Redacción El País
"Este programa trae suerte”, siempre ha dicho la diva Mirtha Legrand. En el caso de la imitadora y humorista Fátima Flórez y el candidato presidencial por La Libertad Avanza, Javier Milei, fue cierto dado que se conocieron en la grabación de La noche de Mirtha. Sentados uno al lado del otro, ella imitó a la exmandataria Cristina Fernández para hacerlo enojar y eso parece que le cayó en gracia. Ahora, a los 42 años, consagrada como una de las artistas más exitosas de Argentina, Fátima Flórez podría llegar a ser la primera dama (aunque dijo que ese título le parece una “tilinguería”).
Una crónica de La Nación cuenta sobre ese primer encuentro televisado: “Las cámaras mostraron cómo se miraban fijamente y cómo sus manos se tocaban, e incluso la capocómica utilizó esto para una de sus bromas. Uno de los momentos icónicos de esa reunión fue cuando Flórez imitó a Susana Giménez. Allí quiso enseñarle los anillos a la conductora y, para ello, se inclinó con su cuerpo sobre el economista. ‘Mirá, me caigo encima de Javier’, dijo con una sonrisa en lo que hoy muchos ven como el comienzo, aún platónico por entonces, de su romance”.
María Eugenia Flórez es su nombre verdadero. Su nombre artístico lo eligió su exmarido y productor, Norberto Marcos, en honor a la virgen de Fátima, ya que consideró que sería más atractivo para el público. En 2001, cuando se conocieron, ella formaba parte del grupo Las Primas y fue él quien descubrió su don para las imitaciones. Después de 22 años juntos y separados este año, el hombre se enteró del noviazgo con Milei de su ex pero todavía socia y se despachó en Socios del espectáculo: “(Su carrera) me costó cuatro stents y dos by pass”.
Dejando a un lado los reproches, María Eugenia ya había mostrado su talento para las imitaciones, primero en la escuela de su Olivos natal, y luego en un concurso donde se puso en la piel de Xuxa. “Me presenté a un casting y gané. Me llevé una muñeca. La admiraba tanto que iba siempre a su programa. Tengo mil fotos con ella”, contó en Radio Rivadavia.
Sus padres -un arquitecto y una profesora de geografía- la anotaron en clases de danza y teatro como hobby, pero no apoyaron el camino artístico como salida profesional. Logró empezar una carrera a los 17 años, cuando participó en producciones de Pepe Cibrián Campoy, con quien había tomado clases. Fue bailarina y asistente de coreografías de distintas producciones suyas, como El Jorobado de París, Drácula y El Rey David.
Al recordar su infancia y adolescencia en La Divina Noche de Dante, en El Nueve, no aguantó el llanto. “Quería ser artista y a mi familia no le gustaba mucho la idea y me decían ‘no te va a ir bien con eso’”, relató, sumamente movilizada. También confesó que en esos tiempos padecía anorexia -“fue mi etapa más dolorosa (...) Me veía en el espejo y no veía la realidad. Mentía, no comía. Llegué a pesar 40 y tantos”- y bullying en el colegio y en el club (jugaba hockey y tuvo el ofrecimiento de federarse). “Sentía que no encajaba (...) pero la vida me dio muchas cosas para sonreír y muchas cosas por delante”, contó en la entrevista.
Días después de que ambos blanquearan su romance, la humorista e imitadora Fátima Florez habló sobre su relación con el candidato presidencial, Javier Milei. En diálogo con el Diario de Mariana, le preguntaron, en clave de comedia, si Cristina Fernández “aprueba” el noviazgo. Entonces, Fátima respondió imitando a la vicepresidenta: “Por supuesto. Vos sabés que sí. Cuando Fátima pone primera, pone primera. Ojito”. Y como ella agregó: “Estoy muy tranquila, viviendo un momento muy lindo. No tengo mucho más que decir que eso”.
Pero consultada por la posibilidad de ser primera dama si Milei gana las elecciones, replicó: “Obviamente sé que él está muy bien posicionado, pero no se me ocurrió pensar en ser primera dama. No pienso en eso de primeras damas. Entre nos, me parece un poco una tilinguería la verdad (...) Nosotros puertas adentro no hablamos de trabajo. Yo no tendría por qué meterme a opinar de su trabajo”. Y ante la insistencia de la conductora afirmó: “Estoy enamorada pero no quiero ahondar en detalles”.
La reprobación paterna era férrea. “Si querés seguir con lo artístico, afuera”, le dijeron. Es más, le pusieron las valijas en la puerta. Entonces, con 19 años viajó a Perú, donde participó en la serie cómica La Paisana Jacinta, un gran éxito en la televisión de ese país.
Al volver a la Argentina, participó como vedette principal en la producción de Carlos Perciavalle Revivamos el Concert, un espectáculo de café concert realizado en 2005. De hecho, el llamado “rey del café concert” fue uno de los que reveló a los medios el romance con Milei. En esa época, también compartió escenarios con Jorge Corona en El Viaje del Humor.
Su trayectoria también cuenta con numerosas participaciones en televisión, donde estuvo en programas junto a figuras como Gerardo Sofovich, Freddy Villarreal y Marley. Uno de sus mayores éxitos en la pantalla chica fue en 2009, cuando participó en ShowMatch, donde hizo imitaciones dentro del segmento “Gran Cuñado” y “Gran Cuñado VIP”.
Pero el salto definitivo de Flórez llegaría personificando a la entonces presidenta Cristina Fernández en el programa Periodismo Para Todos, de Jorge Lanata. La intérprete pasó tres años en dicha emisión y esto le valió tres nominaciones a los premios Martín Fierro en la categoría Mejor Labor Humorística, de los cuales ganó dos.
En paralelo a esta carrera televisiva, siguió ligada al teatro con espectáculos propios como Fátima Flórez es Única, Fátima Para Todos, Fátima es Camaleónica y muchos más. Obtuvo numerosas nominaciones y varios premios Tato, Carlos (otorgados a los espectáculos de Villa Carlos Paz) y Estrella de Mar.
La humorista que se hizo un lugar en el escenario a fuerza de mucho trabajo y talento, aseguró a Radio Rivadavia: “Luché mucho por tener mi lugar. Muchos me recomendaron dedicarme a otro rubro, me decían que las mujeres no hacían reír, ‘apostá al cuerpo’. A la mujer siempre se la utilizó como remate de chiste. Yo misma tenía prejuicios por ser mujer. Sola tuve que hacerme camino. Yo soy una remadora, peleadora, batalladora… Siento que a veces, por ser mujer, se me castiga un poco y se me exige mucho más. Pero nada me desanima”. (Con información de La Nación)