Juan Manuel Outeiro tenía 5 años cuando le confesó su madre que estar arriba de un escenario lo hacía muy feliz. Y desde entonces no paró de estudiar, perfeccionarse en el exterior, y trazarse objetivos de primer nivel. Su última conquista es un protagónico en calle Corrientes y se concretará el 3 de mayo con el estreno de Rent, un musical dirigido por Fer Dente, en el Teatro Ópera.

En la obra encarna a Ángel (ver recuadro) y llegó a través de una audición abierta donde se midió ante 6.500 aspirantes. “Es muy significativo para mí porque la primera vez que estudié teatro musical hice Rent”, cuenta a Domingo vía Zoom desde Buenos Aires, ciudad donde se instaló en marzo. Allá vive junto a Pablo Turturiello, actor uruguayo que cruzó el charco cuatro años atrás y también integra el elenco de Rent.

“Me recibió en su casa con un cuarto hermoso, así que estoy muy bien y acompañado. El grupo es hermoso y me siento súper contenido”, cuenta. Su plan es quedarse en la vecina orilla para incursionar en el mundo del cine y las series.

Foto: Bruno Nogueira

Recuerda que pidió ir a estudiar teatro con 8 años y sus padres aprovecharon que en Diverdanza (la academia donde su hermana estudiaba baile) había clases de actuación para anotarlo y darle el gusto. La posibilidad de ser lo que quieras ser, asegura, lo enamoró del universo de la interpretación.

Hizo bachillerato artístico, tomó clases particulares de actuación, se anotó en un curso de teatro musical con 15 años motivado por sus padres y empezó a sentir que el arte podía ser su profesión. “Me iba bien, mi familia se dio cuenta de que era bueno, confiaban en mí y dije ‘me quiero dedicar a esto’. Y me inscribí en la Escuela de Acción Artística Luis Trochón que tiene una carrera formal de comedia musical de tres años, con formación en canto, actuación y danza”, repasa.

Debutó a los 18 en El club del hit con Nacho Cardozoy fue entrar por la puerta grande. “De él aprendí a no descuidar ningún detalle y la disciplina: prepararte, darlo todo, hasta cómo colgar la ropa en el perchero después de la función”, asegura.

En 2018 participó de un congreso anual de teatro musical que duraba tres días y permitía mostrar el talento a docentes de Uruguay, Argentina, Brasil y Estados Unidos. Audicionó y se ganó una beca para estudiar teatro musical y cine en Nueva York y Los Ángeles con 11 artistas por 40 días.

“Era el sueño del artista: los dos coordinadores y el grupo conviviendo en una casa gigante en Nueva York. Teníamos todos los días una masterclass de canto, nos hacían preparar partituras de teatro musical que en Uruguay no se estila demasiado: era todo aprendizaje. Teníamos clase con gente grosa: actores de Broadway, Rachael Lawrence (coach vocal de Glee), Natalie Weiss; workshops diarios con un docente que estudió la técnica Meisner de su creador. Tomábamos clases de danza en el Broadway Dance Center”, rememora en diálogo con Domingo.

Al volver, egresó como intérprete de teatro musical de la escuela de Trochón y se inscribió en la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático (EMAD) para “reforzar el palo de la actuación”. Se graduó en 2022 y la oportunidad de ser becario de la Comedia Nacional atrasó su proyecto de mudarse a Argentina. Actuó en Fausto, La zapatera prodigiosa y Macondo. “Fue una experiencia de ensueño y de mucho aprendizaje. Compartir el elenco con gente que admiraba desde los 15, mientras soñaba con actuar en el Solís, fue una belleza”, comenta.

Foto: Bruno Nogueira

La oportunidad de probar suerte en Buenos Aires surgió mientras preparaba su tercer carnaval con Los Muchachos. Llegó al conjunto de parodistas invitado por el coreógrafo Tito Rodríguez, y aunque no era su sueño, le despertó curiosidad y quiso vivir la experiencia. Poder arrimar cariño y cultura a todos los sectores de la sociedad le llenó el alma.

En noviembre de 2023 Club Media y Fernando Dente llamaron a audiciones abiertas para Rent, coincidió que tenía libre en la Comedia Nacional y pidió por favor para faltar a unos ensayos de carnaval: “Recuerdo que me dijeron 'andá, pero cuando vuelvas queremos que nos digas que quedaste', motivándome”, cuenta.

La beca en la Comedia Nacional estaba por terminar, Juan Manuel quería probar suerte, así que dijo ‘no tengo nada que perder’, y allá fue. Tuvo audiciones durante dos semanas y al principio fue un shock: “El primer día llegué al teatro Ópera, vi una fila inmensa de gente y dije ‘¿qué hago acá?’”, confiesa. Superó distintas pruebas de canto y danza y cuando al fin le dieron la bienvenida al elenco sintió la emoción del deber cumplido: “Tanto tiempo de esfuerzo, años de carrera, animarme y confiar en mi sueño para que finalmente se dé esta gran oportunidad que es tener uno de los roles principales en un musical en calle Corrientes, que es como el Broadway de Latinoamérica”, asegura quien siendo niño y más naif anhelaba con llegar a Broadway, un deseo que aún no quiere soltar.