Fieles a la vida mormona

| Con menos de 200 años de historia suman 13 millones de miembros en el mundo; 90.000 viven en Uruguay. Echan por tierra el prejuicio de que "todos" tienen dinero, se ayudan entre ellos y viven de acuerdo a su fe.

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El País

MIGUEL BARDESIO | GABRIELA VAZ

Todos los miembros de la Iglesia deben entregar cada mes el diez por ciento de su sueldo al obispo. Es un mandamiento y "no se debe preguntar" qué se hace con él.

Domingo, 8:45 de la mañana. Los fieles llegan a una capilla ubicada en el "Barrio 5", lo que el resto de los montevideanos conoce como El Prado. Pero no solo eso los diferencia: son puntuales y todos, hasta los bebés, visten traje, corbata y camisa blanca o una pollera larga si son mujeres. Se reúnen en el hall de la construcción, que parece un liceo, donde hay una cartelera de actividades, un pasillo con varias puertas de madera, pero no se ven cuadros, ni esculturas; las paredes son blancas. Allí se saludan, se dicen "hermano", "hermana"; nadie se ofende si los llaman por su fe: mormones.

A las 9 comienza "la reunión" (el equivalente a una misa para los católicos). Los mormones se dividen en grupos. Hombres por un lado y mujeres por otro. Jóvenes allá, niños por acá. Cada cuadrilla tiene una especie de orientador, porque allí se estudia, tanto el Evangelio como El Libro del Mormón, un texto que narra la historia y enseñanzas de Jesús en América. Ellos creen que el Mesías tuvo un pasaje por Estados Unidos. Eso define a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD). Eso y que profesan una religión presente en todos los ámbitos de la vida. Si un miembro pasa hambre y no tiene empleo, pues la IJSUD cuenta con una bolsa de trabajo y lo que llaman el "Almacén del Obispo", donde se brindan comestibles a cambio de trabajar en él. Si anda mal de amores, hay grupos de jóvenes solteros y solteras que hacen actividades en conjunto. La fe también se paga: el 10% de lo que gana cada fiel debe ser donado a la Iglesia.

Para comenzar la historia hay que remontarse a 1820, en Estados Unidos. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días nació con la idea de "recuperar" la institución original, creada por Cristo, que según ellos fue distorsionándose en los primeros siglos después de su nacimiento (ver servicio). Actualmente, con menos de 200 años de historia, suman 13 millones de miembros en todo el mundo, número que casi equipara a la cantidad de judíos. Poco menos de la mitad vive en Estados Unidos. El resto está disperso por el globo; 90.000 residen en Uruguay.

Ser parte de la Iglesia mormona es bastante más que comulgar con una religión, "es una forma de vida", dice Iris Silveira, miembro y encargada de Relaciones Públicas del grupo en el país. Basta mirarlos para entender parte de esa afirmación: sólo entran a las capillas o al templo formalmente vestidos (los hombres, de camisa y pantalón de vestir; las mujeres, de pollera a la rodilla), en la calle predican siempre de a dos, no fuman, no toman alcohol, té o café y, claro está, no aceptan drogas ilegales.

La existencia del "Almacén del Obispo" y de otras reparticiones de apoyo echa por tierra la idea de que "todos los mormones" tienen dinero. Esa es una creencia alentada quizá por su forma de vestir, prolija, pero no deja de ser errada, señala el élder Juan Etchegaray, Setenta de Área de la IJSUD en Uruguay, lo que lo convierte en la autoridad máxima del grupo en el país. "Nuestra obra no es selectiva. Estamos presentes de Carrasco a Bella Unión. No podría encasillarse en un nivel social, hay de todo. Quizá exista la impresión de que no tenemos pobres, y los tenemos. Yo tengo una vecina que dice: `Ustedes se visten muy bien`. Me puse a pensar y eso tiene que ver con lo que se enseña. El domingo se usa una camisa blanca limpia porque es un símbolo de pureza, las mujeres no pueden ingresar al templo de pantalones, los hombres deben tener el pelo cortito, quizá eso nos da cierto perfil. Es una actitud de vida. Pero no es un look mormón. Si vas a buscar trabajo, no vayas de bermuda. Hay gente que tiene una sola camisa blanca o una sola pollera y la usa para venir a la Iglesia el domingo. Es una forma de presentarse delante del Señor y decirle: `Lo mejor que tengo es para ti`. Es un acto de fe. Usted puede entrar a una casa de mormones y va a ver limpieza, orden, libros. Los agujeros son impresentables, los remiendos son honorables. Es una actitud de dignidad".

No obstante eso, lo cierto es que las construcciones mormonas pueden dejar boquiabierto a más de uno. El templo ubicado en Carrasco es una muestra. Ese estilo arquitectónico, de grandilocuente simpleza, se repite en las 101 capillas que la Iglesia cuenta en el país. Etchegaray reconoce que son llamativas y explica que es una manera de "contribuir al embellecimiento del lugar donde el edificio está establecido". Para ilustrar la idea, ejemplifica: "Cuando serví en la misión en la zona de Córdoba, Catamarca y La Rioja (Argentina), compramos un terreno en Catamarca que era un basural, un desarmadero de autos. Empezamos a construir una capilla y puedo asegurar que al año comenzaron a mejorar las casas de los costados. Como consecuencia de que creamos un jardín, la gente creó los suyos y los empezó a cuidar. O sea que, primero, hay una necesidad: precisamos un lugar donde reunirnos. No hay lujos sino comodidades normales para que podamos estar bien. Entiendo que quizá, comparado con un liceo (la mención es porque las capillas mormonas, además de la oración, tienen una función de enseñanza, con aulas incluidas) pueda parecer un lujo. Pero tenemos lo esencial para funcionar". Otra distinción de sus construcciones es que no poseen figuras religiosas, ya que los mormones no adoran imágenes.

Toda la infraestructura se mantiene con la ley del diezmo. "Es un 10% de mis ingresos, que entrego al obispo mensualmente como familia, y él me extiende un recibo. A fin de año tenemos una entrevista, yo le muestro todos mis recibos y él, todos los aciertos de mis aportes a la Iglesia". Esto no significa que la institución "rinda cuentas" a los fieles. "Quien dispone del Fondo General de Diezmos es la primera presidencia de la Iglesia. Mi fe indica que es un mandamiento y que yo no debo preguntar. Yo cumplo con lo que Dios me ha pedido. La responsabilidad del uso (del dinero) es de otros", explica Etchegaray.

URUGUAY. Para muchos, la primera referencia de los mormones será el recuerdo de una pareja de varones que va puerta por puerta intentando convencer a los dueños de casa de dejarlos pasar para así "predicar la palabra de Dios". Ese es uno de los principales mecanismos de "captura" que posee la Iglesia. "Nuestra manera de predicar el evangelio es uno a uno. Nuestros misioneros visitan las casas y tratamos de hacer un contrato con la familia. Es casi personalizado. Fue mi caso: llegaron, me explicaron, me invitaron a ir a la Iglesia y en dos semanas estaba bautizado", cuenta el Setenta de Área uruguayo.

Él mismo reconoce que la expansión de la IJSUD en el país "no es explosiva", pero afirma que aumenta en forma segura. "Un crecimiento importante se da dentro de las familias de la Iglesia. Cuando nos casamos, con mi esposa éramos dos. Ahora tenemos cuatro hijos, de los cuales tres fueron misioneros, mi yerno es obispo del barrio, un hijo trabaja con los jóvenes y mi hija enseña en una escuela".

También es posible convertir a familiares fallecidos. Los mormones cuentan con un Centro de Historia Familiar, cuyo fin es armar el árbol genealógico de los miembros. Mabel Etchegaray, encargada de este archivo, indica que, como la unidad es la familia, para ellos "no tiene sentido" casarse "sólo por esta vida". "Sellamos a nuestras familias por la eternidad. Vamos haciendo toda la cadena familiar y lo ideal sería llegar hasta Adán". Ella misma logró rastrear sus raíces hasta su tatarabuelo. "No pude ir más atrás, pero hay gente que lo logra".

Aún así, vale aclarar que también existen parejas en las que uno solo de los miembros es mormón. "Hay respeto por la entidad familiar. Por eso, los misioneros (cuando visitan las casas) piden permiso para hablar con el padre de familia. Rara vez lo hacen sin su presencia, o al menos su autorización".

POLIGAMIA Y ABORTO. Aunque los mormones se consideran cristianos, porque creen en Jesucristo (de hecho, suscriben la Biblia), muchos se oponen a catalogarlos como tales, al entender que varios de sus preceptos se oponen a la fe cristiana. De acuerdo a la IJSUD, Jesús visitó América (Estados Unidos, para ser exactos) tras su resurrección. Ese viaje es lo que se narra en El Libro del Mormón, el texto canónico del grupo. "Mormón fue un profeta que compendió la enseñanzas que Cristo dejó acá. José Smith recibió la visita de Morón, el hijo de Mormón (ver servicio). Si lo analizás, no se contradice con la Biblia, sino que se apoyan mutuamente", explican Rafael Maio, obispo del Barrio 5 (zona del Prado), y Mario Cerruti, presidente de la estaca Montevideo Oeste (la estaca equivale a una diócesis). Sin embargo, sí existen divergencias en la interpretación. Por ejemplo, para los mormones "los hombres serán castigados por sus propios pecados y no por la transmisión de Adán". Como explican Maio y Cerrutti, "creemos que ellos (Adán y Eva) no pecaron. Fue una transgresión. Para que comenzara todo el plan era necesario que ellos participaran de eso. Si no lo hacían, ahora no habría nada. Ellos comprendieron que era necesario entrar en ese nivel, más terrenal, para traer hijos al mundo y comenzar a desarrollarse".

Al igual que los católicos, los mormones están en contra del aborto, pero quedan abiertos a considerarlo en ciertas situaciones. "Creemos que la vida es sagrada y nos atenemos a lo que enseñan las escrituras. Solamente consideramos el aborto cuando se trata de una violación o si la vida del bebé está comprometida muy seriamente, desde el punto de vista científico. Son casos concretos que se estudian. Igualmente, concedemos a las personas que decidan según sus creencias. No queremos imponer nuestras cosas", dice el élder Etchegaray.

Otro tema polémico en torno al mormonismo es la poligamia. El tema tuvo a la Iglesia en el ojo de la tormenta hace unos años, cuando se hizo público que, en Estados Unidos, una secta que se autodefine como mormona acepta y ejerce esta práctica. Si bien se dice que en la primera tradición de la doctrina esto era usual, se supo que la secta está conformada por un grupo de mormones escindidos de la IJSUD.

El tema fue removido en 2006 por la serie norteamericana Big Love, emitida por HBO, que contaba la historia de un hombre que tenía tres esposas. Si bien los protagonistas no eran mormones, el programa recordaba que la poligamia está aceptada entre fundamentalistas de áreas rurales de Utah. Para que no quepan dudas, Etchegaray aclara: "Si hoy día un miembro participara de la poligamia sería inmediatamente excomulgado. Nosotros no participamos de eso en absoluto. Hubo diarios que tomaron la noticia en bruto y la pusieron".

Es domingo, 12 en punto del mediodía. Han terminado las dos horas de "clase", hubo un "recreo" y ahora todos los fieles están en el salón sacramental. Aquí no hay fotos. El obispo del Barrio 5 dirige este tramo final, donde los miembros que quieran pueden subir a dar testimonio. Siempre terminan sus palabras con un "yo sé que esta es la Iglesia de Jesucristo". "Yo sé...", lo reafirman cada vez y a veces emocionados. El rito final: cada uno toma un trozo de pan y bebe de una copa, pero no de vino. Todos toman agua.

El dato

Una iglesia cristiana, nacida en estados unidos

De acuerdo con los mormones, después de la crucifixión de Cristo la iglesia que éste había establecido comenzó a deformarse al punto que, pasados unos siglos, ya no se parecía en nada a la original. Con la pérdida de esa autoridad, sobrevino un período que ellos llaman de "apostasía". Eso duró hasta 1820, cuando un joven estadounidense de 14 años llamado Joseph Smith fue contactado por Dios, a través de visiones y otras experiencias, y siguiendo sus dictámenes inició la restauración de la iglesia original: la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Habría sido a raíz de esas visiones que Smith logró recuperar "El libro del Mormón", donde aparece, entre otras cosas, un compendio de enseñanzas escrito por un profeta llamado Mormón, que Dios ordenó a Smith transcribir nuevamente. El Libro relata la visita que Jesús habría hecho a América luego de su resurrección. Si bien para los mormones se trata de un texto canónico, también creen en lo que dice la Biblia.

"No nos conocen mucho"

Desde sus inicios en el siglo XIX, el mormonismo ha sido muy criticado por religiones cristianas. No obstante, hoy en día la relación con otras iglesias es "cordial", asegura el élder Juan Etchegaray. Todo con sus matices. "Creo que en Uruguay no está instituida una relación más allá de las creencias. Porque habemos muchas iglesias cristianas, pero quizá todavía no hemos alcanzado la madurez, la cintura necesaria, para relacionarnos bien. De nuestra parte, tenemos vínculos con todos. Cuando inauguramos el templo muchos vinieron, aunque algunos tienen pruritos. En varios países, la iglesia se une para trabajar en causas comunes. Aquí es más pueblerino, hay una distancia, no sé por qué. Pero lo vamos a ir logrando", sostiene el Setenta de Área.

De todas formas, Etchegaray se anima a una autocrítica. "Creo que en realidad no nos conocen mucho. De pronto, no hemos sabido abrirnos a la comunidad. Desde el exterior se nos ve como un grupo muy cerrado y no queremos eso. Estamos trabajando en asuntos públicos y queremos mostrarnos. Cuando alguien viene, le mostramos todo. Lo único que no podemos hacer es ingresarlos al templo (se refiere a la construcción, ubicada en Carrasco, a la que, luego de ser "dedicada" por el profeta, solo tienen acceso los miembros de la Iglesia, que además llegan con una recomendación), pero todo lo demás está a la vista. Igual creo que va desapareciendo esa percepción".

Cuando el templo fue inaugurado, y antes de que se "dedicara", ingresaron en él 25.000 personas para conocer las instalaciones, según cuenta el élder Etchegaray, incluidas figuras políticas como Luis Alberto Lacalle y Jorge Batlle, miembros de otras iglesias como el padre Julio Elizaga y varios periodistas.

Las cifras

90.000 Es la cantidad de miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormones) en Uruguay.

101 Es la cantidad de capillas que poseen los mormones en Uruguay, más casas alquiladas, según el élder Juan Etchegaray.

10% Porcentaje del sueldo que los miembros de la Iglesia deben ceder a la misma, de acuerdo con los estatutos de los mormones.

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