Este año que finaliza ha sido el año del “regreso” de Hugh Grant a la pantalla, después de décadas de trabajos esporádicos y que no estuvieron a la altura de los éxitos de taquilla que protagonizó en los 90. Del terror a las propuestas para toda la familia (incluyendo una película animada), el británico demuestra (o quiere demostrar) que puede con todos los desafíos.

En 1997, Hugh Grant visitó Argentina y fue entrevistado en el programa de Antonio Gasalla, quien para ese entonces, además de ser uno de los capocómicos indiscutidos del vecino país, era un respetable entrevistador. El británico se sintió incómodo desde el principio cuando ingresó al estudio y fue ovacionado por una numerosa tribuna. Pero, sin dudas, el momento más ríspido se dio cuando el creador de personajes memorables como Mamá Cora, Soledad y Flora, la empleada pública, le preguntó si sentía que el hecho privado -transformado luego en más que público- que había protagonizado dos años antes con una prostituta de Los Ángeles había ayudado a catapultar su carrera. Palabras más, palabras menos, el entonces galán de 36 años respondió que solo un estúpido podía pensar eso. A lo que Gasalla retrucó: “Yo lo pienso, así que debo ser un estúpido”.

El 27 de junio de 1995 la Policía de Los Ángeles arrestó a Grant y a la joven apodada Divine Brown, una prostituta que en ese momento le practicaba sexo oral en su auto. El cargo fue “comportamiento lascivo en un lugar público”, pero el hecho no pasó desapercibido como podría haber ocurrido con cualquier otro hombre infiel y una mujer que practicaba el oficio más viejo del mundo.

En ese entonces, el británico disfrutaba del éxito de Cuatro bodas y un funeral, estrenada con gran éxito en 1994, y estaba en Los Ángeles acompañado por su pareja para promocionar la comedia romántica Nueve meses, que se lanzaría por esos días. La típica fotografía policial tomada con el número de detenido (que también le hicieron a Divine Brown) no demoró en llegar a los diarios y en dar la vuelta al mundo, iniciándose así uno de los escándalos más comentados de Hollywood.

La causa judicial como consecuencia del incidente obligó al actor a pagar una fianza de US$ 1.000 (había abonado US$ 60 por los servicios de la joven que luego se supo se llamaba Estella Marie Thompson) y a comprometerse a realizar tareas comunitarias. Pero, mientras todos hacían leña del árbol caído, la preocupación de Grant estaba enfocada en su carrera: había sido detenido justo cuando debía promocionar su nueva película. Y en su vida personal: cómo explicarle lo inexplicable a su novia.

La pregunta de “cómo fue perdonado” también estuvo en el cuestionario que le hizo Gasalla en aquella entrevista que puede verse en YouTube. Y el actor contestó, también molesto, que guardaría silencio porque era parte de su vida privada.

Pero al parecer Grant ha vivido muchos momentos incómodos con los entrevistadores a largo de su carrera. El último de ellos ocurrió -también se puede ver en el popular sitio de videos- en 2023.

Este caso se dio en la ceremonia de los Oscar de ese año. La modelo Ashley Graham le hizo una serie de preguntas sin malicia que el actor no quiso responder o lo hizo de forma lacónica, para retirarse luego sin despedirse. Una de las consultas que podría haberlo incomodado fue si le había parecido divertido rodar la película Glass Onion, estrenada el año anterior, a la que él respondió que solo salió “tres segundos” en pantalla.

En días pasados se estrenó en los cines uruguayos Hereje, la película en la que Grant interpreta al señor Reed, un hombre que recibe la visita de dos jóvenes mormonas en su espeluznante casa. Por este trabajo está nominado al Globo de Oro 2025.

En lo que va desde su estreno a nivel mundial, ha cosechado buenas críticas de la prensa especializada. New York Times dijo: “Uno de los grandes beneficios de ver demasiadas películas son las lecciones de vida que ofrecen. Por ejemplo, si tu anfitrión menciona casualmente que las paredes de su casa están revestidas de metal, deberías fingir un dolor de cabeza y salir antes de que cierre la puerta. Si las ventanas parecen demasiado pequeñas incluso para que un niño pueda pasar, es mejor retirarse. Y si además hay una imagen enmarcada del infierno en alguna pared, definitivamente deberías noquearlo y correr. Dicho esto, si el anfitrión está interpretado por Hugh Grant, probablemente valga la pena quedarse un rato más”.

Pero el británico está este año con otras propuestas en pantalla: Sin edulcorar (una película entretenida para toda la familia), la miniserie El régimen (en Max, con Kate Winslet) y el largometraje animado Paddington en Perú. Además, filmó Bridget Jones 4 junto a Renée Zellweger, que se estrenará en febrero en Uruguay.

Hoy, Grant enfrenta la pantalla con el talante del que todo lo puede. Y con la experiencia de un actor avezado (comenzó interpretando a Shakespeare en su juventud) que logró quitarse el sayo de galán de comedias románticas.