El Museo del Gaucho y la Moneda reabre en el espectacular hall de la casa central del Banco República

Se inaugura el próximo jueves 3 de octubre y a sus colecciones suma la tecnología. Durante el Mes del Patrimonio la entrada será gratuita

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En estos días se está montando el museo, para su apertura el jueves.

Patrimonio es aquello que se puede ver, tocar o usufructuar. Por eso, la reapertura del Museo del Gaucho y la Moneda, después de varios años de cerrado, es una recuperación muy importante para la cultura nacional. Luego de funcionar durante décadas en el céntrico Palacio Heber Jackson, abrirá nuevamente sus puertas el próximo 3 de octubre en un espacio privilegiado: el histórico y luminoso hall de la sede central del Banco República, en la calle Cerrito.

El Banco República (BROU) tiene una larga tradición de relación con la historia, el arte y el patrimonio cultural, que se refleja en la participación en el Salón Nacional de Artes Plásticas (desde su creación en 1937) y en el Salón Municipal; con la creación del Premio Blanes en los años 60 y la organización de concursos de plástica entre las décadas de 1970 y 1990. Más recientemente, participó en las dos primeras ediciones de la Bienal de Montevideo, albergando en varias de sus dependencias, incluido el hall de su sede central, obras de artistas internacionales.

“Es una alegría enorme poder hacer realidad un sueño, pues esto comenzó hace mucho tiempo conversando con la viceministra de Educación y Cultura, Ana Ribeiro, sobre el viejo Museo del Gaucho y la Moneda, que se encontraba desmantelado por problemas que tenía su anterior alojamiento. Fue una gran idea la de aprovechar este recurso patrimonial impresionante que tiene esta casa central, con este salón espectacular, que era un crimen verlo vacío desde que dejó de tener su actividad de funcionamiento bancario en 2012”, declaró a Domingo el presidente del BROU, Salvador Ferrer.

Durante la historia de este monumental edificio de la Ciudad Vieja se fueron desarrollando los museos de la propia institución: primero fue el Museo Bancario, creado en 1943 y ubicado en el primer piso. Este fue incorporando importantes colecciones que recorrían la historia numismática de la región, teniendo en cuenta la calidad de instituto emisor del Estado que poseyó el banco desde su fundación.

En 1979 se creó el Museo del Gaucho - Motivos populares uruguayos, con una importante colección de platería criolla y objetos gauchescos reunida por el profesor y escritor Fernando Assunçao. Ambas colecciones se exhibieron en el primer piso de la casa central, hasta su traslado en 1985 al Palacio Heber Jackson (18 de Julio y Julio Herrera y Obes), que se transformó en el museo más visitado por los niños y las escuelas del país. A fines de 2019, para preservar el valor arquitectónico del Palacio Heber Jackson, se cerró el área de los museos para su restauración.

Desde 2013, existe la Fundación Banco República, una entidad sin fines de lucro que se dedica a generar, respaldar y patrocinar iniciativas de interés general, con especial enfoque en áreas como la educación y la cultura. Fue justamente a esta fundación a la que se le encomendó la gestión y difusión del valioso acervo artístico del BROU, que incluye las colecciones del Museo del Gaucho y la Moneda.

“Las instalaciones de la casa matriz del Banco las hemos utilizado para la entrega del premio anual de los exportadores y para algunas bienales de arte, pero darle a esto vida permanente era algo que nos obsesionaba. Y cuando Ana (Ribeiro) nos planteó la idea, le respondimos que estábamos en condiciones de tomar el desafío de transformar esto en un gran museo. La verdad es que estamos logrando con creces lo que en algún momento nos propusimos”, destacó Ferrer.

El nuevo Museo del Gaucho y la Moneda de la Ciudad Vieja no solo albergará sus importantes colecciones, sino que también incorporará tecnologías modernas, como una sala inmersiva que se colocó en la mitad del hall y pantallas que proyectarán a gran escala las valiosas obras de arte que allí serán exhibidas.

La casa central del BROU es un edificio de carácter patrimonial que fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1975. Esta joya arquitectónica, construida por el italiano Juan Veltroni (autor de obras como la sede del Ministerio de Salud Pública, las escalinatas del Parque Capurro o la urbanización de la playa San Rafael de Punta del Este), se inauguró el 19 de febrero de 1938.

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Impulsores. La viceministra de Cultura, Ana Ribeiro, y el presidente del BROU, Salvador Ferrer.

Área del gaucho

El sector del museo dedicado al gaucho propone un recorrido desde el origen de este personaje hasta la inauguración del monumento que lo homenajea, realizado por José Luis Zorrilla de San Martín.

En los primeros sectores se explica su génesis y forma de vida, sus actividades, costumbres y vestimenta, a través de piezas muy sencillas realizadas en cuero (materia prima por excelencia que usó el gaucho), madera, hierro y piedra. Si bien su historia es la de una sociedad masculina, está presente también la figura de la mujer de la campaña, destacada a través de la transcripción de documentos de época, pinturas y esculturas.

“La colección anteriormente estaba expuesta con un criterio que desesperaba a la guía del museo, quien decía que le daba impotencia el hecho de que los niños salían pensando que el gaucho era rico, porque veían mucho oro y plata. Y ese no es el gaucho del origen”, comenta Ana Ribeiro a Domingo.

En la época colonial, la ruta de la plata y el oro conectaba el Cerro de Potosí (del Alto Perú, actual Bolivia) con los puertos de Buenos Aires, Colonia y Montevideo. Ajeno a ese mundo productivo existía un tipo social que recorría la campaña del Río de la Plata: el gaucho.

“Era una mezcla de esclavos escapados, españoles y portugueses perseguidos, mestizos y guaraníes. Vivía de manera nómada, trabajando solo por necesidades inmediatas, ya que la abundancia de carne le aseguraba el alimento. Fue un personaje de fuerte conexión sensorial con su entorno, de vida ecuestre y libertad irrenunciable; que mezclaba en su lenguaje el castellano antiguo con voces indias y africanas”, dice Ribeiro.

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Sala inmersiva. Se colocó en mitad del hall, al igual que una pantalla gigante.

Área de la moneda

La exhibición presentará un recorrido por la historia numismática desde el período colonial hasta la creación del Banco República en 1896. Incluye monedas coloniales portuguesas y españolas (entre ellas piezas provenientes del naufragio del navío Nuestra Señora de la Luz en 1752 y recuperadas 240 años después por el buzo Rubén Collado), así como las primeras que fueron acuñadas en la Casa de Moneda de Montevideo. Muchas de estas divisas, de importante valor, se exhibirán en las “celdas” donde funcionaron las cajas del BROU, en el hall central, que son Patrimonio Histórico al igual que todo el edificio.

Otro de los espacios a destacar lo conforma la instalación del “Gabinete de las máquinas del capital”, del artista norteamericano Mark Dion. Esta obra, realizada para la Bienal de Montevideo de 2012, tiene gran significación para la institución, ya que está conformada por mobiliario, máquinas y diversos útiles y elementos utilizados por los funcionarios del Banco desde su creación.

De holgazán a participante en las guerras de independencia

Según la historiadora Ana Ribeiro, durante las guerras de independencia los gauchos -antes vistos como holgazanes por buena parte de la sociedad- se convirtieron en soldados aguerridos.

“Eran reconocidos por su valentía, hospitalidad y lealtad, pero también por su coraje y desprecio por la autoridad. Acompañaron luego las luchas de los partidos políticos. Hacia fines del XIX, con la consolidación de la propiedad privada y el alambrado de los campos, su estilo de vida fue paulatinamente acorralado. Aquellos que no se adaptaron fueron perseguidos como fugitivos”, dice la ministra de Educación y Cultura a Domingo.

Pero hay un hecho inexorable: lo que triunfó fue su cultura, impregnando la campaña y convirtiendo al gaucho en figura identitaria y nacional. “Hoy sus usos y costumbres se celebran en todas las fiestas tradicionales del país, donde se exhiben sus mejores vestimentas, sus artes manuales, su experto manejo del ganado y de sus inseparables caballos”, dice Ribeiro.

La historiadora aclara que el museo del BROU es una muestra cultural, en la que no hay caballos, por ejemplo. “Esas cosas deben verse en las tradicionales fiestas criollas”, dice. Y recuerda que la moneda es, al igual que el gaucho, un fenómeno de evolución histórica, que incluso puede ser visto adornando sus cintos de gala.

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