El rover uruguayo que aspira a capturar polvo lunar y un lugar en las misiones Artemis de la NASA

A través de una técnica única de recolección de polvo lunar y el entusiasmo de sus creadores, este proyecto busca demostrar que Uruguay puede ofrecer tecnología accesible a las misiones Artemis de la NASA.

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Imagen ilustrativa del rover de Astranova

"Para este truco necesitaremos un globo. Lo frotaremos unos segundos contra un tejido y, a continuación, lo pasaremos por nuestro cabello. ¡Veremos como los pelos se ponen de punta!” Este viejo experimento es una demostración común de la electricidad estática. En otras palabras, el globo adquiere electrones del cabello y queda momentáneamente “cargado” de electricidad hasta que estos se dispersan en el aire. Steffano Perrone, miembro del equipo de desarrollo de Astranova, una organización uruguaya dedicada al desarrollo tecnológico y aeroespacial, le dio una vuelta al juego al preguntarse: ¿y si un rover utilizara este principio para captar el regolito lunar?

Ese fue el punto de partida de STATIC-01, un proyecto de un rover enfocado en la minería espacial que un grupo de 20 entusiastas del espacio -desde liceales hasta ingenieros jubilados- está desarrollando para contribuir a las misiones Artemis de la NASA, las que sentarán las bases para la exploración científica a largo plazo en nuestro satélite natural. “Queremos que nuestro rover sea el aporte tecnológico de Uruguay y que brinde una ayuda real en la vuelta del ser humano a la Luna”, cuenta Perrone a Domingo.

Un desafío y un enfoque.

La NASA ya ha seleccionado a tres compañías -Intuitive Machines, Lunar Outpost y Venturi Astrolab- para el diseño y la construcción de un Vehículo Terrestre Lunar para la misión Artemis V, prevista para 2030. Este vehículo deberá ser capaz de transportar a dos astronautas hasta 20 kilómetros por día, funcionar sin interrupciones durante ocho horas y tener una vida útil de 10 años. El contrato podría alcanzar un valor de hasta US$ 4,6 mil millones.

Astranova planea intervenir en otro aspecto: la NASA está abierta a colaborar con proyectos estudiantiles de todo el mundo, y en este sentido, los apasionados uruguayos ya han establecido los primeros contactos para que su rover cumpla con los requisitos técnicos de la agencia.

El primer paso es completar el prototipo inicial este mes. Se trata de un vehículo robótico, de aproximadamente 40 por 40 centímetros, liviano y de bajo costo, con piezas impresas en 3D y un dispositivo para generar tracción electrostática. Además, cuenta con un cilindro para la recolección del polvo lunar y su depósito en un contenedor. “¿Viste el experimento del globo? Es el mismo principio, solo que con mucha más potencia”, explica.

El regolito es el fino polvo gris que cubre toda la superficie lunar. Este término se refiere a la capa de materiales no consolidados que se encuentra sobre la roca sólida, compuesta por fragmentos de roca, minerales y otros depósitos superficiales que aún no han formado un suelo propiamente dicho. El regolito no es exclusivo de la Luna; también se encuentra en la Tierra y en otros cuerpos del Sistema Solar. Sin embargo, se asocia comúnmente con nuestro satélite. Es esta capa de polvo la que hace que las huellas de los astronautas en la Luna sean tan visibles y distintivas.

LA ARENA GRIS QUE CUENTA LA HISTORIA DE LA LUNA

Bajo la luz del Sol, el regolito lunar se revela como un polvo grisáceo y fino que cubre toda la superficie del satélite. Es un manto formado por millones de años de impactos cósmicos y extremas condiciones ambientales. Este polvo está compuesto principalmente de basaltos, con fragmentos de minerales como feldespato, plagioclasa y piroxenos, y esconde en su mezcla un pequeño porcentaje de material meteorítico, restos de los viajeros espaciales que han impactado la Luna.

En los mares lunares, este regolito puede tener una profundidad de cuatro a cinco metros, mientras que en las montañas puede llegar a los 10 metros o más.

Su origen es una mezcla de violentos bombardeos de meteoritos y micrometeoritos, la constante radiación del Sol, y las drásticas variaciones de temperatura que alcanzan hasta 120°C durante el día y descienden a -150°C en la noche y en zonas de sombra.

Estas condiciones hacen que las rocas se rompan lentamente en partículas diminutas, creando un polvo tan fino que podría pasar desapercibido, si no fuera por su abrasividad.

Además, este mineral tiene el potencial de proporcionar agua y oxígeno, lo que permitiría no solo una presencia humana autónoma en la Luna, sino también la producción de combustible para futuras misiones de exploración más allá del satélite.

La diferencia con otras propuestas ya examinadas por el equipo de Astranova es que la suya no utiliza un taladro para perforar la superficie lunar. “Los taladros tienen problemas: son caros, pesados, pueden atascarse, romperse y los rovers deben detenerse cuando perforan”, señala a Domingo. (El querido Bruce Willis también nos educó al respecto en Armageddon)

STATIC-01 pretende generar electroestática para atraer el polvo hacia el cilindro mientras el vehículo está en marcha. El objetivo es que trabaje “un enjambre” de rovers para aumentar la velocidad de la recolección y evitar el uso de maquinaria excesiva.

La cápsula Orión de la misión no tripulada Artemis I durante el quinto día de su misión, a unas 81 millas (130.35 km) de la Luna. Foto: EFE
Fotografía cedida por la NASA donde se muestra la cápsula Orión de la misión no tripulada Artemis I durante el quinto día de su misión, a unas 81 millas (130.35 km) de la Luna. EFE/NASA
NASA/EFE/NASA

Próximos pasos.

El primer prototipo será sometido a diferentes pruebas, cuyos resultados se enviarán a la NASA para recibir retroalimentación y realizarle mejoras en las siguientes versiones del rover.

El equipo presentará su idea en el próximo NASA International Space Apps Challenge, que se disputará en Montevideo el 5 y 6 de octubre.

Ya participaron en la última edición del Campus Party, donde atrajeron la atención de Clara O’Farrell, ingeniera argentina en el Jet Propulsion Lab de la NASA, quien fue una de las oradoras del evento. “Nos dijo que hay posibilidades reales (de colaborar con las misiones Artemis), ya que la agencia envía proyectos a la Estación Espacial Internacional para apoyar la educación, y si resultan útiles”, señala.

Por otro lado, Perrone estima que el costo del modelo final de STATIC-01 estará entre los US$ 1.000 y US$ 2.000, lo que lo convierte en una solución económica. Por el momento, los miembros de Astranova cubren los costos “por pasión”, aunque están explorando posibles aportes de programas de financiamiento tanto nacionales como internacionales.

A pesar de enfrentar desafíos significativos, como la falta de apoyo financiero para tecnología espacial y propuestas educativas específicas en el país, el equipo de Astranova sigue avanzando con entusiasmo y determinación. “La ciencia no conoce de limitaciones geográficas”, afirma Perrone, con la convicción de quien está decidido a lograr un hito importante en la historia de la exploración espacial desde Uruguay.

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