Hoy radicado en México, Ricardo Musselli no pierde a Uruguay de vista. Siempre que puede refuerza el vínculo con su tierra, la que le brindó formación artística y en luthería de la mano de maestros como Eduardo Larbanois y Marcos Labraga.
“Siempre tengo el gusto de poder volver a Uruguay y decir ‘esto es lo que aprendí en otros lados y se los quiero mostrar’”, dice a Domingo el músico, artista plástico y luthier coloniense. “Así como yo he recibido la generosidad de muchos maestros que me han abierto las puertas para transmitir conocimiento de forma desinteresada, también quiero aportar ese grano de arena”, complementa.
Fue con ese impulso de retribución que se unió a dos amigos, el escultor Gustavo Arrambide, y el artista plástico Willy Rivas, para crear GuitarrayArte, un proyecto multidisciplinar en el que la música es el eje.
Se trata de una exposición interactiva donde cada uno aportará obras de arte creadas en sus respectivas disciplinas: Arrambide con sus creaciones en hierro, Rivas en la plástica y Musselli con la madera y la sonoridad de sus guitarras. De esta manera, el visitante podrá vivir la exposición desde distintos lugares: visual, sonoro y táctil.
Las guitarras de Musselli, por ejemplo, estarán expuestas y el público podrá probarlas, es decir, sacarlas del atril y tocarlas.
La propuesta también incluye charlas de extensión y presentaciones de músicos invitados que serán anunciados en los próximos días en las redes de Musselli (@ricardomusselli_luthier).
La exposición será de acceso libre y gratuito en diferentes puntos del país. En la capital será en Montevideo Shopping, del 18 al 25 de julio, de las 10.00 a las 22.00. El 26 y 27 se traslada a Medio y Medio, en Punta Ballena, y el 2 y 3 de agosto desembarca en la Plaza de Toros de Colonia.
“Normalmente en las exposiciones vas a ver obras o a los conciertos vas a escuchar música. Lo que estamos proponiendo es un mix. Es decir, ‘ok, ya que voy a ver, escucho, y ya que escucho, pruebo’”, explica Musselli.
GuitarrayArte fue declarado de interés ministerial por el MEC a nivel nacional y de interés departamental en Colonia. La intención, dice el luthier, es dar a conocer el trabajo de los tres artistas, pero sobre todo promover la cultura y generar encuentros desde la música y el arte.
Guitarras para sus maestros
Musselli empezó su formación musical a los 8 y a los 14 ya se había recibido de profesor de piano y solfeo. Fue parte durante varios años del Coro Municipal de Colonia como cantante titular y esa experiencia lo llevó a varias partes del mundo y a compartir con grandes músicos.
“Fue una experiencia muy rica y que también alimentó una parte conceptual de cómo entender el sonido y todo los aspectos que, en definitiva, decantan hoy en esto que me dedico, que es la construcción de guitarras”, dice.
La decisión de ponerse en la vereda de enfrente y encarar los instrumentos desde otra perspectiva, no sólo como ejecutor, se vio impulsada por la necesidad de llevar a otro lugar el conocimiento acumulado en tantos años de contacto con la música.
“Me intriga mucho, en todos los aspectos de mi vida conocer el origen de las cosas, entonces me puse a estudiar como era una guitarra, cómo se construía y qué hacía que cada instrumento fuera diferente”, cuenta a Domingo.
Fue de esta forma, pero también como resultado de un enamoramiento con todo lo que fue descubriendo por el camino, que decidió ser luthier. “El día que entré al taller de Marcos Labraga, que fue mi maestro en la luthería, vi las herramientas y cómo funcionaba la madera. Dije ‘acá me quedo, es esto”, recuerda sobre el encantamiento con este universo.
Una oportunidad laboral lo llevó hasta México en 2021 y allá siguió formándose y buscando los mejores materiales para sus guitarras. Ya la inspiración para dar forma a sus creaciones, dice, va aflorando durante todo el proceso, desde el contacto con las herramientas hasta el olor y la textura del material. Sin embargo, asegura que se necesita mucha disciplina para confeccionar un buen instrumento: si por un lado se permite la libertad creativa, por otro existen parámetros estrictos a seguir a la hora de buscar el sonido deseado. Además, puede estar hasta 40 días trabajando en una única guitarra.
“Hoy poder poner mi trabajo en las manos de referentes que educaron mi oreja musical es algo que quizás a algunos años atrás era un pensamiento utópico”, dice con orgullo quien confeccionó guitarras para Julio Cobeli, Samantha Navarro, Nicolás Ibarburu, Emiliano Brancciari, Guzmán Mendaro y el propio Eduardo Larbanois, su primer maestro.
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