EL PREGUNTÓN 

—¿Cuál es el defecto propio que deplora más?
—Dudar cuando no hay que dudar.

—¿Cuál es el defecto que deplora más en otros?
—Tomar decisiones sin analizar ni plantearse dudas.

—¿Cuál es su estado mental más común?
—La hiperactividad, el encadenamiento de cosas, las bifurcaciones necesarias, la incertidumbre.

—¿Cómo le gustaría morir?
—Discretamente.

—¿Qué no perdona?
—No perdono que se mienta de forma descarada.

—¿Qué lo hace reír?
—Cosas simples, como la foto de un señor de camisa subido a un banquito para parecer tan alto como los demás. ¡Es una gran escena para incluir en “The Office”!

—¿Cuál es su idea de la fidelidad?
—Estaba riendo a carcajadas y me cortaste. Eso no se hace.

—¿Cuál es su asignatura pendiente?
—Escribir una obra de teatro humorística.

—¿Cuál es su mayor extravagancia?
—Recorrer parques abandonados.

—¿En qué ocasiones miente?
—Cuando sostengo algo en lo que creo como una verdad irrefutable.

—¿Qué persona viva le inspira más desprecio?
¿Los trolls de derecha están vivos? ¿Son personas?

—¿A qué persona viva admira?
—A la persona que amo.

—¿Cuál es su mayor miedo?
—No tener un proyecto arriesgado y más o menos inútil por delante.

—¿Cuál es su mayor remordimiento?
—Lo que hay, en todo caso, es redención. Nada de remordimientos; paralizan.

—¿Cuál es la virtud más sobrevalorada socialmente?
—Me quedé pensando en la empatía. No por sobrevalorada, sino porque se la confunde todo el tiempo con simpatía o buena onda y está muy lejos de ser eso. Y la simpatía, bueno, la simpatía no es una virtud, es una forma de simular empatía.

—¿Qué le disgusta más de su apariencia?
—El abuso del color negro en las remeras.

—¿Qué talento, que no tiene, desearía tener?
—Mirar la vida pasar, como dice la canción de Fangoria.

—¿Cuál es su mayor logro?
—Andar 100 kilómetros en bicicleta en una mañana de verano.

—¿Cuál es su posesión más atesorada?
—La colección de cartas que voy encontrando en la calle desde hace 40 años. Ya tengo casi todas y muchas de ellas repetidas. Y no quiero tenerlas todas. Me da un poco de miedo.

—¿Cuál es la manifestación más clara de la miseria?
—Reclamar herencia.

—¿Cuál es la cualidad que más aprecia en una mujer?
—La capacidad para construir espacios propios.

—¿Y la que más aprecia en un hombre?
—Abandonar el poder, la propiedad y el manejo abusivo de automóviles.

—¿Qué palabras o frases usa más?
—Más ciclovías. Ciclovía ya por 18 de Julio. Y otras reivindicaciones por el estilo.

—¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta?
—Libros, discos, bicicletas, parques, caminatas, conversaciones, comidas. Todas esas cosas antes y después.

—¿Cuándo y dónde ha sido más feliz?
—Es una pregunta muy íntima.

—Si pudiera, ¿qué cambiaría de su familia?
—No me sentiría cómodo en el rol de cambiar algo tan imprevisible y mutante como una familia, donde interactúan otras personas y sus respectivas emociones.

—¿Cuál es su héroe o heroína de ficción favorito/a?
—Ziggy Stardust.

—¿Cuáles son sus héroes de la vida real?
—Las personas que dudan y pueden mantenerse al margen de las redes sociales.

—Si después de muerto debe volver a la vida, ¿convertido en qué persona o cosa regresaría?
—No se me ocurre otra cosa que recomendar “Muerto con Gloria”, una de las mejores películas uruguayas.

—Y si pudiera elegir un personaje de ficción, ¿cuál eligiría?
—Vivir adentro de una novela de Cesar Aira sería entretenido. O dentro de una película de Godard. Ya me hiciste dudar. Pero mejor que sea algo de humor, como “The Office”. Y que ese personaje se pase arriba de una bicicleta mientras suena una de Bowie o Alaska cantando “mientras tanto, miro la vida pasar”.