NOMBRES

Georgina: su pasado como mucama, la pelea con su hermana okupa y la vida de lujo al lado de Cristiano Ronaldo

La pareja del futbolista portugués brilla con luz propia: tiene 45 millones de seguidores y estrenará segunda temporada de su reality en Netflix.

Compartir esta noticia
Georgina Rodríguez es bailarina, modelo, influencer y empresaria.
Georgina Rodríguez es bailarina, modelo, influencer y empresaria.
"[VINCENZO PINTO /AFP

Mariel Varela

Entrar a una boutique de lujo era, para Georgina Rodríguez, como entrar a un museo. Así lo ha confesado esta mujer de 29 años que saltó a la fama en 2016, cuando se hizo público su noviazgo con Cristiano Ronaldo.Desde entonces, vive como una princesa, entre mansiones, jets privados, yates, alhajas, accesorios de miles de dólares, extenso vestidores y más excentricidades. Su ostentosa realidad superó todo lo que pudo haber soñado de niña, cuando su mayor ilusión era ser bailarina clásica.

Esta muchacha, que tiene una colección de joyas valuada en más de seis millones de euros, que va en avión a cenar y que usó un outfit de US$ 60.000 para ir a un parque de diversiones, se fue de su casa materna en Jaca (pueblo aragonés) con apenas 100 euros en el bolsillo para trabajar como mucama en un hotel. Tenía 18 años y sabía que no podía rechazar esta oferta laboral porque era la única forma que tenía de poder costear sus estudios y forjar su futuro.

“Mi relación con Cristiano ha permitido que cumpla muchos de mis sueños pero siempre, tanto antes como después de conocerle, he puesto la misma pasión en todo lo que he hecho, siendo limpiadora, dependienta o modelo”, dijo a El País de Madrid.

No todo es oro

Nació en Argentina hace 29 años, pero se crió en España. Es muy apegada a su madre, quien le enseñó todo lo que sabe, y a su hermana Ivana, su máxima confidente. La relación con su padre no fue simple. Estuvo preso por tráfico de estupefacientes y sus hijas fueron testigos de sus turbias actitudes. “Tenía una pistola, se encerraba en una habitación y un día entramos con mis hermanas, él estaba preparando unos paquetes y cuando le preguntamos nos dijo que era comida para los pobres”, confesó la hoy empresaria e influencer en Soy Georgina, el reality sobre su vida que se estrenó en Netflix en enero pasado y este 2023 tendrá su segunda temporada.

Jorge Eduardo Rodríguez, fallecido en 2019, era entrenador de fútbol y le repetía a sus hijas que ‘las campeonas no lloran’. Si bien amaba el deporte, en su casa no se tocaba el tema fútbol y a Georgina nunca le generó curiosidad, hasta que conoció a Cristiano. “Me empezó a interesar después porque me interesa lo que haga mi pareja pero no soy futbolera y en casa no hablamos de fútbol”, dijo a El País de Madrid. Usted se preguntará de qué charla esta mediática pareja: de su cuidado personal, del de sus hijos, sus entrenamientos, viajes, proyectos y negocios.

El mantra de Georgina es ‘haz el bien sin mirar a quién’. Le fascina ayudar desde que era niña: le hacía las compras a sus vecinas mayores y les lavaba y colgaba las cortinas. “Si ahora puedo aportar aún más, ¿por qué no? Yo lo hago encantada”, dijo a Cosmopolitan.

Está convencida de que las cosas le marchan bien porque es positiva y no actúa con envidia o maldad. Su media hermana Patricia (hija de su padre con su primera esposa) no piensa lo mismo. Salió a decir que está arruinada, que vive de okupa y que hasta pasa hambre. “Ya que es solidaria y tan buena con los demás, por lo menos que lo sea con sus sobrinos”, arremetió en Socialité.

La esposa de Cristiano Ronaldose encargó de negar todo en una entrevista con Elle: “Si hoy buscás mi nombre en Google resulta que estoy peleada con la familia de Cristiano y que tengo una hermana que me pide dinero. Mi vida es mucho más simple que todo esto: no me gustan los conflictos, nunca me peleo con nadie. Pero lo peor es que toda esa información es mentira”.

En las nubes

La que transformó su vida y su cuerpo (los conductores del ciclo español Viva la vida aseguraron que se hizo más de 11 retoques, entre senos, glúteos, rioplastía, labios, pómulos) después de conocer a Cristiano, confesó que no jugaba con Barbies y que tampoco era la más linda de su grupo de amigas: “Nunca tuve esa picardía de querer ser la más guapa de la clase, porque me sentía muy normal”, admitió.

Si bien nunca le faltó lo básico, sabe lo que es no tener agua caliente. Estudió danza clásica cuando era niña y al cumplir la mayoría de edad abandonó su casa en Jara para ser independiente. Trabajó como mucama del hotel Graus y como moza de un bar. Más tarde, se mudó con su hermana Ivana a la capital española decidida a estudiar administración de empresas. Pero en esos paseos por las lujosas tiendas de la Milla de Oro de Madrid se deslumbró por las vidrieras y se fanatizó por la moda. “Es lo que me interesa, no el lujo, porque lo del lujo es muy relativo. Para mí, lujo es también comerme un bocadillo de chorizo”, comparó.

Es trabajadora, ambiciosa, perfeccionista y exigente. Se fija metas y no para hasta conseguirlas. Fue niñera en Londres y allá aprovechó para estudiar inglés. Sabia decisión: al volver a España, dejó el currículum en Gucci y la eligieron por el plus del idioma. Ese trabajo como vendedora le permitió cruzarse con Cristiano Ronaldo en una de sus idas a la tienda exclusiva y su vida dio un vuelco.

Pasó de ir en ómnibus al local de ropa a volverse en un coche de alta gama conducido por la mega estrella del fútbol: “Llegaba en autobús y me iba en Bugatti, la gente no se lo podía creer”, contó en su reality.

La que hoy tiene 45 millones de seguidores en Instagram confesó, además, que la primera vez que fue a la mansión de Cristiano se perdió yendo a buscar agua a la cocina: “No sabía por dónde meterme y tardaba media hora en volver al salón”.

Cambia, todo cambia. Hoy va por la vida con sus dos guardaespaldas gemelos, solo viaja si lo hace en jet privado, juega a la lotería todo el tiempo, paga US$ 5.500 mensuales a un chef, alquila parques de diversiones para sus hijos, tiene una colección de autos de lujo y sorprende a su pareja regalándole un Rolls-Royce de 350.000 euros en Navidad. Si el lujo es vulgaridad, como cantaban los Redonditos de Ricota, a Georgina la tiene sin cuidado.

La vida con CR7

Flechazo, amor y dolor

Cristiano Ronaldo y su novia Georgina Rodríguez. Foto: FIFA.

Lo suyo con Cristiano fue amor a primera vista. Georgina terminaba su turno en la tienda de Gucci y, al salir, se cruzó con el futbolista y su hijo Junior. “Cuando le vi por primera vez sentí que el tiempo se paró. Nunca había visto un hombre tan apuesto, tan atento. Es el hombre más guapo que mis ojos han visto”, confesó a Cosmopolitan.

Tiempo después, en una salida con amigos, se volvieron a cruzar y la magia fue inmediata y duradera. Él ya era padre de Cristiano Jr y los mellizos Eva y Mateo, pero ella los adoptó como propios, y todos la llaman mamá. Juntos tuvieron a Alana y Bella, que era melliza de Ángel, que falleció al nacer en abril de 2022. “Este año ha sido el más complicado de mi vida. El momento más feliz se convirtió a la vez en el más triste. Es algo que me acompañará de por vida y que no podremos olvidar “, confesó a Elle.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar