El coro uruguayo que fue pionero en Sudamérica y regresa al Solís para cantar a una masculinidad positiva

El Coro de Hombres Gays de Montevideo surgió en 2016 y fue declarado de interés cultural por la Junta Departamental. Hoy presentará su espectáculo "Arsénikos" en la Sala Zavala Muniz. Acá, su historia.

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Coro Gay de Montevideo
El Coro Gay de Montevideo, creado en 2016.
Foto: Pata Eizmendi

"Hay gente que nos sigue preguntando cuál es la necesidad de un coro de hombres gays y yo siempre respondo lo mismo: si todavía hay dudas del porqué, ahí mismo está la respuesta y la motivación de hacerlo”, dice Alejandro Giaccone (62), director del Coro de Hombres Gays de Montevideo (CHG), en diálogo con Domingo. Y da ejemplos: “Nadie se cuestiona que un colegio privado, o la Universidad Católica, o el Club Nacional de Football tenga su coro o su actividad para la cual tenés que identificarte para participar. Acá simplemente estamos diciendo que esta es la condición para formar parte del coro y eso es lo que le da determinadas características a este grupo”, explica.

El CHG nació en 2016, fue el primero con su impronta en América del Sur y en 2022 fue declarado de Interés Cultural por la Junta Departamental de Montevideo. La idea surgió tras un viaje donde Giaccone pudo conocer y maravillarse con el Gay Men’s Chorus de San Francisco, el primer coro abiertamente gay del mundo y también uno de los más grandes, con más de 300 cantantes. Cuando regresó a Uruguay, el docente de canto egresado de la Escuela de Ópera tenía claro que quería armar una propuesta parecida en Montevideo.

Con este impulso armó una convocatoria, que fue muy tímida al principio, contrariando sus expectativas. “Hicimos las audiciones y yo pensé que iba a aparecer mucha gente y sin embargo no fue así. Empezamos siendo apenas ocho en el living de casa”, cuenta quien también hizo una especialización en melodía, música y oratoria en Francia.

De a poco se fueron sumando nuevos integrantes y para Compadritos, el primer espectáculo que armaron, en 2017, ya eran 19 cantantes arriba del escenario. Ese mismo año recibieron una invitación inesperada que marcó un antes y un después para el grupo.

“Nos invitaron de la Iglesia Metodista Central para hacer un concierto de Navidad. Fue muy importante que una iglesia abriera sus puertas para esta propuesta, porque si bien Uruguay es un país laico, tiene una gran influencia religiosa y dentro de la Iglesia Católica, por ejemplo, el colectivo no ha sido muy acogido. Siempre hubo un discurso del tipo ‘Los perdonamos y los aceptamos’, cuando en realidad no hay nada que perdonar, simplemente tenemos que convivir en el mismo espacio y respetarnos. Y sin embargo esta iglesia abrió sus puertas muy generosamente”, cuenta sobre algo que se volvió una tradición ya que desde entonces todos los años esa invitación se ha repetido a fin de año.

Coro de Hombres Gays de Montevideo
Se presentan cada navidad en la Iglesia Metodista de Montevideo.
Foto: Pata Eizmendi

“Es más, ellos hicieron un banner precioso con una foto de nuestro primer concierto y lo ponen en la puerta de la iglesia, donde dice ‘una iglesia de corazón y puertas abiertas’. Eso para nosotros fue hasta sanador”, comenta sobre el valor que tiene este acercamiento para el coro que hoy integran 33 cantantes.

Como no podría ser distinto, el grupo es diverso y reúne a uruguayos y extranjeros de una amplia franja de edad: de 19 a 70 años. “Eso me parece fantástico porque cada uno aporta desde su lugar. Es de una riqueza diferente y se hace muy entretenido el compartir”, cuenta Giaccone y destaca que en estos ocho años de existencia el CHG se volvió mucho más que un coro y representa para muchos un espacio de contención.

“Pasamos a ser referentes para personas que todavía hoy tienen miedo de hablar de su orientación, o jóvenes que de repente no saben adónde ir para compartirlo en un espacio seguro donde puedan manifestarse sin ningún tipo de temor”, afirma el director, quien se fue sorprendiendo con todo lo generado por la representatividad que habita en el colectivo. “Eso es algo que en el primer momento no estaba en mis planes. Yo lo que quería era hacer buena música, ser estrictos en lo musical, pero se fueron abriendo espacios riquísimos y que evidentemente son necesarios aún porque si bien acá tenemos una sociedad relajada, también es muy hipócrita. Es decir, está todo bien mientras no expongas determinadas cosas”, remarca.

Coro de Hombres Gays de Montevideo
Lo integra 33 cantantes, uruguayos y extranjeros.
Foto: Pata Eizmendi

Hasta la fecha han creado siete espectáculos con distintos conceptos. Además de Compadritos (2017), presentaron Canta a la América, en 2019, concierto que hizo un recorrido por la música de Latinoamérica con un eje en poetas LGBTQ. En 2020 hicieron ¿Y qué hay del amor?, donde buscaron generar consciencia respecto de los estigmas que persisten al día de hoy sobre los portadores de HIV. Para eso trabajaron en conjunto con la ASEPO (Asociación de Ayuda al Sero Positivo). En 2021 presentaron Revoluciones, un concierto post pandémico que deseaba mover las estructuras del público tras un período difícil y de resignación para muchos. Ya en 2022 presentaron De mujeres, en el Teatro Solís, donde homenajearon al feminismo. “Queríamos cantarle al feminismo y a la mujer en su esencia y para eso hicimos canciones que hablaban de sus luchas y fue un concierto muy emotivo”, recuerda Giaccone.

El año pasado armaron Porque se nos canta, donde resumieron la historia del coro hasta acá con un repertorio que rescataba lo mejor de los últimos cinco espectáculos. Ya este 2024 presentan Arsénikos (ver abajo). Además, han girado por el interior del país y también se presentaron en Rosario, Argentina.

“Para mí lo más importante es que el público se conecte con el mensaje que estamos trasmitiendo. Ni que hablar que hacerlo en colectivo es la maravilla del canto coral, porque es el único momento en que un grupo de 30, 50 o más personas está respirando y haciendo algo al mismo ritmo. Hay estudiosos que dicen inclusive que hay momentos en coro, cuando la respiración es muy pausada, en que los corazones llegan a latir al mismo tiempo. Eso es algo que genera una magia, un poder frente al espectador que es realmente fantástico. La actividad coral para mí es una de las cosas más lindas que hay”, destaca Giaccone con entusiasmo.

Margarito Valiente (53) es psicólogo y uno de los integrantes que está desde el inicio de la formación. Para él, el CHG es sinónimo de familia y fue fundamental en una etapa decisiva de su vida. Tras 14 años de sacerdocio, en 2011 eligió dejarlo para vivir su orientación sexual libremente y el coro le ha permitido visibilizar su identidad sin amarras. “Compartimos mucho más que la pasión por cantar, compartimos nuestras vidas”, afirma a Domingo.

“Una de las cuestiones que más resalto es el orgullo de ser quienes somos y sobre todo de pregonar que cada persona pueda vivir y sentir lo que siente y quiere. En mi historia el CHG representa mucho, me ha posibilitado expresarme y decir ‘esta es mi vida y es bueno vivirla así, sin clóset’”, remata.

Coro de Hombres Gays de Montevideo.
"Compadritos" fue el primer espectáculo que presentaron, en 2017.
Foto: Para Eizmendi

Un espectáculo sobre nuevas masculinidades

Cuando Giaccone se puso a buscar un concepto que diera sentido al próximo espectáculo, se encontró con el deseo de abordar la masculinidad, algo que se volvió muy debatible en los últimos tiempos. “Está muy de moda hoy hablar de la masculinidad tóxica, o de la masculinidad frágil, en sus diferentes maneras y formas”, introduce.

El director quería plasmar en una propuesta musical y escénica nuevas posibilidades de masculinidades y reflexionar sobre una que sea positiva, lejos de los estereotipos tradicionales que determinan lo que es “ser varón”. En esta búsqueda se encontró con el concepto de arsénico. “Lo tenemos asociado a un veneno pero en realidad los griegos ya lo habían pensado como una cualidad positiva de la masculinidad. Ellos sostenían que todo, en una justa medida, es positivo. Por ejemplo, si agregás arsénico al cobre, lo fortalecés. Quedé fascinado con eso, porque me parecía tan contradictorio a lo que yo lo tenía asociado”, cuenta sobre Arsénikos, el espectáculo que presentaron ayer en la Sala Zavala Muniz del Solís y que repiten hoy a las 19 horas. Hay entradas a la venta en Tickantel.

“Ese concierto implica abrazar una identidad masculina inclusiva y saludable, donde la fortaleza se entiende en la resiliencia, en la valentía y en la capacidad de superar desafíos sin recurrir a comportamientos nocivos”, comenta el director del CHG. Y aclara: “No venimos a dar cátedra de masculinidad, pero sí a plantearnos qué es y a fomentar una cultura de igualdad y respeto. Al hacernos la interrogante, también la trasladamos al público”.

Por otro lado, en 2026 el CHG cumplirá 10 años y, aunque falta un tiempo para el festejo, el grupo ya se encuentra tocando puertas para preparar un encuentro sin precedentes. “Hemos formado un grupo de WhatsApp de los coros LGBTQ Latam y la intención es que vengan grupos de varios países a nuestro aniversario porque queremos hacer el primer encuentro de coros LGBTQ de América Latina. Por el momento tenemos el apoyo de la Junta Departamental, que está muy entusiasmada con la idea, pero hay que seguir golpeando puertas”, adelanta.

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