

Es la cantidad de automóviles cada mil habitantes en Uruguay, según el Plan de Movilidad. En Buenos Aires es 320.

Son los vehículos particulares que circulan por la ciudad, según cifras de Tránsito de la IMM. También hay 3.000 taxis.

Vehículos integran la flota del transporte público colectivo en Montevideo. Son cinco empresas las que prestan el servicio.

De los viajes realizados en Montevideo en 2010 fueron en bicicleta. Las ciclovías son una materia pendiente.