Las elevadas tasas de sobrepeso y obesidad infantil en países desarrollados podrían estar relacionadas con que los niños duermen menos horas que antes. Esa es la conclusión del investigador Shahrad Taheri, de la Universidad de Bristol, Reino Unido, publicado en Archives of Disease in Childhood. El estudio culpa al creciente acceso a computadoras, celulares y televisores de la reducción de horas de sueño nocturno, y señala que esos aparatos deben estar prohibidos en los dormitorios de los niños. Una menor duración del sueño perturba el metabolismo normal, lo cual puede contribuir a la obesidad, la resistencia a la insulina, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, indica el trabajo que analiza varias investigaciones. EL PAÍS DE MADRID