"Veo gente muerta” (I see dead people) es una de las frases más famosas de la historia del cine, pronunciada por Cole Sear, el aterrorizado y confuso niño psíquico que protagonizó Sexto Sentido en 1999. El pequeño era Haley Joel Osment, quien alcanzó el pináculo de la fama secundando a Bruce Willis (en este buen filme del director M. Night Shyamalan) y prácticamente desapareció de la vista del gran público.
Sin embargo, el californiano de ojos azules “siempre estuvo ahí”, incluso desde antes de Sexto Sentido. Previo a trabajar en la película que le concedió una nominación al Oscar, interpretó con 6 años al hijo de Tom Hanks en Forrest Gump (1994). Y había aparecido en Bogus (1996), junto a Whoopi Goldberg y Gérard Depardieu. Luego brilló en filmes como Cadena de favores e Inteligencia Artificial (el proyecto soñado de Stanley Kubrick que terminó haciendo Steven Spielberg), en la que dio vida a un robot peligrosamente humano.
¿Qué fue de la vida de Haley Joel Osment? Esta pregunta surge tanto en Google como en YouTube no bien se introduce el nombre del intérprete, hoy de 36 años, en los buscadores de ambas plataformas.
A pesar de que Osment fue considerado en su momento como uno de los actores más prometedores de su generación, después de la gran fama que le dio la película con Bruce Willis tomó la decisión de alejarse de los papeles protagónicos y de los medios masivos. En su momento muchos pensaron que apartarse de los flashes era una idea equivocada. Pero tomando en cuenta que otros niños actores cayeron en desgracia después de probar las mieles del éxito (como ocurrió con Macaulay Culkin el protagonista de Mi pobre angelito), otros consideraron que su decisión fue acertada. A los 18 años, Osment fue detenido por conducir ebrio y bajo los efectos de la marihuana, aunque al parecer después logró encausar su conducta.
Dicen que al entrar al set de Sexto Sentido, M. Night Shyamalan le preguntó si había leído el guión. “Tres veces ayer en la noche”, le contestó el pequeño. El indio quedó impresionado, incluso cuando no sabía que la joven promesa del cine no se refería a su parte del diálogo, sino al guión completo. Osment dejó tan sorprendido al director que, a pesar de que no estaba convencido por su aspecto angelical, ese día no tuvo dudas de que había escogido al protagonista correcto para su película.
El hecho de ser hijo de Michael Osment, un actor de teatro y cine, hizo que los focos estuvieran presentes en su vida prácticamente desde que nació. De hecho, su primera actuación fue en un comercial de pizzas tras ser descubierto por un cazatalentos mientras estaba de compras con su madre, Theresa Seifert, maestra de profesión.
La condición paterna también incidió en la vida de su hermana, Emily Osment, quien se ha dedicado a la actuación desde temprana edad y ha sido parte de éxitos juveniles como Hannah Montana y Spy Kids.
Crecer de actor niño a adulto
A medida que se adentraba en la adolescencia y perdía su perfil carilindo y angelado, Osment se fue alejando del cine para reinventarse e ingresar a la Tisch School of the Arts, de la Universidad de Nueva York, donde fue alumno entre 2006 y 2011 y se interesó en el teatro experimental.
“Una película como Sexto Sentido crea una imagen permanente de quién eres en la mente de las personas. En medio de todo eso, es difícil saber quién eres, o en quién te estás convirtiendo. La Universidad parecía como un manejable siguiente paso, un lugar donde podía desentrañar todo eso”, explicó una vez el actor a The New Yorker.
Durante ese período se mantuvo alejado de Hollywood y se concentró en su formación académica, aunque no se fue del todo de la industria: participó en proyectos que realmente le interesaban, como poner la voz a animaciones en películas de Disney o al personaje de Sora en la exitosa saga de videojuegos Kingdom Hearts.
El actor terminó graduándose con honores cuando Hollywood se había olvidado de él. Incluso decidió dejarse la barba para pasar desapercibido. Hizo su debut en Broadway en el Teatro Belasco en noviembre de 2008, en el papel de Bobby, un joven adicto a la heroína, en una nueva versión de David Mamet’s American Buffalo llamada The Entertainer.
Hoy se encuentra lejos de los estándares convencionales de la fama, aunque continúa trabajando en una variedad de proyectos. En 2023 fue parte de la película A quien solía conocer, donde le dio vida a Jeremy. En 2019 participó en Retrato de un asesino, el film donde Zac Effron hace de Ted Bundy. Allí, Osment se puso en la piel de Jerry Thompson. En televisión, fue parte de la serie The Boys.
El regreso del actor formado
Después de graduarse en la Tisch School of the Arts, interpretó a un torpe maestro de educación sexual en la película Sex Ed, al odioso millonario de Entourage y al neonazi Adrien Arcand en Yoga Hosers. También estuvo en la comedia de situación El método Kominsky. En todos los casos, actuó interpretando personajes alejados de la idea que quedó de él en el imaginario colectivo: la del niño rubiecito bien portado. En 2019 se podría decir que logró que los ojos del mundo del espectáculo volvieran a posarse en él. Ese año participó en la película de Netflix Durmiendo con el asesino, sobre el asesino en serie Ted Bundy.
Después de más de tres décadas dedicándose a la interpretación, sigue apasionándose con su profesión. Hace poco pudo vérselo junto a sus compañeros en las protestas de la huelga de actores que impactó fuertemente en la industria de Hollywood.
Haley Joel Osment es -diríamos los uruguayos- un “laburante” de la industria, incluso pese a haber triunfado en la meca del cine. Es un actor que decidió formarse para mejorar en su profesión y no dormirse en los laureles de un temprano éxito. Así se definió una vez: “No estoy interesado en el negocio de promocionarme a mí mismo. No me importa si la gente sabe quién soy o lo que se dice de mí. Solo estoy aquí para hacer un trabajo”.