Fito Páez lleva décadas siendo famoso. Pero nunca ha sido tan conocido y universal como ahora, efecto que logró la exitosa biopic de Netflix El amor después del amor (algo similar pasó con la carrera de Luis Miguel cuando su vida llegó a la misma plataforma de streaming). Pero además, este momento de fulgor en la carrera del rosarino lo une más que nunca a Uruguay: sus canciones en la serie fueron cantadas por el sanducero Agustín Britos y en la reciente regrabación que hizo del disco que le dio nombre a la historia participaron otros dos uruguayos: Julieta Rada y Leo “Bolsa” Amuedo, uno de los guitarristas más virtuosos que ha dado el país y que desde hace años vive en el exterior. Amuedo ha trabajado con artistas como Stevie Wonder, Barbra Streisand y Neil Diamond, así como en distintos proyectos ganadores de premios Grammy.

El amor después del amor se publicó por primera vez en 1992 y fue el disco más vendido de la historia del rock argentino. Pero además representó algo muy importante para el rosarino, ya que en él participaron quienes lo apadrinaron tras su desembarco artístico en Buenos Aires, como Charly García y Luis Alberto Spinetta. En aquel disco también grabaron Fabiana Cantilo, Andrés Calamaro, Celeste Carballo y Mercedes Sosa, quien hizo la mejor versión que existe de Yo vengo a ofrecer mi corazón (publicada originalmente en el álbum Giros de 1985).

En esta nueva versión del álbum (rebautizado ahora como EADDA9223) hay un verdadero dream team: Elvis Costello, Chico Buarque, Andrés Calamaro, Lali Espósito, Nicki Nicole, Estrella Morente, Marisa Monte, María Castillo de Lima y David Lebón son algunos de sus integrantes.

La hija del Negro Rada aporta su voz en los coros de las canciones Creo y A rodar mi vida, y “Bolsa” Amuedo (radicado en Estados Unidos al igual que Julieta Rada, que alterna su vida entre Montevideo y Nueva York) tocó en La Verónica, dando forma a una renovada versión de este tema que incluye la voz de la cantante argentina Nathy Peluso (otra artista que vive en el exterior, en este caso en España).

Con respecto al trabajo de Amuedo, Páez declaró durante la presentación del disco en Buenos Aires: “Es un animal y siempre pensé en lo bueno que sería tocar un día con él. Cuando (el productor) Gustavo Borner me dijo que iba a tocar la guitarra en La Verónica, me volví loco”.

Lo que dejó la serie

Más allá de ser una buena historia sobre su vida (cuestionada en algunos aspectos por sus dos parejas más notorias, Fabiana Cantilo y Cecilia Roth), la serie de Netflix revalorizó la carrera de Fito Páez elevándolo como uno de los principales protagonistas de la historia del rock argentino. Y abrió una ventana para fisgonear los 80, década en la que destacaron otros como Charly García y el “flaco” Luis Alberto Spinetta, ambos ídolos de Fito Páez que después se convirtieron en sus amigos y compañeros de ruta.

El guión de El amor después del amor se armó mientras el propio Páez escribía sus memorias (que luego se convertirían en libro), por lo que la creación audiovisual tuvo su estricta supervisión. Algo similar a lo que pasó con la serie de Luismi, producida por el propio Sol de México, que tanto dio que hablar y que se “desinfló” luego de la primera temporada.

De la oscuridad a la creación, y del éxito al dolor, El amor después del amor muestra la aventura de un ícono que sobrevivió a sí mismo (esto incluye las adicciones). De un músico que luego de formar parte de la trova rosarina encabezada por Juan Carlos Baglietto (quien es interpretado en la serie por su propio hijo), hizo una exitosa carrera en Buenos Aires pese a los duros golpes que le propinó la vida.

Así fue que muchos televidentes se enteraron que Fito Páez perdió a su madre (una conocida pianista) a los pocos meses de haber nacido, o que en noviembre de 1986, cuando el artista se encontraba presentando su disco Giros en Río de Janeiro, un asesino terminó con la vida de su abuela Delia y su tía abuela Josefa, de 76 y 80 años respectivamente.

En aquel hecho policial que movilizó a la sociedad argentina murió también Fermina Godoy, la empleada doméstica de la familia, quien se encontraba embarazada. Luego se sumó la muerte de su padre, por causas naturales, un melómano que le hizo escuchar mucha música a Fito Páez durante su niñez.

Tras el brutal crimen de Rosario, Páez compuso y grabó Ciudad de pobres corazones, su cuarto álbum, con el que logró exorcizar el dolor que lo mantuvo alejado de los estudios de grabación durante un buen tiempo.

Su hijo Martín

Su relación con Cecilia Roth le dejó cosas importantes, entre ellas un hijo que ambos adoptaron y que hoy tiene 24 años. En una reciente entrevista con el programa LAM, que conduce Ángel de Brito, la actriz habló sobre la actual vida de su hijo y sobre la estrecha relación personal y laboral que lo une a su padre. “Martín trabaja actualmente junto a Fito y posee una mentalidad empresarial que realmente admiro. Él se encarga de todo el merchandising, pero no soy yo quien debe divulgar esos detalles. Es un empresario sumamente talentoso”, expresó orgullosa.

La actriz también evocó los años en los que su hijo era menor de edad y explicó por qué ella y Fito Páez decidieron mantenerlo alejado de los medios. “Acordamos establecer medidas legales para evitar que Martín apareciera en fotografías. No recuerdo si había paparazzi detrás de nosotros, ya que en aquel entonces estaba completamente absorta en mi maternidad. Me gusta estar frente a las cámaras cuando trabajo, pero no fuera de ese ámbito”, explicó.

Por último, Roth se refirió al tema de la adopción, algo que siempre ha evitado tratar públicamente: “La verdad es que nunca hablé sobre la adopción de Martín, ya que fue una decisión que tomamos junto a Fito. Lo que puedo decir es que ser adoptado es solo otra forma de entrar en este mundo”.

En una entrevista con el diario argentino Perfil, Felipe Gómez Aparicio y Gonzalo Tobal, directores de la serie de Netlix sobre Fito Páez, dijeron lo que muchos esperaban escuchar: “Las puertas están abiertas para una segunda temporada”.